SWISS MEDICAL GROUP Claudio Belocopitt, quien mal anda.

 


Claudio Belocopitt: En el barrio, a esa gente, en un exabrupto, la llamaban "Bocón".

Claudio Belocopitt es un contador público nacional, especialista en cuestiones financieras, que llegó al mundillo de la salud al quedarse con Swiss Medical Group y ejecutar negocios que, al diversificarse, parecen priorizar más la rentabilidad que hacer foco en la sanidad. Imposible que algo semejante termine bien si, además, el personaje es arrogante de alto perfil y escaso brillo intelectual ("A mi no me da culpa ser millonario", ¿recuerdan?).

Hace 3 semanas, Urgente24 advirtió que Claudio Belocopitt se convertía en un símbolo del Ajustazo, y por verborragia propia, no de terceros.

UAS: Guillermo Lorenzo, vicepresidente de ADECRA; Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical; y Gabriel Barbagallo, de OSDE y ACAMI.


Por lo tanto, no sorprendió que Belocopitt haya sido insultado en su propia ostentosa parrilla y el interrogante, en todo caso habiendo escuchado la opinión de muchos afiliados, es ¿cómo fue que demoró tanto el escrache? Sin duda él ha sido un mesadinerista afortunado.

El problema no es sólo Belocopitt sino la Unión Argentina de Salud, que lo convirtió en su referente, vocero y presidente. Otra demostración de que la UAS abandonó hace tiempo la defensa de los intereses de sus afiliados / clientes / usuarios, y ya es un enigma cuál es su propósito presente. Sobrevivir, quizás, en los campos, compañías de seguro y otros negocios montados a partir de la medicina prepaga.

Habría que preguntarle a los otros directivos de la UAS: Juan Carlos Villa Larroudet (Omint), Jorge Gustavo Piva (Medife), Luis María Degrossi (Sanatorium, Sidesa, Apres, Sanatorio Modelo Quilmes), Luis Eduardo Fontana (OSDE), etc. etc.

UAS: Guillermo Lorenzo, vicepresidente de ADECRA; Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical; y Gabriel Barbagallo, de OSDE y ACAMI.


La cuestión de fondo

Urgente24 ya advirtió en reiteradas ocasiones que

  • el mercado de la salud se encuentra en una crisis estructural, y
  • si el sector público no decide una restructuración sostenible,
  • es el sector privado quien debe promover el cambio.

Sucede que, si así no lo hace, los costos del descalabro los pagará igual con una diferencia: el Estado no quiebra, las empresas privadas sí.

A la vez, se advirtió que no puede ser Belocopitt el presentador o facilitador de la propuesta porque él no es idóneo en el problema de la salud ni goza de algún prestigio entre los sanitaristas. Lo suyo es ramplón, sin vuelo, circunscripto a lo financiero.

El problema del mercado de la salud no comienza con la estanf lación presente -que, dicho sea de paso, en forma intermitente acumula 10 años-, pero siempre la Unión Argentina de Salud lo redujo al aumento de la cuota que pagan los afiliados. Y esto fue así porque es el razonamiento estándar de Belocopitt.

Con Sergio Massa súperministro de Economía, Belocopitt intentó acordar otros beneficios compensatorios. Dicen por ahí que Massa cometió algunos errores importantes tales como solicitar que escucharan las necesidades de Belocopitt a la ART de un grupo bancario provincial.

Se desconoce si Belocopitt pudo convencer a sus interlocutores pero si lo hubiese logrado fueron beneficios (¿prebendas? vaya uno a saber... ) para Swiss Medical, no para la UAS.

Con Javier Milei en la Presidencia de la Nación -quien parece otro militante del 'capitalismo de amigos' porque eso es tanto su DNI como su Ley Ómnibus- llegó el falso 'sinceramiento de precios', que la UAS, con Belocopitt como líder, convirtió en un abuso. Una tontería completa porque era una obviedad que la Justicia pondría un límite.

No era posible iniciar la carrera de los aumentos porque la medicina privada acumula la reputación de atropellar con sus costos desde antes de los aumentos de diciembre y enero. En parte es la imagen que instaló Belocopitt, con sus entrevistas concedidas a periodistas 'amigos'. Ninguno de ellos entiende algo de salud sino sólo lo perciben como un hombre de negocios. Estas entrevistas 'de favor' a Belocopitt no ayudaron nunca a difundir una imagen confiable a los afiliados y prestadores sino que solamente se dirigieron al poder político.

UAS: Guillermo Lorenzo, vicepresidente de ADECRA; Claudio Belocopitt, presidente de Swiss Medical; y Gabriel Barbagallo, de OSDE y ACAMI.


El escrache

Así se llegó al escrache a Belocopitt en su propia parrilla -en verdad, su 2do. intento de comedero propio- que los enojados concurrentes atribuyeron a sus cuotas pagadas a Swiss Medical Group y Medicus.

El lugar -Roldan- funciona en el Club Hípico de Palermo -Avenida Figueroa Alcorta al 5100- y es un emprendimiento junto a sus socios en el multimedios América, Daniel Vila y José Luis Manzano. No es un lugaro reconocido por su gastronomía sino por las fiestas 'lujuriosas' (¿usamos esa palabra?) de los jueves luego de medianoche.

El reclamo fue a viva voz en horas del mediodía, tal como lo han come ntado desde el diario Clarín a Página/12, entre otros medios de comunicación.

Y ocurrió en el marco de los recursos de amparo concedidos con prontitud por la Justicia. Además, el presidente de la UAS fue denunciado por dirigentes de la Coalición Cívica-ARI que lidera Elisa Carrió por "cartelización" de la medicina privada.

Otra vez: lo único que sorprende es que haya demorado tanto en suceder esto. En cuanto a la UAS, alguna vez tendrán que comenzar a pensar en la sanidad porque la idea de la rentabilidad les ha perforado el coco, y eso tiene consecuencias.

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