RECESFLACIÓN

INFORME DEL ESTUDIO MONTEVERDE & MASSOT

"(...) Marzo fue el 2do. mes consecutivo de desempeño interanual negativo; en febrero la baja había sido de 5,2% interanual. Las expectativas de los empresarios no son halagüeñas. Entre las compañías que realizan obras privadas, 3 de cada 4 no esperan cambios en la actividad en el próximo trimestre; del resto, una abrumadora mayoría espera caídas adicionales. Entre las que realizan principalmente obras públicas, 4 de cada 10 no esperan cambios y 3 temen una nueva caída. (...)"
 
La Argentina ha ingresado de lleno en un período de inflación con recesión, que tendrá consecuencias no menores en el nivel de vida de la población y en la rentabilidad empresaria. 
 
La mayoría de nuestros colegas están modificando sus proyecciones para este año en forma congruente con nuestra expectativa original de fines del año pasado, y que aún mantenemos: una actividad estancada, con un rango de ± 0,5%, y una inflación orillando 40 % (hoy ubicándose en torno a 37%). 
 
No debiera esperarse que la tasa de inflación sufra un recorte sustantivo a causa de la recesión. 
 
Cuando las tasas de interés nominales son altas y la demanda cae, la oferta se acomoda y disminuye la producción para evitar la acumulación de stocks. 
 
Es decir, el freno en precios por menor actividad es breve porque el equilibrio se restituye con rapidez. 
 
• La caída del nivel de actividad no obedece exclusivamente al alza de las tasas y la contracción en términos reales del crédito; también inciden otros factores, como el atraso del salario real y el deterioro del nivel de empleo (en este caso, hay un juego circular: la recesión recorta puestos de trabajo y esto, a su vez, deprime la demanda). 
 
• Los funcionarios de Economía se esperanzan con que la temporada alta de liquidación de divisas asegure la calma cambiaria y que ésta, por sí sola, lleve a que la inflación, la devaluación y las tasas de interés confluyan a niveles más bajos, que permitan recomponer la actividad. 
 
Esta aproximación naif al problema pierde de vista que será imposible volver a una senda de estabilidad y crecimiento en tanto y en cuanto no se resuelva el desequilibrio fiscal y el desequilibrio externo (los que, lejos de disminuir, se están agravando). 
 
En el 1er. trimestre, la economía argentina se habría contraído 0,8% en relación al trimestre previo.
 
La industria es particularmente afectada por el atraso cambiario y las fuertes restricciones a las importaciones de insumos. 
 
La construcción sigue afectada por el freno en la actividad inmobiliaria, en gran medida contracara del cepo y las expectativas de devaluación. 
 
La actividad comercial, por su parte, es afectada por la caída en el poder adquisitivo de los salarios —que se revertirá sólo parcialmente en mayo— y por los mayores costos y restricciones a las financiaciones de consumo.
 
Echemos un vistazo sobre la evolución de estos sectores: 
 
• La producción industrial es uno de los que más está sufriendo. 
 
• Hoy representa 15,5 % del PBI, casi el mismo nivel que presentaba en 2001. 
 
• Su participación en el mercado laboral representa ahora 20,2 % del empleo privado total, contra 21,8 % en 2003. 
 
Incluso adoptando las amañadas estadísticas oficiales, la caída es notoria: la producción industrial se redujo 3,1 % en el 1er. trimestre respecto a igual período del año pasado. 
 
> El uso de las plantas se ubicó en 67,9 % de la capacidad instalada, casi 3 puntos por debajo que en el mismo 
periodo de 2013.
 
> La utilización de la capacidad instalada en la industria ha caído a su más bajo nivel en 11 años.
 
> El Estimador Mensual Industrial del INdEC registró en marzo un derrumbe de 6% respecto al mismo mes del año pasado y de 1,8% respecto a febrero. 
 
> El IPI de FIEL arrojó, en cambio, una drástica caída interanual, de 10,2%. 
 
Las dificultades se observan en todos los ramos. 
 
> El sector que presentó la menor utilización de capacidad instalada en marzo fue metalmecánica, con 50,7%, seguido por el automotriz, con 57,3%. 
 
> En el caso de la metalmecánica, desde marzo de 2002 el indicador no registraba un porcentaje tan bajo para ese mes. 
 
> En el sector automotor la caída de las ventas domésticas y de las exportaciones ha derivado en suspensiones para al menos 3500 operarios. 
 
• El organismo oficial registró una reducción de 1,2% interanual en el nivel de ocupación de los peones industriales durante el 1er. trimestre.
 
Las perspectivas tampoco lucen favorables. 
 
> 69,1% de las compañías no esperan cambios en este 2do. trimestre, mientras que 20% anticipa una nueva baja. 
 
> 96,6% de las empresas no planea tomar personal. 
 
• En cuanto a la actividad de la construcción, el INdEC reconoce una caída de 6% interanual en marzo, profundizando la baja que se viene dando desde septiembre de 2013. 
 
• Marzo fue el 2do. mes consecutivo de desempeño interanual negativo; en febrero la baja había sido de 5,2% interanual. 
 
Las expectativas de los empresarios no son halagüeñas. 
 
Entre las compañías que realizan obras privadas, 3 de cada 4 no esperan cambios en la actividad en el próximo trimestre; del resto, una abrumadora mayoría espera caídas adicionales. 
 
> Entre las que realizan principalmente obras públicas, 4 de cada 10 no esperan cambios y 3 temen una nueva caída. 
 
> La caída de la actividad económica, el alza de los precios y una menor inversión del Estado fueron las explicaciones preferidas para fundar tanto escepticismo. 
 
La retracción de la actividad inmobiliaria ha casi paralizado el mercado. 
 
En marzo, en la provincia de Buenos Aires se registró una caída de 24,1% interanual en la cantidad de operaciones inmobiliarias concretadas.
 
Pero el colapso es de 46,3% cuando la comparación se hace respecto a las transacciones registradas en 2008. 
 
• Las ventas de autos 0 kilómetros se desplomaron 35% en abril respecto del mismo mes del año pasado. 
 
• Con estos datos, el sector marcó un retroceso de 18% interanual en el 1er. cuatrimestre del año. 
 
• El mercado de usados también está sufriendo: en marzo las ventas cayeron 10,4% respecto a febrero y 14,8% interanual. 
 
Esta caída ocurre pese a que mucha gente ha debido volcarse a los usados por los altos precios de las unidades 0 kilómetro. 
 
Tal como se había alertado, las fuertes subas —de entre 30% y 50%— en los precios tras la implantación del impuestos a los autos de alta gama y la devaluación provocaron un colapso de las ventas, primero en el mercado de unidades nuevas y ahora en el de usadas. 
 
A esto se suma el mayor costo de financiación. 
 
El descenso de la vitalidad económica se nota también en el transporte: en marzo el consumo de naftas y gasoil cayó 0,6% (unos 9,5 millones litros). 
 
La venta de gasoil grado 2 fue la principal perjudicada. 
 
Luego de esta medición, los precios de los combustibles tuvieron aumentos de 5,4% en abril y de 3,8% en mayo, por lo que se esperan nuevas caídas. 
 
Las ventas minoristas volvieron a caer en abril. 
 
Según informó la CAME, las ventas de los comercios minoristas se redujeron 7,5% en abril y acumularon una baja de 6,3% en el 1er. cuatrimestre del año. 
 
• El mes pasado fue el 4to. consecutivo en que las ventas minoristas mostraron una fuerte caída. 
 
El informe sostiene que “muchas familias se vieron obligadas a postergar o suspender consumos”. 
 
Y señaló que todos los rubros que componen la canasta de bienes y servicios relevada tuvieron bajas anuales. 
 
El deterioro en el poder adquisitivo y el crecimiento de la mora se reflejó en una mayor cantidad de rechazos en las transacciones con tarjetas.

Fuente: Urgente 24

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