DF Associates consultora de Domingo Felipe Cavallo, especializada en macroeconomía.

 en la pluma de Cavallo:

 ##  "En nuestro informe al 28 de febrero sostuvimos que "la aparición del 'viento de cola' para las exportaciones argentinas en los mercados del exterior, algún ajuste fiscal de raíz inflacionaria y una mayor dosis de profesionalismo en el manejo monetario y cambiario, han hecho que el escenario de fuerte devaluación y descontrol hiperinflacionario, se aleje en el horizonte." Esta descripción sigue siendo cierta en lo que se refiere al manejo económico coyuntural, pero en materia de estrategia económica de mediano y largo plazo, es cada vez más claro que predominan las ideas del gobernador Axel Kicillof, ideólogo económico del Kirchnerismo, por arriba de las que se supone que, como economista profesional, profesa el ministro Martín Guzmán. Esta prevalencia de Kicillof sobre Guzmán es el reflejo en materia económica del claro liderazgo político de Cristina Kirchner por encima de la conducción formal de Alberto Fernández."

 ##  "Es difícil imaginar cómo y cuándo puede comenzar a revertirse este deprimente panorama. Sin duda, requerirá una gran derrota política del Kirchnerismo, pero eso no será garantía de que un nuevo gobierno consiga las condiciones políticas y la inteligencia estratégica para producir los cambios con una secuencia e intensidad que conciten el apoyo popular imprescindible para asegurar su sostenibilidad en el tiempo. Lamentablemente, la pandemia, además de su enorme costo en término de vidas y desarticulación de las economías, está influyendo en el campo de las ideas económicas en una dirección que puede llevar a la dirigencia argentina, no sólo a la del kirchnerismo, a creer que recobran vigencia las prácticas fuertemente intervencionistas en todas las economías del mundo y que el expansionismo fiscal y monetario no sólo no es peligroso, sino necesario para asegurar crecimiento de la demanda y del nivel de ocupación. Este fenómeno que puede llegar a ser positivo en los países estables y bien organizados, en una economía con los desajustes macroeconómicos y estructurales de Argentina, se constituirá sin duda en un factor perturbador del diseño de las reformas necesarias y dificultará las disciplinas imprescindibles para remover la inflación de la economía. Y si no se logra erradicar la inflación, pensar en revertir las causas del estancamiento secular se transformará en una quimera".

 ##  "El Ministro Guzmán confía en que este comportamiento de las cuentas fiscales puede repetirse en los próximos meses, con lo cual podría llegar a sobre cumplir la meta de reducción del déficit fiscal primario. Eso le daría un importante argumento en la negociación con el FMI. Pero un examen más detallado de las cuentas fiscales de enero y febrero de 2021 pone de manifiesto que el ajuste fiscal que se está produciendo es consecuencia de un gran aumento de la recaudación impositiva y de un atraso importante de las prestaciones de la seguridad social en comparación con el resto de los gastos públicos. Estos comportamientos sólo pueden explicarse por el efecto de una inflación mucho más alta que la presupuestada. El aumento del 54% de los ingresos fiscales en los dos primeros meses de 2021, más del doble que el porcentaje de aumento durante todo el año 2020, se explica por un aumento del 78% de los recursos tributarios y sólo un 25% de los recursos de la seguridad social. Semejante diferencia deviene de tres factores: 

 *  el aumento de las retenciones agropecuarias por efecto de la devaluación y el aumento de los precios de las exportaciones; 
 *  la creación de nuevos impuestos y el aumento de alícuotas; 
 *  el aumento de la tasa mensual de inflación desde los últimos meses de 2020 hasta el mes de marzo de 2021 y la aceptación, hasta ahora sin grandes reclamos, de aumentos a los jubilados muy por debajo de la tasa de inflación.

El 45% de los gastos primarios durante los dos primeros meses de 2021, bastante por debajo del aumento del 63% que se observó durante el año 2020 con respecto a 2019, se logra con porcentajes de aumentos mucho más bajos que el promedio para las prestaciones de la seguridad social (29%) y los salarios del sector público (36%). Los todavía fuertes aumentos de los gastos en bienes y servicios (67%) y el déficit de las empresas del Estado (102%) indican que el ajuste de los gastos no se produce por una reforma estructural del sector público sino de ajustes nominales de salarios y jubilaciones por debajo de la inflación, mecanismo que sólo produce efectos transitorios, difícilmente sostenibles en el tiempo.

Además, el aumento del 59% de las transferencias al sector privado, que no son otra cosa que los subsidios que se pagan para evitar el aumento de las tarifas de los servicios públicos, es no sólo superior al promedio de aumento de los gastos, sino que puede llegar a aumentar mucho más como consecuencia de la oposición de la vicepresidenta a autorizar los aumentos que permitirían mantener el monto presupuestado de dichos subsidios.

Por todas estas razones, el curso de las cuentas fiscales no puede ser tomado como un avance sostenible hacia el equilibrio fiscal que necesitaría la economía para poder encarar un programa antiinflacionario con chances éxito. Por el contrario, el gobierno necesitará que la inflación se mantenga elevada para seguir
recaudando el impuesto inflacionario y los demás impuestos indirectos que también se alimentan del aumento de los precios
."

 ##  "Las alertas sobre el riesgo del estancamiento secular que viene haciendo desde algunos años Larry Summer para la economía global, se basan en un fenómeno de deficiencia keynesiana de demanda efectiva por lo que está asociado a la tendencia a la deflación que viene preocupando a los países avanzados desde la crisis global del 2008. La tendencia al estancamiento secular que se perfila en la economía argentina como consecuencia de la estrategia de mediano y largo plazo descripta en los párrafos anteriores, es de naturaleza opuesta a la que predice Larry Summer para los países avanzados. 

En nuestro caso, el estancamiento se originará en restricciones de oferta derivadas de las trabas comerciales, financieras y regulatorias a la producción y a la ausencia de inversiones productivas. Las medidas que se adopten para mantener elevado el nivel de la demanda efectiva, sólo producirán creciente inflación y no ayudarán al crecimiento sostenido de la economía. Por eso, será un caso raro, a nivel internacional, de estancamiento secular con inflación crónica, que bien podría denominarse 'estanflación secular'. A la dirigencia política argentina le resultará tan difícil encontrar la salida a la 'estanflación secular' que lo que lo que le resultó encontrar la solución al estancamiento de las décadas que precedieron a la hiperinflación de fines de los '80s y principios de los '90s. Puede ocurrir que la solución solo se encuentre después de una nueva hiperinflación."

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