Rolando Astarita LAS CRISIS CÍCLICAS Y LA LEY DE TENDENCIA DECRECIENTE DE LA TASA DE GANANCIA

                

Las crisis cíclicas y la LTDTG


En varias oportunidades sostuvimos que Marx no explicó las crisis cíclicas por la ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia (LTDTG). De hecho, cuando escribió sobre la crisis de 1847 (aquí) no mencionó la ley. Tampoco lo hizo en pasajes referidos a las crisis de 1866 y 1873. Y en el capítulo 17 del tomo II de Teorías de la plusvalía, dedicado a las crisis capitalistas, no hizo referencia a la LTDTG. En esta nota ampliamos el argumento a partir de un examen de la LTDTG, según la explica Marx en los capítulos 13 al 15 del tomo 3 de El capital (editado por Engels)..

Cuestiones previas

Un tema en el que hay acuerdo entre los marxistas– en oposición a la ley de Say - es que las crisis son endógenas, o internas, al modo de producción capitalista. Lo cual implica que las leyes de la acumulación de la acumulación capitalista deben enlazar, orgánicamente, con la forma y dinámica de las crisis. En otros términos, si la LTDTG es una teoría de las crisis, como sostiene, por ejemplo, Thomas Weisskopf, de alguna manera debe ser también una teoría de la acumulación capitalista.  

En segundo lugar, al desarrollar una teoría de las crisis es esencial precisar las secuencias en que ocurren los hechos fundamentales. En particular nos referimos a la relación, que no siempre se explicita, entre la crisis y la sobreproducción (con frecuencia Marx y Engels se refieren a las crisis cíclicas como crisis de sobreproducción).  Esa relación puede concebirse en el sentido crisis → sobreproducción (o sea, la crisis causa la sobreproducción); o al revés, sobreproducción → crisis (la sobreproducción causa la crisis). Los marxistas que ven en la LTDTG una teoría de la crisis, se inclinan a establecer la primera secuencia. Nuestra posición es que las crisis cíclicas son causadas por la sobreproducción. Es una diferencia clave que da lugar a explicaciones muy diferentes.  

En tercer lugar, sostenemos que la secuencia sobreproducción → crisis apela a la noción de sobreproducción en sentido estricto: en el período que antecede al estallido de la crisis los mercados se abarrotan, no porque haya caído la demanda, sino porque la producción ha superado a la demanda, al menos en alguna o algunas industrias que han sido locomotoras de la fase ascendente, y el auge. O sea, no es una crisis por subacumulación o subinversión, sino por sobreacumulación, o sobreinversión. Es el tipo de sobreproducción a la que se refiere Marx en la crisis de 1847; o la que considera en el capítulo 17, t. 2, de Teorías. También es la sobreproducción que Engels consideró característica de las crisis capitalistas en el siglo XIX, en el Anti – Dühring (véase aquí). O, para dar un ejemplo actual, es la sobreproducción que ocurrió en EEUU, previo a la crisis de 2007-2009. Ya en 2006 hubo señales de abarrotamiento del mercado – millones de viviendas que no se podían vender, caída de los precios, retrasos de los pagos de las hipotecas. La crisis, sin embargo, estalló recién a fines de 2007.

En cuarto lugar, la explicación teórica de las crisis debe apoyarse en el dato empírico. Por caso, si se afirma que la crisis se produce por una caída de largo plazo de la tasa de ganancia, debida al aumento de la composición orgánica del capital (COC, relación capital constante / trabajo vivo), deben poder constatarse la caída de la tasa de ganancia y el aumento progresivo de la COC.

Una explicación de las crisis, asociada a la LTDTG

Los capítulos 13 al 15, t. 3 de EC contienen la explicación de la LTDTG más citada por los marxistas. Muchos de esos marxistas, y en general estudiosos de la obra de Marx, sostienen que la LTDTG contiene una teoría de las crisis. Sin embargo, y a pesar de su importancia, no encontramos en esas páginas dedicadas a la LTDTG una explicación más o menos detallada de por qué la caída de largo plazo de la tasa de ganancia sería la causa de las crisis cíclicas. Aunque, en base al texto de Marx se puede sugerir una secuencia como la siguiente: a) con el progreso de la acumulación capitalista aumenta la COC; b) la tasa de plusvalía aumenta (por aumento de la plusvalía relativa); c) a largo plazo el aumento de la COC prevalece sobre el aumento de la tasa de plusvalía, y la tasa de ganancia cae; d) el acicate de la acumulación es la tasa de ganancia; e) por lo tanto, a medida que cae la tasa de ganancia se debilita la acumulación (o la inversión).

Llegaría pues un punto en que la caída de la tasa de ganancia frenaría por completo la acumulación, dando lugar a la caída de la demanda, y con ella, a la sobreproducción. O sea, es la secuencia crisis → sobreproducción. Cierran empresas, aumenta el desempleo y caen los salarios. Finalmente, la desvalorización de los capitales y la baja de salarios, llevan a la recuperación de la tasa de ganancia; se recupera la inversión y se inicia otro ciclo.

En cuanto al largo plazo, en la medida en que la tasa de ganancia cae tendencialmente el capitalismo tendría cada vez más dificultades para reemprender la acumulación. La acumulación se debilitaría y con ello, se apagaría progresivamente la vitalidad del sistema. De ahí expresiones para caracterizar al capitalismo del último siglo del tipo “capitalismo senil”, “capitalismo en descomposición”, “estancamiento crónico”. Volvemos sobre esta cuestión más abajo, cuando tratemos el significado histórico que Marx daba a la LTDTG.  

Observemos que la secuencia “caída de la tasa de ganancia” → “freno de la acumulación” que acabamos de presentar tiene semejanzas con Keynes y los keynesianos. Según estos, lo que lleva a la crisis no es la sobreinversión, o la sobreacumulación, sino la debilidad de la inversión. Esa creciente dificultad para sostener la inversión se debe a la caída, en el largo plazo, de lo que Keynes llamó la eficiencia marginal del capital (un proxi a la tasa de ganancia). El autor de la Teoría general incluso pensaba que la crisis de los 1930 era una expresión de esa caída de largo plazo. Por eso, preveía la desaparición gradual del capitalismo y su transformación en otro sistema económico (es la idea de la “eutanasia del rentista”).

Las referencias de Marx a la conexión entre la LTDTG y las crisis cíclicas

Enfatizamos que la anterior secuencia es una reconstrucción nuestra (y de muchos marxistas), pero en los capítulos 13 al 15 del t. 3 EC no está explicitada por Marx. De hecho, en ellos encontramos dos referencias a una eventual relación entre la ley tendencial de la tasa de ganancia y las crisis cíclicas, y ninguna de ellas clarifica cómo estarían conectadas.

Una de esas referencias se encuentra en un pasaje en el que Marx afirma que el conflicto entre el desarrollo de las fuerzas productivas y la caída de la tasa de “se desahoga periódicamente mediante crisis”. Agrega: “Estas siempre son soluciones violentas y momentáneas de las contradicciones existentes, erupciones violentas que reestablecen por el momento el equilibrio perturbado” (p. 320, t. 3 EC). Aquí las crisis cíclicas retrasan la caída de la tasa de ganancia; pero no se explica por qué las crisis debieran ocurrir a medida que baja la tasa de ganancia.

La otra referencia a la relación entre la LTDTG, las crisis y la sobreproducción, la encontramos en un pasaje del capítulo 15 en el que Marx dice que la caída de la tasa de ganancia debilita la acumulación, y este debilitamiento fomenta las crisis. Sostiene que la disminución de la tasa de ganancia “torna más lenta la formación de nuevos capitales autónomos, apareciendo así como una amenaza para el desarrollo capitalista” (p. 310, t. 3). Y en seguida plantea que la caída de la tasa de ganancia “promueve  [befördert] la sobreproducción, la especulación, las crisis y el capital superfluo, además de la población superflua” (ibídem; énfasis nuestro).

Claramente, no es una explicación de por qué la caída tendencial de la tasa de ganancia causaría las crisis. “Promover” no es sinónimo de “causar”. Pero además, y muy importante, si la caída de la tasa de ganancia debilita la acumulación, no se entiende por qué la economía desembocaría en la sobreproducción y las crisis. Al contrario, si la acumulación es cada vez más débil, se reducen las posibilidades de la sobreproducción.

Sobreproducción en el mismo sentido que en Teorías

Frente al argumento con que cerramos el apartado anterior se puede alegar que Marx quería significar una sobreproducción provocada por la caída de la demanda (caída de la inversión).

Sin embargo, poco más abajo del pasaje citado, precisa que está tratando la sobreproducción en el mismo sentido que lo hizo en Teorías, o sea, sobreproducción provocada por una oferta que supera la demanda. Escribe: “Esto es una ley para la producción capitalista, dadas las constantes revoluciones en los métodos mismos de producción, la desvalorización de capital existente, vinculada con ellas, de manera constante, la lucha competitiva generalizada y la necesidad de mejorar la producción y de expandir su escala, solo como medio de mantenerse, so pena de sucumbir. Por ello hay que expandir constantemente el mercado, de modo que sus vinculaciones y las condiciones que las regulan asuman cada vez más la figura de una ley natural independiente de los productores, se tornen cada vez más incontrolables” (p. 314 t. 3 EC).

 Aquí la sobreproducción se debe al impulso de los capitalistas a expandir la producción para ganar, o al menos sostener, la lucha competitiva. En la página anterior sostiene que con el desarrollo de la acumulación – que va de la mano de la caída de la tasa de ganancia – “la masa de plusvalor así producido aumenta hasta proporciones monstruosas. Pero entonces llega el segundo acto del proceso. Debe venderse toda la masa mercantil… Si ello no ocurre, o solo ocurre de forma parcial o a precios inferiores a los precios de producción, el obrero habrá sido explotado, ciertamente, pero su explotación no se realizará en cuanto tal para el capitalista… Las condiciones de la explotación directa y las de su realización no son idénticas” (p. 314 t. 3 EC). Ahora la contradicción es entre producción – producción “desmesurada” de plusvalía – y su realización. El estallido de esa contradicción es la crisis de realización: las mercancías no se venden, o se venden solo en parte; o a precios inferiores a los precios de producción. Pero si esto es así, no hay manera de sostener que el debilitamiento de la acumulación promueve la sobreproducción.

Destacamos que sobreproducción, en el sentido de Marx o Engels, no significa crisis de realización por deficiencia de la demanda (caída del consumo obrero; de la inversión), como la presenta Weisskopf, sino crisis de realización porque la producción (oferta), en el auge, supera a la demanda. Aunque, una vez estallada la crisis y con la economía en depresión, o recesión, habrá caída del consumo que, a su vez, profundizará la depresión, o recesión.

Otros problemas en la explicación de las crisis por la LTDTG

Otro problema que tiene la tesis de que las crisis cíclicas son causadas por la caída de la tasa de ganancia, es que no explica por qué la inversión debería detenerse al llegar la tasa de ganancia a un cierto nivel de caída. Por ejemplo, por qué una caída de la tasa de ganancia del 12 al 11%, en EEUU,  no desataría una crisis, pero sí lo haría una baja de, digamos, el 11 al 10%. Más aún si la caída de la tasa de ganancia va acompañada del aumento de la masa de ganancia (que es el supuesto de Marx; véase, por ejemplo, el capítulo 13, t. 3 EC). Es la cuestión que planteó, por ejemplo, Henry Grossmann. ¿Por qué los capitalistas dejarían de invertir si incluso pueden obtener una mayor masa de ganancia, aunque baje la tasa de ganancia?

En La ley de la acumulación y el derrumbe capitalista, publicado en 1929, Grossmann procuró responder esa cuestión. Sus supuestos fueron: a) La COC crece año tras año; b) la tasa de plusvalía no varía; c) la tasa de ganancia cae año tras año; d) los capitalistas establecen una tasa de acumulación fija. Dadas estas condiciones, llega un momento en que la masa de ganancia no alcanza para sostener la tasa de acumulación establecida, y el sistema colapsa. Es una crisis “por escasez de plusvalía”. Hemos tratado el asunto aquí, aquí. Ahora solo señalamos que la evidencia muestra que en las crisis de sobreproducción por lo general no hay escasez de capital sino más bien abundante capital dinero que no vuelve a la producción. Por otra parte, la proporción de la plusvalía que reinvierten los capitalistas depende de muchos factores, entre ellos los costos de la canasta de consumo de los capitalistas, el estado de la competencia y/o la necesidad de responder a los cambios tecnológicos. Nada indica que deba ser fija, como pretende Grossmann. Además, tampoco se verifica que la tasa de ganancia descienda paulatinamente a lo largo del ciclo (véase más abajo).

Un último problema de esta explicación que destacamos es que tampoco se advierte una conexión entre la caída, en el largo plazo, de la tasa de ganancia, y las crisis cíclicas. Grossmann afirma que en determinado momento la marcha de la acumulación hacia el derrumbe es interrumpida porque el capital “sobreacumulado” es reajustado vía la crisis y la desvalorización. Sin embargo, de su esquema - la acumulación progresa a tasa fija, la tasa de ganancia no deja de caer – no se desprende por qué debiera ocurrir esa crisis. Máxime porque todo el razonamiento se desarrolla bajo el supuesto de que la oferta y la demanda siempre coinciden. Con lo cual descarta que pueda ocurrir una sobreproducción “a lo Marx o Engels”. Pero en la realidad de la acumulación capitalista es una realidad que en vísperas de la crisis la oferta y la demanda puedan divergir fuertemente.

Las crisis cíclicas y la LTDTG, ¿evidencia empírica?

Si la causa de las crisis cíclicas anida en la LTDTG debería haber registro empírico de la caída progresiva de la tasa de ganancia por aumento de la COC en los años, o en la década, previa al estallido de las crisis. Pero eso no se observa en las crisis ocurridas en los últimos 100 años. Por ejemplo, entre 1920 y 1929, en EEUU, no se advierte ninguna tendencia clara a la caída de la tasa de ganancia que pudiera explicar la crisis de 1929 – 1933. Si consideramos la crisis de 2007 – 2009, la tasa de ganancia tuvo un movimiento ascendente desde 1983 hasta 2006. No hay forma de cuadrar estos datos en la explicación de estas crisis por una caída paulatina de la tasa de ganancia. 

 En cuanto a la crisis de 1974-1975, y según Brenner (1988), en EEUU, entre 1958 y 1965 la rentabilidad del capital aumentó; y entre 1965 y 1973 disminuyó. O sea, a partir de los finales de la década de 1950, y hasta la crisis, no existió el movimiento descendente, de largo plazo, de la tasa de ganancia. Pero además, la caída en1965 – 1973, se habría debido, no al aumento de la COC, sino “a la incrementada presión bajista sobre los precios, que reflejaba la competencia internacional intensificada que llevó a la sobrecapacidad y sobreproducción en el mercado de productos industriales” (p. 95).

Por otro lado, si se toma como punto de partida los finales de la década de 1940 (un período de muy elevada tasa de ganancia en EEUU), y hasta 1975, la tendencia de la tasa de ganancia es hacia abajo. Según Weisskopf disminuyó a una tasa anual promedio de 1,2%. Lo cual parece encajar en la ley de Marx. Sin embargo, esa caída se explicaría, siempre según Weisskopf, por la caída de la participación de los beneficios en el ingreso, y no por algún aumento apreciable de la COC. En cuanto a los ciclos comprendidos entre 1949 (4 T) y 1975 (1 T), es todavía más complicado explicar las recesiones ocurridas entre esos años por la tendencia bajista de la tasa de ganancia. Esta cayó del ciclo I (1949-1954) al ciclo II (1954-1958); y del ciclo II al ciclo III (1958-1960); se elevó del ciclo III al ciclo IV (1960-1970); y cayó de nuevo del ciclo IV al ciclo V (1970-1975) (p. 100) (Weisskopf, p. 90). A su vez, la COC se mantuvo relativamente estable a lo largo de todo el período.

En cuanto a las crisis ocurridas entre 1825 y 1913, si bien no hay estadísticas sobre la evolución de largo plazo de la tasa de ganancia, algunos de los mayores referentes en los estudios históricos del ciclo, como Lescure (1938) y Mitchell (1941), no establecen conexión entre las crisis y una eventual caída de largo plazo de la tasa de ganancia.  

Por otra parte, sí se advierte que la tasa de ganancia desciende varios trimestres antes del comienzo de la contracción cíclica. Tapia (2017) registra esta cuestión. Pero es difícil explicar el debilitamiento cíclico de la inversión por la LTDTG.

Relación entre tasa de ganancia, acumulación y sobreproducción, un segundo enfoque

Parece evidente que la secuencia “caída de la tasa de ganancia” → “debilitamiento de la acumulación” no encaja con la noción de sobreproducción; esto es, la producción que supera, y en mucho, las capacidades de absorción del mercado.

Por eso, es lógico considerar otra secuencia posible: que la caída de la tasa de ganancia, en especial en el auge, y durante todo un tiempo, impulsa la acumulación, en lugar de reducirla. Es lo que sugiere Marx cuando cita aprobatoriamente a Richard Jones: “una baja de la tasa de ganancia se halla comúnmente acompañada por una rápida acumulación” (p. 340, t. 3 EC; énfasis nuestro). Esto ocurre, precisa Marx, porque crece la sobrepoblación relativa; aumentan los elementos materiales del capital; se multiplican los ramos de la producción; se desarrolla el sistema crediticio; crecen las necesidades; y crece la inversión en capital fijo (véase p. 341).

En otro pasaje, afirma que las mismas causas que provocan el descenso de la tasa de ganancia (aumento de la COC; aumento de la masa de plusvalía) estimulan la acumulación (p. 285, t. 3 EC). En el mismo sentido, plantea que la baja de la tasa de ganancia “provoca necesariamente una lucha competitiva” (p. 329, t. 3). Pero sabemos que la lucha competitiva obliga a cada capitalista a invertir más y más para mantenerse a flote (p. 314, t. 3). Y esa lucha competitiva, exacerbada por la baja tendencial de la tasa de ganancia, también se manifiesta “en la sobreproducción de mercancías” (p. 329). Es claro que en este escenario, la tasa de ganancia disminuye a causa de la competencia que resulta de la sobreproducción del capital (una situación que Marx contempla por la negativa en p. 324, t. 3).

Con esto se comprende también por qué Marx sostuvo que la caída de la tasa de ganancia promueve la sobreproducción y la crisis. Naturalmente, en este esquema pueden entrar el crédito y la especulación como impulsores de la sobreproducción y la sobreacumulación.

No hay adormecimiento paulatino del capitalismo

Si se admite que la sobreproducción el resultado de la sobreacumulación, no hay estancamiento paulatino del capitalismo. Lejos de esa visión de adormecimiento progresivo del capitalismo, en la teoría de las crisis por sobreproducción el énfasis está puesto en los fenómenos desequilibradores, las aceleraciones en el desarrollo de las fuerzas productivas y los virajes abruptos, y hasta violentos, a la crisis y la depresión. Seguidos por otras recuperaciones cíclicas del desarrollo de las fuerzas productivas – aumento de la productividad, aumento de la fuerza laboral, acumulación intensa favorecida por la recomposición de la tasa de ganancia-  y nuevos estallidos de las contradicciones.  

Sin embargo, en la discusión sobre la LTDTG Marx contempló la posibilidad de un enlentecimiento de largo plazo de la acumulación. Pero esto ocurriría en un hipotético estadio futuro de dominio del monopolio. Escribe: “Y en cuanto la formación de capital cayese definitivamente en manos de unos pocos grandes capitales definitivamente estructurados, para los cuales la masa de ganancia compensara la tasa de la misma, el fuego que anima a la producción se habría extinguido por completo. En ese caso, la producción se adormecería” (p. 332, t, 3 EC). En esta hipótesis, el estancamiento ocurriría por la emergencia del monopolio, no por la LTDTG.

¿Es necesaria la caída tendencial de la tasa de ganancia para que haya crisis de sobreproducción?

Para muchos marxistas, la respuesta a esta pregunta es positiva. Parecen pensar que si no hay caída tendencial de la tasa de ganancia, es imposible considerar a las crisis como endógenas al modo de producción capitalista. Nuestra posición es que la tendencia del capitalismo a la sobreproducción es lógicamente previa a la cuestión de si la tasa de ganancia cae tendencialmente. Esto explicaría por qué Marx y Engels pudieron dedicar extensos pasajes a las crisis de sobreproducción sin hacer mención a la LTDTG.

Por otra parte, también las explicaciones de las crisis cíclicas por el incremento de los costos (salariales, de las materias primas, de la tasa de interés), pueden enunciarse sin necesidad de referirse a alguna ley de largo plazo de la variación de la tasa de ganancia.

La hipótesis de la “sobreproducción absoluta de capital”

En el capítulo 15 del t. 3 EC Marx contempla la posibilidad teórica de una crisis por “sobreproducción absoluta de capital”. Se refiere a una situación en la que habría una demanda tan intensa de trabajo que cualquier ampliación del capital provocaría un aumento de salarios. En ese caso, el capital aumentado solo produciría la misma masa de plusvalía que antes del aumento, o incluso menos plusvalía. En ese caso, la caída de la tasa de ganancia sería acompañada por la disminución absoluta de la masa de ganancia (p. 323). Esto es, la tasa de ganancia no disminuiría por la competencia que resulta de la sobreproducción de capital, sino por el alza de salarios. Por eso, una parte de los capitalistas dejaría inactivo su capital para no desvalorizar el capital originario. No vemos que de este caso hipotético se pueda derivar una teoría general de las crisis capitalistas. No sabemos tampoco que en algún país haya ocurrido esa “sobreproducción absoluta” de capital.  

Productividad y la LTDTG

Hasta aquí hemos supuesto que la LTDTG es válida. En este apartado la ponemos en cuestión. Para ver por qué, recordemos el razonamiento básico de Marx: para ganar las batallas competitivas los capitalistas innovan tecnológicamente; aumenta la productividad y disminuye el valor de las mercancías. Aumenta la plusvalía, y se abarata el capital constante. Sin embargo, estos movimientos no impiden que, a largo plazo, prevalezca el aumento de la COC, y la tasa de ganancia cae. Lo decisivo es el incremento tendencial de la COC.

La crítica más acabada a este argumento es de Okishio (1961): si se tiene en cuenta la incidencia del aumento de la productividad en el valor del capital constante, la COC no aumenta. Si se supone a su vez que se mantiene constante la canasta salarial, el aumento de la productividad da lugar a un aumento de la plusvalía relativa (que es lo que supone Marx al enunciar la ley), y la tasa de ganancia no solo no cae, sino sube.

Hemos tratado con cierta extensión el teorema de Okishio en una nota anterior (aquí), por lo cual ahora presentamos la objeción a la ley formulada por Marx en forma más comprimida. La pregunta crucial es por qué el aumento de la productividad no impide el aumento de la COC. Es que, si aumenta la productividad en una industria que produce la mercancía X, disminuye el valor de X. Si X compone el capital constante, el valor de este caerá en la proporción correspondiente a la participación de X en el total del capital constante. En consecuencia, la COC no aumenta. Marx alude al tema en el capítulo 13 del t. 3. Escribe: 

“Considerado abstractamente, al disminuir el precio de la mercancía individual, como consecuencia de un aumento de la fuerza productiva, y por ende con un aumento simultáneo del número de esas mercancías más baratas, la tasa de ganancia puede seguir siendo la misma, por ejemplo, si el aumento de la fuerza productiva influyese en forma uniforme y simultánea sobre todas las partes constitutivas de las mercancías, de modo que el precio global de las mercancías disminuyese en la misma proporción en que aumentó la productividad del trabajo, y por otro lado que la relación mutua entre los diversos componentes del precio de la mercancía permaneciese constante” (p. 292, t. 3 EC). Agrega que incluso la tasa de ganancia podría aumentar si aumentara la tasa de plusvalía (por aumento de la plusvalía relativa). Sin embargo, concluye que “en realidad, como se ha visto, la tasa de ganancia disminuirá a la larga” (p. 293, t. 3).

No se entiende por qué la tasa de ganancia “disminuirá a la larga” con el aumento de la productividad. Teniendo en cuenta, además, que en el largo plazo el efecto del aumento de la productividad deberá influir de manera uniforme “en todas las partes constitutivas de las mercancías”. Si esto es así, el valor de la mercancía que integra el capital constante disminuirá en proporción al aumento de la productividad, y la tasa de ganancia no caerá. Este es un problema clave en la ley formulada por Marx.

Por supuesto, esta crítica no niega que, en el largo plazo, haya un aumento, debido al desarrollo de las fuerzas productivas, del capital constante por obrero. Por ejemplo, en la industria manufacturera de EEUU, en el largo plazo, parece registrarse un aumento de la COC. Pero ese aumento no puede explicarse por aumentos de la productividad, ya que la misma abarata al capital constante en la misma proporción en que baja el trabajo empleado por unidad de producto. Una alternativa, que hemos propuesto en la nota sobre el teorema de Okishio, es que el aumento de la COC puede deberse a la producción de bienes más complejos, que demandan medios de producción también más complejos. En este escenario, la competencia puede ocurrir ofreciendo bienes con más valores de uso (en cuya producción intervienen equipos más complejos) a los mismos precios que antes del cambio tecnológico. A su vez, los aumentos de productividad pueden explicar por qué, durante períodos prolongados, puede no registrarse un aumento de la COC. En cualquier caso, estos movimientos son más complejos que lo que supone una caída progresiva y lineal de la tasa de ganancia.

¿Es la LTDTG la ley fundamental de la acumulación capitalista?

Una objeción que me han presentado es cómo se puede prescindir de la LTDTG para explicar las crisis cíclicas cuando el mismo Marx (también Engels) sostuvo que se trata de la ley más importante del desarrollo capitalista.

Por ejemplo, en los Manuscritos de 1861 – 1863, Marx dice: “… sin entrar en la competencia de los muchos capitales, podemos derivar la ley general directamente de la naturaleza general del capital, tal y como se ha desarrollado hasta ahora. Esta ley, y es la ley más importante de la producción capitalista, es que la tasa de ganancia tiene una tendencia a caer con el progreso de la acumulación capitalista” (p. 104, MECW 33; debo esta cita a José Tapia). También en los Grundrisse: “Es esta [se refiere a la LTDTG], en todo respecto, la ley más importante de la moderna economía política y la esencial para comprender las relaciones más dificultosas. Es, desde el punto de vista histórico, la ley más importante” (p. 281, t. 3 Gr.).  

Sin embargo, es un dato que Marx ha explicado las crisis por sobreproducción sin hacer referencia a la LYDTG. Más en general, en el tomo 1 de EC Marx explicó tendencias fundamentales del modo de producción capitalista, tales como a la concentración y centralización del capital; a la proletarización de los pequeños productores de mercancías; a la formación del mercado mundial; y a la polarización creciente entre la riqueza de los capitalistas y los ingresos de las masas obreras, sin referencia a la ley tendencial de la ganancia. Pensamos que no es un “olvido” de parte de Marx, sino que responde al hecho de que esas tendencias anteceden, lógicamente, a cualquier movimiento tendencial de la tasa de ganancia.

Otro tema, sin embargo, es si la LTDTG, aunque no dé cuenta de las crisis cíclicas, sí explicaría por qué el capitalismo no es un régimen absoluto para el desarrollo de las fuerzas productivas; tiene límites históricos. Algo similar a lo que pensaba Rosa Luxemburgo de su teoría sobre la acumulación del capital. Con ella no pretendía explicar las crisis cíclicas, sino la inviabilidad de un mundo capitalista sin modos de producción no capitalistas.

Se podría pensar entonces que la LTDTG juega un rol similar en el pensamiento de Marx. Sería la contra-tesis a la idea de Ricardo de que la caída tendencial de la tasa de ganancia llevaría al estancamiento final del capitalismo. En Ricardo esa caída se debía a la fertilidad decreciente de las tierras cultivadas, a medida que progresaba la acumulación del capital. En oposición a ese enfoque, con la LTDTG Marx habría explicado el límite del modo de producción capitalista por la contradicción entre el objetivo – la valorización del capital – y el medio para lograrlo, el desarrollo de las fuerzas productivas. La LTDTG sería entonces una ley fundamental para entender que el límite del capital es el propio capital.

En esa misma línea de pensamiento, también está la idea de que la automatización completa de la producción marcaría otro límite último a la producción basado en el objetivo de la ganancia. Es lo que contempla Marx en los Grundrisse, cuando sostuvo que, si el trabajo dejaba de ser la fuente principal de la riqueza, “se desploma la producción basada en el valor de cambio” (p. 229, t. 2, Gr). O, en un escalón apenas por debajo, estaba la posibilidad de que en determinado punto el desarrollo de las fuerzas productivas redujera en términos absolutos el número de obreros. Lo cual “provocaría una revolución pues dejaría fuera de circulación a la mayor parte de la población. En esto se manifiesta, una vez más, la limitación específica de la producción capitalista” (p. 338, t. 3 EC). Todas estas afirmaciones abonarían la idea de un estadio último de la producción capitalista; en el último caso, combinada con el estallido de la revolución.

Sin embargo, hay pasajes en los que Marx rechaza que haya una crisis última, por causas puramente económicas. Tal vez el más conocido es la nota en Teorías en que critica a Adam Smith porque este explicaba el descenso de la tasa de ganancia por una sobreabundancia de capital que tendría un efecto “permanente”. Marx señala que “las crisis son algo distinto” y “Las crisis permanentes no existen” (p. 426, t. 2, Teorías).

Por otra parte, en el capítulo 24 del t. 1 EC, en el apartado que lleva por título “Tendencia histórica de la acumulación capitalista”, el impulso es a la concentración del capital en pocas manos, al tiempo que aumenta “la masa de la miseria, de la opresión, de la servidumbre, de la degeneración, de la explotación, pero se acrecienta también la rebeldía de la clase obrera” (p. 953, t. 1 EC). Son las condiciones para la revolución, para acabar con la propiedad privada del capital. No encontramos aquí la visión de una crisis final, o estancamiento definitivo del sistema capitalista por caída tendencial de la tasa de ganancia, sino las condiciones, que genera el mismo desarrollo capitalista, para la emergencia de la revolución proletaria.

Por supuesto, estos análisis, y los pronósticos de las tendencias de largo plazo, tienen que ser analizados a la luz de la evolución del capitalismo de los últimos 50 o 100 años. Por ejemplo, ¿se verificó la caída tendencial de la tasa de ganancia? ¿Aumentó la masa de obreros asalariados? ¿La masa de plusvalía? ¿Creció la pobreza en términos absolutos o relativos? ¿Hasta qué punto hubo rebeldía obrera ante la creciente polarización social?

A modo de conclusión

En esta nota hemos examinado críticamente la tesis que afirma que la LTDTG explica las crisis cíclicas, crisis que Marx llamaba de sobreproducción. La idea que hemos defendido es que las crisis de sobreproducción se explican, básicamente, por el impulso del capital a acumular, a ampliar constantemente la producción, hasta desembocar en la sobreproducción, la crisis y la recesión, o depresión. La LTDTG se referiría a las perspectivas y límites históricos del modo de producción capitalista.

Textos citados:

Brenner, R. (1998): The Economics of Global Turbulence, New Left Review, mayo – junio,

Grossmann, H. (1984): La ley de la acumulación y del derrumbe del sistema capitalista, México, Siglo XXI.

Lescure, J. (1938): Les crises générales et périodiques de surproduction, Paris, Domat Montchrestien.

Marx, K. (1975): Teorías de la plusvalía, Buenos Aires, Cartago.

Marx, K. (1989): Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) 1857 – 1858, México, Siglo XXI.

Marx, K. (1999): El capital, México, Siglo XXI.

Mitchell, W. C. (1941): Business Cycles and Their Causes, University of California Press.

Okishio, N. (1961): “Technical Changes and the Rate of Profit”, Kobe University Economic Review, pp. 85-99.

Tapia, J. A. (2017): Rentabilidad, inversión y crisis. Teorías económicas y datos empíricos, Madrid, Maia.

Weisskopf, T. E. (1980): “Teoría marxista de la crisis y tasa de ganancia en la economía norteamericana de posguerra”, Cuadernos semestrales CIDE, N° 7, pp. 55-110.


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