ESTUDIO MASSOT & MONTEVERDE - La devaluación que viene
Aquí algunos datos para acompañar la evaluación, del estudio Massot & Monteverde:
• La asistencia del BCRA al Tesoro, computando la transferencia de pseudo utilidades y los adelantos transitorios, totalizó hasta julio $ 1.472.000 MM.
• Ello configuró un récord, al alcanzar 5% en términos del PBI.
• Guarda relación directa e inmediata con el déficit fiscal acumulado en ese mismo período, de $ 1.377.000 MM.
• El déficit primario acumulado representa 3,6% del PBI.
• Y el déficit financiero llega a 4,7%.
• El resultado primario observado en julio apunta a un quebranto primario proyectado para todo 2020 de 8,5%.
• El gobierno recurrirá al BCRA hasta el límite legal de asistencia que le concede la Carta Orgánica.
• Eso equivale a un margen adicional de financiamiento por vía monetaria de algo más del 50% de lo ya emitido.
• Impulsados por la emisión monetaria y la creación artificial de demanda de dinero provocada por la mal llamada cuarentena, los agregados monetarios han crecido 5 veces lo que se expandió el crédito; esto representa un grave riesgo de desestabilización.
• Para evitar una aceleración descontrolada de la inflación una vez que la demanda artificial de dinero comience a desarmarse, el BCRA deberá absorber en los meses venideros la masa de dinero inyectada.
• En un marco tan delicado el gobierno deberá optar entre incrementar las restricciones de acceso al mercado cambiario, reconocer ajustes al alza en el tipo de cambio oficial o disponer de instrumentos para frenar el avance de la brecha cambiaria. No debiera extrañar que recurra a una combinación de estas alternativas.
• El cupo de los US$ 200 es probable que en el futuro sea modificado introduciendo diferencias entre el dólar banco (dentro del circuito) y el dólar billete.
• El gobierno está negociando la posibilidad de convertir a dólares una parte del swap de monedas con China —se habla de algo más de US$ 3.000 MM—, lo que tendría un costo de 7% anual. Otra posibilidad para hacerse de liquidez es vender las tenencias de oro, que representan unos US$ 4.000 MM.
• La suba de tasas es, por ahora, negada enfáticamente por los funcionarios del Central.
• Pero el centro de la estrategia, a partir del canje de deuda, pasaría por vender bonos en poder del BCRA para así frenar el contado con liquidación.
• Después del canje dispondrá de más bonos para intervenir en ese segmento y en el MEP.
• Los bonos del Tesoro no negociables que el Central tiene en su balance provenientes del canje de las Letras Intransferibles a 10 años se convertirán en bonos negociables.
• El valor de mercado de esos instrumentos representaría poco más de US$ 7.500 MM.
• Esto le concedería una suficiente capacidad de maniobra aunque al costo de reconocer un deterioro patrimonial.
• Vendiendo esos títulos contra pesos, el BCRA presionaría a la baja los tipos de cambios paralelos, a la vez que retiraría pesos de circulación, sin necesidad de actuar directamente sobre las tasas de interés (aunque el efecto final es una suba de las tasas).
• Si esto no fuera acompañado —y todo indica que no lo será— por un plan de estabilización y reencuadramiento fiscal y un marco jurídico efectivo de respeto de los derechos de propiedad y los mecanismos de precios, lo único que se logrará es amordazar transitoriamente el dólar, subsidiando la fuga y debilitando a la entidad monetaria.
• Lo que el gobierno parece no comprender es que, en las presentes condiciones de bajísima productividad y elevado costo argentino, el tipo de cambio oficial requiere una urgente y significativa corrección.
• El problema obvio de tal ajuste, sea que llegue por las buenas o por las malas, es el impacto que tendrá en la inflación.
• Si el dólar oficial es insuficiente en términos de nuestra competitividad, el tipo de cambio correspondiente a tres quintas partes de nuestras exportaciones resulta ridículamente bajo por efecto de los derechos aduaneros que las gravan.
> La retención de granos suma al menos US$ 10.000 MM.
• Los productores agrícolas acopian 18,5 MM toneladas de soja física disponible.
• A ello se añaden 8 MM ton a fijar precio.
> En maíz la cuenta resulta en 13 MM ton por un valor de US$ 2.200 MM. La brecha entre el dólar que los productores sojeros reciben y el blue es casi 200%.
> Por esta razón se está hablando de reimplementar, como medida paliativa, el diferencial en las retenciones de harina y aceite de soja.
> La actividad de la industria aceitera cayó en julio 21% respecto a un año atrás.
> En este marco, la liquidación total de divisas alcanzaría este año los US$ 20.240 MM, un retroceso de 14,6% respecto a 2019.
• En tanto y en cuanto las condiciones macro y microeconómicas no se modifiquen radicalmente, la crisis cambiaria está garantizada.
Comentarios