EMISIÓN MONETARIA
informe del Estudio Massot & Monteverde
La base monetaria se expandió en noviembre a una tasa de 38,7% interanual; y en los primeros días de diciembre se aceleró con fuerza, a un ritmo de 47,1 % frente a un año atrás.
La suba en el mes —2,5%— superó a la tasa de inflación real y triplicó el aumento del índice de precios al consumidor del INdEC.
La masa de dinero en poder del público creció por encima, incluso, de la emisión de base.
> Eso se reflejó en un incremento de $ 4.500 millones en el dinero en poder del público mientras que el efectivo en bancos y las cuentas en el BCRA se contrajeron $ 1.000 millones.
> Esta preferencia por el efectivo por parte de la gente ha llevado a que el circulante represente un récord de 50,6% del M2 privado. (N. de la R.: M2 es circulante en poder del público + los cheques cancelatorios en pesos y los depósitos en cuenta corriente y encajes de ahorro de los sectores público y privado no financieros en pesos).
La emisión para financiamiento al sector público fue el principal factor de expansión: en noviembre se giraron unos $ 10.800 millones al Tesoro.
> Esta emisión fue esterilizada casi en su totalidad por el crecimiento $ 10.600 millones en los pases pasivos realizados por bancos públicos.
> La cancelación de LEBAC expandió la base en $ 2.700 millones.
> Y otros $ 670 millones se originaron en la compra de divisas.
Al día de hoy, nuestros pronósticos sobre evolución de las reservas se han hecho realidad y la crucial relación base monetaria / reservas se ha debilitado marcadamente.
Con el comienzo de diciembre la base experimentó un brusco salto de casi $ 20.000 millones.
> Esto fue resultado de cancelaciones de pases del sistema bancario con el BCRA.
> A ello se agregó que el día 7 volvieron a cancelarse pases, aunque esta vez por $ 1.200 millones.
> Y el 5, por 4ta. semana consecutiva, el Banco Central se negó a convalidar las subas de tasas exigidas por los bancos en la licitación de letras y notas y debió inyectar $ 1.100 millones.
Con estos movimientos, al finalizar la primera semana del mes la base monetaria alcanzó el récord de $ 291.370 millones.
Las reservas brutas a ese día sumaban U$ 45.397 millones.
> Ese número incluía —además de los préstamos de corto plazo de divisas de otros bancos internacionales y los encajes de los siempre menguantes depósitos en dólares— US$ 2.596 millones que el gobierno retiró del Central el viernes 14.
> Esto significa que las reservas brutas —siguen incluyendo más de US$ 1.000 millones de préstamos de bancos y más de US$ 8.000 millones de encajes— se ubican ahora en el orden de los US$ 43.000 millones.
> El año seguramente finalizará algo por debajo de esa cifra, lo que implicaría una caída de más de US$ 3.300 millones frente al cierre de 2011 y corroboraría nuestro pronóstico original —ratificado meses atrás, cuando algunos colegas sostenían que este año terminaría con hasta US$ 48.000 millones de reservas.
El ratio base / reservas brutas arroja ahora una relación superior a $ 6,80 por dólar.
Diciembre es el período en el que históricamente se concentran las mayores transferencias del BCRA al Tesoro.
> Esas transferencias significan emisión primaria de pesos.
> Se estima que el Central deberá girar más de $ 30.000 millones al Tesoro en este mes, lo que llevaría aquel ratio a $ 7,50.
El actual manejo monetario sigue una senda aritméticamente explosiva.
Se emiten cada vez más pesos —nada menos que unos $ 90.000 millones respecto a un año atrás— para sostener el gasto estatal y comprar dólares.
Pese a que las compras de divisas suman más de US$ 9.000 millones en ese mismo período, las reservas caen casi US$ 3.400 millones.
Eso arroja una salida de US$ 12.400 millones —notable si se tiene en cuenta que a lo largo de esos 12 meses rigió un implacable cepo cambiario y comercial— que obedece a que las divisas que se compran son insuficientes para hacerse cargo de los vencimientos de deuda y las compras de combustibles resultantes de la funesta política energética.
Todo esto significa que, mientras la montaña de pesos crece a ritmo de vértigo, cada vez hay menos dólares en respaldo de esos pesos; obviamente, esta mecánica es insostenible en el tiempo.
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