EXPECTATIVAS DE INFLACIÓN

Las expectativas indican que la inflación no bajará

¿Axel Kicillof le miente a Cristina Fernández de Kirchner? ¿O es una mentira K-K a la sociedad argentina? Hay indicios concretos acerca de que la inflación no descenderá en la Argentina 2014. Pero el ministro de Economía afirma lo contrario, sin brindar argumentos sólidos. En cambio quienes advierten sobre la trayectoria de la inflación sí argumentan y, demostración de ello, aquí va una advertencia a Kicillof de la consultora Economía & Regiones: "La inflación está desacelerándose en términos intermensuales, es decir cuando se compara la inflación de un mes con respecto a la del mes anterior. Pero según nuestro análisis, la inflación intermensual sobrereacciona a variaciones del tipo de cambio, por lo que consideramos aconsejable prestarle más atención a la inflación interanual que a la inflación intermensual." Bueno, aquí el trabajo completo:

De izquierda a derecha, se exhibe que la suba del dólar blue (línea azul) y del dólar oficial (línea verde) impactan subiendo las expectativas de inflación (línea roja). En el medio, se muestra que el incremento de las expectativas de devaluación (rojo) impacta negativamente en la confianza del consumidor (verde). Paralelamente, a la derecha se aprecia que la caída de la confianza del consumidor (verde) reduce el nivel de actividad. (E&R de acuerdo con el relevamiento de la UTDT)

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Economía & Regiones). El año pasado decíamos que los principales problemas que enfrentaba la economía argentina eran el crecimiento anémico y la falta de creación de puestos de trabajo en el sector privado. 
 
Identificábamos que el origen del problema era la política fiscal desmedidamente expansiva que generaba déficits fiscales “costeados” con emisión monetaria, dada la falta de financiamiento genuino. 
 
En enero pasado estalló la crisis cambiaria y el BCRA tuvo que devaluar un 23% en un día, subir la tasa de interés para apuntalar la demanda de pesos y estabilizar el mercado cambio. De modo que el Central logró “comprar”tiempo para que el MECON corrigiera el déficit fiscal. 
 
Sin embargo, el gobierno no atacó el origen del problema. No moderó su política fiscal, ni siquiera ajustó la tasa de crecimiento del gasto público que alcanzó una expansión promedio del 41% en el 1er. trimestre del 2014. Ergo, no se redujo la dominancia fiscal y consecuentemente el BCRA tendrá que emitir más pesos para financiar al Tesoro que en 2013. 
 
De hecho, lo más probable es que el BCRA deba emitir alrededor de $130.000 millones para financiar al Tesoro en 2014, lo que representaría casi un 40% más que en 2013 ($93.000 millones). 
 
Los efectos negativos potenciales de las políticas fiscales y monetarias expansivas sobre el nivel de actividad y el empleo se comprenden incorporando las expectativas del público. Las expectativas de inflación son racionales y tienen en cuenta el frente fiscal, monetario y cambiario. 
 
Con mayor gasto, déficit y más alta emisión monetaria, el público aumenta sus expectativas de inflación y espera más devaluación. Los agentes económicos aumentan su demanda de dólares. Caen las reservas, se encarece el dólar blue y se reduce la confianza del consumidor, el público pospone consumo presente induciendo una caída del nivel de actividad y del empleo. 
 
De modo que se efectiviza un círculo vicioso entre expectativas de inflación, dólar, expectativas de devaluación, inflación y nivel de actividad. 
 
De acuerdo con el relevamiento de la UTDT (Universidad Torcuato Di Tella), en mayo 2014 la inflación esperada a nivel nacional subió 1 punto porcentual con respecto al mes anterior, ubicándose en 38.6% anual. 
 
El alza de las expectativas de inflación se da tanto en la Ciudad de Buenos Aires, como en el Gran Buenos Aires y el Interior del País. La inflación esperada sube tanto para los sectores de menores ingresos como para los de mayores ingresos, ubicándose en 39,2% y 37,3% respectivamente. 
 
El punto es que las expectativas de inflación son la variable más relevante a la hora de explicar la inflación; mucho más significativas que el nivel de actividad. En otras palabras, aunque el nivel de actividad caiga, la inflación sube porque las expectativas de inflación aumentan. 
 
Desde la 2da. mitad del 2011 el nivel de actividad se resiente pero la inflación no cede terreno, por el contrario su tendencia comienza a ser estructuralmente alcista en forma creciente de la mano de las expectativas de inflación. Es decir, con el paso del tiempo las expectativas de inflación del público son cada vez más relevantes para explicar la inflación (observada) que el nivel de actividad.
 
Por ende, la inflación puede bajar si y sólo si bajan las expectativas de inflación. Es decir, si el gobierno quisiera bajar la inflación, lo primero que debería hacer es atacar las causas que alimentan dichas expectativas. 
 
La tendencia creciente de las expectativas de inflación viene dada por el desborde fiscal, el aumento del déficit fiscal y de la emisión monetaria destinada a asistir al Tesoro. A mayor gasto y mayor déficit, más emisión; por ende mayores expectativas de inflación (y devaluación). 
 
En pocas palabras, las expectativas de inflación y el ritmo de inflación bajarán si y sólo si se reduce la tasa de crecimiento del gasto público y el ritmo de expansión de la emisión monetaria del BCRA. 
 
2 cosas que el gobierno pareciera no encarar, al menos por ahora, ya que no sólo no reduce el ritmo de crecimiento del gasto, sino que lo aumenta. Los agentes esperan más déficit y más emisión del BCRA, por ende descuentan más inflación en el futuro. 
 
En este marco, las expectativas de inflación tienen tendencia creciente y arrastran a la inflación observada. 
 
En los últimos 12 meses la tasa de inflación interanual aumentó más de 16 puntos porcentuales, pasando del 24% (mayo’13) al 40% (mayo’14) interanual. En lo que va de este año se aceleró de 27% a 40%.
 
Sin embargo, la inflación está desacelerándose en términos intermensuales, es decir cuando se compara la inflación de un mes con respecto a la del mes anterior. De hecho, la inflación de mayo’14 arrojó un resultado del 2%, inferior a abril’14 (3%); marzo’14 (4.3%) y febrero´14 (5%). 
 
¿Por qué la inflación interanual se acelera pero la comparación del mes contra mes baja? 
 
Según nuestro análisis, la inflación intermensual sobrereacciona a variaciones del tipo de cambio, por lo que consideramos aconsejable prestarle más atención a la inflación interanual que a la inflación intermensual. 
 
Con un ejemplo se entiende claramente este fenómeno. La inflación de febrero’14 (5%) sobrestimaba la inflación mientras que la de mayo’14 (2%) la subestima. La 1ra. implicaba un 79% anualizado y la 2da. un 27% anual. En la actualidad la inflación de Argentina no es ni 79% ni 27% anual, sino que está en un punto intermedio. 
 
La inflación de febrero era demasiado elevada porque estaba “inflada” por la devaluación del 23% acontecida en el mes anterior. Por el contrario, la inflación de mayo’14 es baja, porque está contenida por un tipo de cambio fijo. 
 
En este sentido y en línea con lo acontecido en 2013/2014, la inflación intermensual volvería a acelerarse si el tipo de cambio se deslizara hacia el alza. 
 
A modo de ejercicio, se podría imaginar que el tipo de cambio continúe en los niveles actuales hasta fin de año y se logra que la inflación se mantenga en 1.8% mensual durante todos los meses del 2do. semestre. En este escenario con tipo de cambio fijo e inflación menor al promedio 2010/2013, el aumento del nivel general de precios ascendería al 35% anual en 2014, un resultado superior a la inflación de mayo’14 anualizada (27%). 
 
Sin embargo, pareciera poco probable que el tipo de cambio pueda mantenerse fijo hasta fin de año y suena aún menos probable que la inflación pueda mantenerse en 1.8% mensual todos los meses del 2do. semestre. Por lo tanto, lo más probable es que la inflación anual se ubique “cómoda” por encima del 35%. 
 
Según nuestro análisis, a lo máximo que podría aspirar el gobierno sería a que la inflación se mantuviera en torno a los niveles actuales en los cuales la inflación se ubica en 40% interanual. 
 
No obstante, lo más probable sería que el tipo de cambio se depreciara en el 2do. semestre y la inflación mensual se volviera a acelerar con respecto al último dato de mayo’14 (2.0%).
 
De acuerdo con nuestras estimaciones y dependiendo de lo que haga el gobierno en materia de política fiscal y monetaria, también es probable un escenario en el cual la inflación interanual sigue subiendo, alcanzando valores que podrían ubicarse en 43%/45% en la comparación interanual de diciembre’14 contra diciembre ’13, con lo cual el promedio anual se ubicaría en 38%/40%.

Fuente: Urgente24

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