ROLANDO ASTARITA Una muestra de cómo el Anti-Marx “demuele” a Marx

 Una muestra de cómo el Anti-Marx “demuele” a Marx

Un lector del blog comentó recientemente que “en los medios liberales españoles J. R. Rallo es considerado una estrella, que es capaz de ‘demoler’ a Karl Marx y el marxismo”. Partidarios de la escuela austriaca se manifiestan en el mismo sentido.

Pues bien, aquí va un botón de muestra del nivel científico que alcanza este fenómeno austriaco – liberal – antimarxista. En pág. 46 del Anti-Marx, (edición E-book), Rallo atribuye a Marx la idea de que “[e]l capitalismo es… un modo de producción que se reproduce a sí mismo de manera amplificada: cada vez más trabajadores tienen menos y cada vez menos capitalistas tienen más, lo que conduce a una explotación cada vez más amplia y profunda”.

 Primera cuestión: ¿dónde Marx dijo que a medida que el capitalismo se reproduce de manera amplificada los trabajadores tienen cada vez menos? ¿Puede citar el crítico en qué pasaje de El capital, Teorías de la plusvalía, los Grundrisse, “Salario precio y ganancia”, Marx ha dicho tal cosa?

La realidad es que la afirmación de que los trabajadores, en el capitalismo, tendrán “cada vez menos” (o sea, menos bienes de consumo), no tiene nada que ver con la teoría del salario de Marx. Sobre este tema recomiendo “Sobre la apreciación crítica de la teoría marxiana del salario”, en Génesis y estructura de “El capital” de Marx (México edición Siglo XXI) de Román Rosdolsky. Algunas cuestiones básicas.

En primer lugar, existe una única ley salarial esencial en el marxismo, y es que el salario nunca podrá ascender tanto como para que la ganancia se reduzca al punto que el capitalismo deje de invertir. Una cuestión que es explicada por Marx en el capítulo 23 del tomo 1 de El capital.

En segundo término, en el capítulo 15, también del tomo 1 de El capital, Marx plantea que las magnitudes relativas de la plusvalía y el precio de la fuerza de trabajo están condicionadas por: a) la duración de la jornada laboral; b) la intensidad normal de la jornada de trabajo; c) la fuerza productiva del trabajo. Lo importante para lo que nos ocupa es que, como señala Rosdolsky, “una modificación de cualquiera de estos tres factores puede conducir a un incremento de los salarios reales” (p. 323; énfasis agregado). Por ejemplo, si se prolonga la jornada de trabajo pueden crecer al mismo tiempo la plusvalía y el salario que recibe el obrero por jornada laboral. En épocas de fuerte acumulación del capital las horas extra constituyen una fuente de ingresos para los obreros. Algo similar puede ocurrir cuando aumenta la intensidad del trabajo.

Sin embargo, la variable más importante en este asunto son los cambios de la productividad del trabajo. Es que si aumenta la fuerza productiva pueden acrecentarse simultáneamente la plusvalía y la masa de medios de consumo que van a los asalariados. El valor de los medios de subsistencia fisiológicamente necesarios solo determina el límite inferior del valor de la fuerza de trabajo. Marx no afirmó otra cosa. Y no hay razón para que el nivel del salario deba establecerse, tendencialmente, en ese mínimo. Enfatizamos: Marx jamás negó que los avances de la productividad podían redundar, al menos parcialmente, en mejoras en la situación de los obreros. Por caso, Rosdolsky cita Teorías de la plusvalía donde Marx dice que cuando aumenta la productividad los trabajadores “fuerzan cuantitativamente una participación en el ingreso de la riqueza general”. En Salario, precio y ganancia también se refiere a que los obreros pueden participar, en algún grado, del desarrollo de la productividad, aunque ello vaya acompañado muchas veces del aumento de la plusvalía. Cuestiones que se vinculan a la distinción entre el salario real y el salario relativo: el primero expresa el precio de la fuerza de trabajo en términos de las mercancías que permite adquirir; el segundo expresa la participación del trabajo en el valor nuevo creado por él (Rosdolsky, p. 329). Por lo cual una caída tendencial del salario relativo es algo bastante distinto de una caída tendencial del salario real.

Pero además, Marx criticó la “ley de bronce del salario” que defendía Lasalle, inspirado en Ricardo. Según este último, los salarios tendían hacia el nivel mínimo de subsistencia fisiológica. Es que cuando crecía la acumulación capitalista, aumentaban los salarios por encima del nivel de subsistencia; por lo tanto, (Malthus mediante) aumentaban los nacimientos; el proceso seguía hasta que el capital era insuficiente para emplear esa mano de obra; lo que provocaba la recaída de los salarios al nivel de subsistencia; lo que llevaba a un nuevo arranque de la acumulación. Esto es Ricardo, o Lasalle, pero no Marx. En la teoría de Marx es la acumulación del capital la que rige las oscilaciones de la sobrepoblación relativa (y por lo tanto el ejército de desocupados), y no al revés. Pero si esto es así, no hay manera de hacerle decir al autor de El capital que el salario en el capitalismo tiende al nivel de subsistencia. De lo cual se desprende que Marx tampoco pudo haber adherido a la tesis de la pauperización general y creciente de la clase obrera no se sostiene.    

Lo cierto es que en la obra madura de Marx –de los Grundrisse en adelante- no hay rastros de que adhiriera a tal concepción de la pauperización de la clase obrera. No solo no hay rastros; tampoco encaja en su teoría económica. Escribe Rosdolsky: “… de lo que se trata es… única y exclusivamente la cuestión de si del sistema económico del marxismo, de las leyes de la evolución de la producción capitalista formuladas por Marx, se desprende la necesidad de un empeoramiento absoluto y progresivo de la situación de la clase obrera (o su ‘pauperización’). De si es verdad que, según Marx… la concentración y acumulación del capital tendría que llevar no a un aumento sino, a la inversa, a una disminución de los salarios reales” (p. 337). Más abajo: “… lo que importa es si en el edificio doctrinario económico de Marx es posible encontrar efectivamente razonamientos que señalen la inevitabilidad de un empeoramiento no relativo, sino también absoluto, de la situación de la clase obrera en el capitalismo” (ibíd.).    

Segunda cuestión, ¿de dónde saca Rallo que, según Marx, habría cada vez menos capitalistas? La clase capitalista crece numéricamente a medida que se desarrolla y despliega el capital. En el siglo XIX el capitalismo estaba en plena expansión, un hecho evidente y que Marx jamás negó. Pero entonces, ¿con qué lógica pudo haber afirmado que el capitalismo se expandía y que al mismo tiempo habría menos capitalistas? Por ejemplo, Marx escribió que la entrada de los ferrocarriles ingleses en India daría lugar a un capitalismo indio. ¿Cómo podría ocurrir esto sin que aumentara la cantidad de capitalistas indios? Y si Marx consideraba que el capitalismo generaba un mercado mundial cada vez más profundo, ¿cómo podría crecer este mercado sin que crecieran las relaciones de producción capitalistas, y por lo tanto el número de capitalistas? ¿Dónde dijo Marx que los capitalistas serían cada vez menos? ¿Pueden decirlo los críticos liberales?

Tercera cuestión: Marx efectivamente habla de polarización social (concentración creciente de la riqueza en un polo, creciente clase obrera que se empobrece relativamente), pero no es esto lo que “conduce a una explotación cada vez más amplia y profunda”, sino al revés, es la explotación “cada vez más amplia y profunda” la que genera la polarización creciente.

Para terminar: es solo un botón de muestra (y hay muchos otros del mismo tenor en el Anti-Marx), pero significativo. Es que la teoría del salario en Marx es esencial para la comprensión de un sistema que se basa precisamente en el trabajo asalariado. De la misma manera, la reproducción ampliada del capital es inescindible de la reproducción ampliada de la relación capitalista, y por lo tanto, de la misma clase capitalista. Por último, la relación entre explotación y la polarización debe ser establecida en sus términos correctos. Sobre las tres cuestiones Rallo le atribuye a Marx ideas que, además de estar en oposición a su enfoque teórico general, son desmentidas por la realidad del capitalismo. En particular, los salarios reales de la clase obrera son mayores que hace, digamos, 100 o 150 años; y la clase capitalista ha crecido numéricamente en el mismo período. A la vista de esto, me pregunto ¿a qué le llamará “ciencia” esta gente? ¿Esta es su manera de “demoler” a Marx?


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Excel atajos de teclado que ahorran tiempo

SanCor Desaparece

Oil Closes the Month on a Strong Note