Ley de Presupuesto 2023: Dibujo, polémica y ¿acuerdo?

 

Ley de Presupuesto 2023: Dibujo, polémica y ¿acuerdo?

Ley de Presupuesto 2023 en medio de una Grieta feroz. No será fácil pero otro año sin Presupuesto sería horrible. Aquí el ABC de todo Presupuesto.

Por URGENTE24

Ley de Presupuesto y coprotagonistas seguros: Sergio Massa, Eduardo De Pedro, Cristian Ritondo y Mario Negri.

Otra vez, tal como todos los años, comienza a debatirse el proyecto de Ley de Presupuesto, en este caso el que estará vigente en 2023, recordándose que en 2022 el oficialismo perdió la votación y no hubo Ley de Presupuesto Nacional. Siempre el cuadro previsto de ingresos y egresos de la Nación Argentina es bastante controversial, ya que, más allá de que nunca se cumple a rajatabla, lo cierto es que marca ciertos lineamientos básicos para todo un año en materia socioeconómica, y siempre algunos o bien muchos intentan forzar la obtención de una tajada mayor. Varios, o todos, gobernadores, sindicatos, corporaciones empresariales, etc. aprovechan el escenario para ganarse sus bonus track. Ocurrieron situaciones peores, tal como cuando se incluyó, y aprobó, en sucesivos presupuestos, muchas cesiones de poder del Legislativo al Ejecutivo, en particular acerca de la reasignación de partidas. Más allá de todo eso, vamos a analizar el proyecto desde la teoría económica, luego vamos a ver cómo se elabora en la Argentina y, por último, cuáles son los puntos centrales a tener en cuenta para el debate 2023.

¿Por qué no hubo Presupuesto 2022? Hay que recordar el discurso incendiario del diputado nacional Máximo Kirchner, por entonces jefe del bloque oficialista, que terminó provocando la ruptura con la oposición. No le estaba yendo bien al oficialismo pero al menos se había acordado regresar el proyecto a la Comisión de Presupuesto para realizar ajustes.

Por si lo olvidó, se lo recordamos:


Sergio Massa era el presidente de la Cámara Baja y conoce la trama confidencial de todo lo que sucedió. Es previsible que mantenga acuerdos parlamentarios con sectores de la oposición para lograr la aprobación. Al menos esa es la expectativa de la mayoría de los agentes económicos. Pero eso es política. Volvamos a lo que es propia de la técnica presupuestaria.

Sergio Massa y Kristalina Georgieva: esta imagen deberá corroborarse en el Presupuesto 2023.


La Teoría

Es crucial entender la importancia de lo que se vota en el Congreso porque marca la agenda del próximo año. Es cierto que nuestros políticos de turno, dada la evidente ignorancia (o desinterés) que exhiben, no leen el trabajo de más de 70 páginas, y menos los anexos, y sólo dedicarán su atención a las proyecciones que no se cumplirán pero es lo más fácil para postear en las redes sociales, y en privado a algunos asuntos en particular. No obstante, si se tomaran su trabajo en serio podrían exigir más o abrir un debate acerca de los caminos a seguir.

En el presupuesto público se observan cuáles son las acciones que tomará el gobierno en materia

  • monetaria (emitiendo o no moneda, que es equivalente a todos los bienes y servicios del país),
  • fiscal (inversión, gasto público y recauda ción fiscal),
  • cambiaria (determinar el tipo de cambio),
  • de ingresos (salario mínimo, impuestos a transferencias de ingresos) y
  • externa (balanza comercial).

El Presupuesto es elaborado por el Ministerio de Economía, aprobado por el Poder Legislativo pero su ejecución depende de la Jefatura de Gabinete de Ministros aunque la Oficina de Presupuesto se encuentra en jurisdicción de Hacienda. Se supone, en cualquier caso, que Sergio Massa se encuentra empoderado como para que Juan Manzur no decida casi nada.

El objetivo consiste en que el gobierno declare

  • cuánto va a gastar en 2023 y
  • cómo/con qué lo hará.

Esto último es crucial y es lo que agita los ánimos en el Legislativo. Las preguntas fundamentales siempre son:

  1. ¿Cómo se llevará a cabo ese objetivo?
  2. ¿Los objetivos son compatibles entre sí?
  3. ¿Hay poder político para ejecutarlo?

Vamos a un ejemplo sencillo: si en el presupuesto público se establece un crecimiento del gasto y una reducción de la inflación, son objetivos incompatibles entre sí.

No sólo impacta en forma negativa sobre la demanda de dinero sino que también, muy probablemente, se recurrirá a una mayor emisión monetaria para financiar al Fisco. Esto terminará erosionando el valor de la moneda propia.

Marcos Peña y Nicolás Dujovne: sus presupuestos no fueron felices.


2 concept os: déficit y superávit fiscal
  • Déficit presupuestario: sucede cuando el gasto del Estado, esto es la compra de bienes y servicios, excede sus ingresos provenientes de los impuestos que le cobran a los pagadores de impuestos.
  • Superávit presupuestario: cuando los ingresos fiscales superan las erogaciones del Estado.

En general, podemos hablar de una política fiscal discrecional: esto es atenuar los máximos y mínimos de los ciclos económicos por medio de la política fiscal, ya sea reduciendo/incrementando el gasto público o subiendo/bajando los impuestos. Es muy controversial este punto ya que no existe evidencia empírica de ningún tipo que demuestre que una unidad adicional en el sector público compense toda la pérdida del sector privado por esa transferencia de recursos.

También existe lo que llamamos en economía 'reglas fiscales', y es lo que nos brindaría mayor previsibilidad si lo cumpliéramos: son las restricciones legales a cumplir de variables fiscales como déficit fiscal, endeudamiento, etc. Siempre vienen acompañadas de una cláusula que permite flexibilizar el cumplimiento de las reglas (hecha ley... hecha la trampa), aunque sólo en situaciones extremas (la famosa 'excepcionalidad'). Esa cláusula fue impuesta por Juntos por el Cambio, en 2016 (Administración Mauricio Macri), cuando se permitió que el jefe de Gabinete de Ministros tuviera la flexibilidad necesaria para "cambiar" los números del presupuesto a su antojo.

Existen 2 enfoques sobre el rol del sector público:

  • Clásicos: establecen que en el largo plazo hay una tendencia al pleno empleo y que la economía posee mecanismos autocorrectores que hace innecesaria la intervención estatal. Por lo tanto, hay que reducir el gasto público y el presupuesto público debe mantenerse equilibrado. Hacia aquí se va a dirigir el di scurso de los liberales y, se supone, los 'halcones' de Juntos por el Cambio, aunque no es lo que hicieron cuando estuvieron en el gobierno.
  • Keynesianos: los salarios y precios no son flexibles. Por ende, si hay una contracción económica, el sector público puede estimular la demanda agregada con una política fiscal expansiva aún si eso implica un incremento del déficit fiscal. Es el discurso tradicional del Frente de Todos y de la izquierda, contra el que tendrá que esforzarse Sergio Massa, curiosamente ministro de Economía del Frente de Todos.

Lo novedoso en 2022 será cómo Massa, que tiene un compromiso con el FMI y quiere ganar credibilidad en Washington DC, consigue el equilibrio o el voto de clásicos y keynesianos.

Lo interesante en 2022 es que habrá referentes académicos en los recintos, y no sólo Ricardo López Murphy, Javier Milei y Martín Tetaz.

Pocos conocen de Presupuesto en la Argentina tal como Ricardo López Murphy. Tiene una oportunidad para demostrarlo.


La Cocina

Ahora, veamos cómo se elabora el proyecto de Presupuesto Nacional:

1. Formulación presupuestaria: el Poder Ejecutivo establece todas las prioridades en materia de política pública. Se elabora un escenario con proyecciones de las principales variables macroeconómicas, los recursos y los gastos para cumplir determinados objetivos. Todo bajo un marco de "ceteris paribus" (Siendo el resto de las cosas igu ales) en el que se enfatiza que, de haber, por ejemplo, shocks exógenos, estaría sujeto a cambios. Los organismos de la Administración Pública Nacional elaboran sus propias estimaciones llamadas Anteproyectos, los cuales contemplan las proyecciones de créditos de recursos, gastos y la producción de bienes y servicios estimada que se brindará a la sociedad. La Oficina Nacional de Presupuesto analiza los Anteproyectos remitidos, y junto con los lineamientos establecidos por la Jefatura de Gabinete de Ministros.

2. Discusión y aprobación: este proyecto de ley se envía a la Cámara de Diputados donde es discutido, modificado y votado; luego irá al Senado.

3. Ejecución presupuestaria: el Ejecutivo distribuye el Presupuesto de gasto al máximo nivel de desagregación, instrumento necesario para dar el efectivo inicio al ejercicio fiscal. Todos los organismos empiezan a utilizar sus recursos e informan trimestralmente la evolución de sus objetivos.

4. Evaluación y control: la Oficina Nacional Presupuesto va evaluando y controlando de forma trimestral esos gastos e ingresos. Al final del año, la Oficina Nacional de Presupuesto, participa en la confección de la Cuenta de Inversión, esencialmente en el apartado asociado a la gestión físico - financiera del ejercicio concluido.

5. Rendición de cuentas: cuando se cierra el año presupuestario se publican los ingresos y gastos de Administración Central, Organismos Descentralizados, Instituciones de Seguridad Social, Universidades Nacionales, Sociedades y Empresas del Estado, Fondos Fiduciarios y Entes Públicos.

Javier Milei, desde La Libertad Avanza, se supone que también podrá aportar al debate presupuestario, al menos desde medios de comunicación y redes ya que no fue incorporado a la Comisión de Presupuesto: ¡...!


La Anatomía

El Presupuesto se divide en 2 componentes:

  • Gastos
  • Recursos

Los gastos se dividen en:

  • Gastos corrientes: esto es el gasto de consumo; remuneraciones; bienes y servicios; bienes de uso; y transferencias.
  • Gastos de capital: inversión real directa; transferencia de capital e inversión financiera.

En la literatura siempre se recomienda hacer foco en los gastos de capital más que en los corrientes ya que suelen ser un complemento para el sector privado y no una carga para este como si los primeros. Es decir, la construcción de una ruta que facil ite el acceso a regiones ayuda a la red de distribución de una cadena productiva. Ahora, un empleado estatal que se dedique a sellar papeles que presentan las empresas, solo obstaculiza la labor del sector generador de riqueza.

Los ingresos provienen de:

  1. Recursos tributarios: impuestos al consumo; a la renta; al patrimonio, etc.
  2. Recursos patrimoniales: aprovechamiento de tierras fiscales; participación de sociedades; etc.
  3. Operaciones de crédito público: colocaciones de deuda de corto, mediano y largo plazo.
  4. Tarifas públicas: lo que se obtiene en contraprestación de un servicio público
  5. Emisión monetaria: impuesto inflacionario
  6. Contribuciones de la Seguridad Social: ingresos de los que aportan al sistema de Seguridad Social.

¿Cuáles son los puntos centrales del Presupuesto 2023?

  • Reducción del déficit fiscal: el gobierno deberá llevar, según lo acordado con el FMI, el déficit prim ario al 1,9% del PBI. La idea del gobierno es que sea a través de una reducción de los subsidios económicos y eliminación de exenciones impositivas.
  • Inflación: se estima una inflación anual del 60%.
  • Dólar: $269 para finales del próximo año.
  • Superávit comercial de US$12.300 millones por incremento de las exportaciones por arriba de la suba de las importaciones.
  • Crecimiento económico: del 2% para 2023.

Uno de los puntos centrales es cómo piensan seguir sosteniendo un tipo de cambio atrasado hasta 2023. Más allá de que este año van a entrar más dólares, si se continúa con la política, se repetirá el ciclo hacia fin del 1er. semestre. Es estacional: el BCRA se queda sin dólares tratando de sostener el tipo de cambio, la brecha crece y en un año electoral es complicado, en especial cuando los precios de las commodities comienzan a estabilizarse o sea que no hay viento de cola.

Eso no es compatible c on un crecimiento económico del 2% ya que si faltaran los dólares para importar, impacta en sectores claves tal como el de la construcción y la manufacturera. Pero esto es algo que conocen tanto Raúl Rigo, secretario de Hacienda, como los técnicos del FMI. Se espera conocer cuál será el mecanismo de neutralización del riesgo.

La inflación del 60% anual merece para algunos la lectura de que es un objetivo muy tímido, y otros dicen que es absolutamente imposible que se cumpla en un escenario de inestabilidad, y con una inercia preocupante. El impacto sobre las expectativas es importante.

En cualquier caso, no parece muy consistente el proyecto. Aunque también es cierto que el equipo económico tuvo apenas 1 mes para ajustarlo, mientras ejecutaba otras tareas propias de la emergencia e intentaba cumplir con el FMI. Luego, tampoco es nada diferente a lo convencional. Por último, alguna vez habrá que trabajar en un Presupuesto Base 0 p orque actualizar partidas por inflación y restarle lo que se pueda, tal como sucede desde hace décadas, tampoco resulta una técnica apropiada de gestión.

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