BONO A 100 AÑOS Y LA ARGENTINA COMO COSTA DE MARFIL
MIGUEL ÁNGEL BOGGIANO
Economista profesor de Behavioral Finance en Master en Finanzas de Universidad de San Andrés. Fundador y director de Carta Financiera.
La semana pasada la Argentina consiguió endeudarse por US$ 2.750 millones con vencimiento en el año 2117. No vamos a discutir acerca de la conveniencia o no de la estrategia sino de otro fenómeno: ¿por qué alguien querría prestarle a un país que ha defaulteado 8 veces en los últimos 200 años? Argentina todavía es considerado un país con alto riesgo político y económico, razón por la cual no fue reclasificado como país emergente y sigue siendo fronterizo.
Sin embargo, a los inversores internacional esto no parece importarles. Incluso ofrecieron prestarle a la Argentina US$ 9.750 millones a 100 años. Si miramos con algo de perspectiva, sabremos que hace pocas semanas Costa de Marfil consiguió endeudarse a 16 años a una tasa del 6,25%. Estam os hablando de un país que acaba de tener un nuevo levantamiento militar hace unas pocas semanas. Países como Senegal o Egipto tampoco han tenido demasiados problemas para conseguir endeudarse. Pero la historia no termina solo en lo que podríamos considerar países riesgosos.
Italia tiene una deuda que representa el 130% de su PBI y su deuda a 10 años rinde menos del 2%; incluso el estado de Illinois (Estados Unidos) tuvo un downgrade a un nivel “casi junk” y su deuda a 10 años cotiza al 4,4%.
¿Por qué sucede todo esto que pareciera no tener ningún sentido económico? Porque los Bancos Centrales del mundo han estado inyectando tanta liquidez que los inversores privados están desesperados tratando de conseguir algún rendimiento positivo. Ha esto se lo ha llamado “buying without conviction” o puesto de otro modo, comprar porque no les queda otra alternativa.
¿Por qué alguien querría comprar deuda argentina a 100 años? Con el cupón que paga, en 12 años recuperarían la inversión. Ahora bien, si la política de los bancos centrales se mantiene (la política más laxa de la historia económica mundial), quienes compraron estos bonos podrán tener muy atractivas ganancias. Pero esa es una condición que difícilmente se mantenga por el tiempo necesario…
Tanto el banco Citi como el UBS calculan un índice de “credit impulse” que mide la creación de crédito privado (mide en rigor la efectividad con la cual la política monetaria laxa de los bancos centrales consigue que los bancos comerciales presten en la práctica dinero). Y acá el problema: el credit impulse ha empezado a caer, en parte porque la Fed ha empezado a subir las tasas de interés.
Todavía es muy preliminar sacar una conclusión de si esta caída en el credit impulse se profundizará. Pero hay algo claro: nunca un país de las características de Argentina consiguió endeudarse a 100 años. Quizá este evento marque el pico de euforia de los mercados internacionales de deuda y se transforme en el punto de inflexión a partir del cual haya que empezar a vender bonos.
Para rematar, el Citi y el Bank of America indican que el anuncio de la Fed de que comenzará a vender los activos que acumuló a lo largo de los últimos 8 años (unwinding del balance sheet) tendrá como consecuencia que o las tasas de interés se disparan al alza (bonos cayendo fuertemente) o que los precios de las acciones tengan una fuerte caída. El motivo es tan simple como contundente: están programadas emisiones por US$ 1 trillion en lo que queda del año y si los bancos centrales no estarán comprando, esto tendrá un enorme impacto en los mercados.
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