El dólar 'libre' tomó un respiro, pero el techo quedó perdido


(Urgente24

El dólar libre, el que no está sujeto a las restricciones de la AFIP dio un respiro al perder 17 centavos hasta alcanzar los $6,43 para la venta, mientras que en el mercado formal se negocia $4,53 para la compra y $4,58.
 
Sucede que hasta ahora los movimientos del dólar informal son mucho más rápidos y por momentos espasmódicos que en el mercado oficial. La razón es muy simple: en el 'libre' no interviene el Banco Central, que en los últimos años de "flotación administrada" suavizó tanto las subas como las bajas. 
 
Lo que en el mercado formal de cambio puede ser una suba de medio centavo por día, o un centavo y medio por semana, en el informal se puede transformar en un incremento de 15 centavos o más, o una baja de 17, como la de hoy.
 
Pero los argentinos, saben que el dólar tiene una sola dirección: la suba. Puede ser más lenta o más rápida, o tener algunas caídas después de bruscas "disparadas". 
 
Pero si ser realizara una encuesta respecto a qué valor se espera para el dólar a fin de año, casi con seguridad un porcentaje cercano al 100% contestaría que a un valor notablemente más alto que en la actualidad.
 
En efecto, a principios de mayo, un dólar informal levemente por encima de $5 parecía razonable y a $5,50 daba la sensación de estar muy caro. Pero las nuevas restricciones impuestas por la AFIP para acceder a divisas lo hicieron trepar hasta niveles de $5,90. Ahora, las nuevas trabas para dolarizar créditos hipotecarios, la suspensión formal del atesoramiento de divisas, entre otros, generaron otro salto, que llevó a la cotización hasta 6,90 esta semana.
 
Con este nuevo salto, la brecha entre el dólar formal y el informal se sigue agrandando, y anque lo niegan públicamente, en privado hay mucha preocupación.
 
Así y todo el dilema mayor es que pese a ello, lejos está en el Gobierno el desafío de recuperar la confianza para que el dólar se estabilice.
 
¿Qué va a pasar entonces?
 
Economistas y referentes del mercado consultados por el diario 'Ambito Financiero' dieron su visión sobre qué debería hacer el Gobierno y sobre cómo será el escenario en el mercado cambiario para fin de año.
 
Participaron:
 
- Eduardo Curia (Presidente del Centro de Análisis Social y Económico), 
- José Luis Espert (Director de Espert & Asociados), 
- Daniel Marx (Director Ejecutivo de Quantum Finanzas), 
- Rodrigo Álvarez (Director de Analítica), 
- Ricardo Cáceres (Presidente de la Cámara Argentina del Supermercado), 
- Pedro Cascales (Presidente en Cámara Argentina de la Maquina Herramienta, bienes de capital y servicios para la producción), - Milagros Gismondi (Economista Jefe en Orlando Ferreres & Asociados), 
- Diana Mondino (Directora de Asuntos Institucionales de la UCEMA), 
- Mario Rapoport (Director del Instituto de Investigaciones de Historia Económica y Social de la UBA), 
- Abel Viglione (Economista FIEL), 
- Francisco Gismondi (Economista, asesor principal Banco Ciudad)
 
Los expertos respondieron lo siguiente:
 
1) ¿Cuáles son las causas de la suba del dólar formal e informal? ¿Por qué se llegó a una brecha de casi el 50% entre ambos?
 
Eduardo CuriaPor un lado, hay razones de fondo, que ya vienen de arrastre. Cuyo núcleo duro reside en el proceso de progresivo abaratamiento del dólar en su alcance real, y del deterioro que se fue observando desde tiempo atrás en los superávit comercial y corriente y en el propio stock de reservas del Banco Central. Por otra parte, la suba del dólar formal es imputable a un cierto reconocimiento de las autoridades, "oblicuo" y más bien módico, de que existe un problema de seria apreciación cambiaria real. El que, desde ya, las minidevaluaciones, aun aceleradas, no corrigen. En su caso, sólo ralentizan el ritmo de avance de la apreciación. Pero, a la vez, las minidevaluaciones pueden deparar tensiones en otros ámbitos: tasas de interés, inflación. 
 
José Luís EspertLa causa es una política fiscal tan expansiva como la de la convertibilidad, con la única diferencia que el financiamiento del déficit fiscal ha sido con emisión monetaria en vez de con deuda publica, razón por la cual, no tenemos un problema de deuda pública como en los 90, sino de inflación. A la larga, esa inflación nos iba a traer problemas. Además, hay que agregarle la arenga pesificadora que asustó a la gente y que el mercado de cambios con subas y bajas, seguirá con tensión porque el Gobierno tiene un problema de caja en este segundo semestre de 100.000 millones de pesos, que representa el 8% del PBI. 
 
Daniel Marx: Está dada por la suba de precios y costos en Argentina. A ello se le suma la devaluación del real brasileño y el debilitamiento del peso como moneda de protección de poder adquisitivo. La gente, entonces, demanda alternativas como refugio pero, el dólar se está tornando cada vez más escaso. Esto se refleja en intenciones de adquirirlo antes de que sea aún más costoso.
 
Rodrigo Álvarez: La suba del dólar oficial tiene que ver con una decisión del Gobierno de cerrar más rápido la brecha los salarios respecto del tipo de cambio. Busca devolver oxigeno y mejorar la recaudación de tributos por el Comercio exterior
 
Ricardo Cáceres: Las restricciones y prohibiciones siempre tienen consecuencias perniciosas e introducen distorsiones en el mercado que si no son corregidas a tiempo pueden acarrear reacciones desmedidas como es el caso de la brecha del 50%.
 
Pedro Cascales: Para el dólar formal, creo que el gobierno maneja pautas ya establecidas. En cambio, el informal se da por una retroalimentación vinculada con la expectativa de alguna gente de hacerse de dólares. Está motorizado por un grupo pequeño que se maneja en ese rubro y lo veo cada vez más desvinculado de la economía real.
 
Francisco Gismondi: Cada vez son menos las "canillas" abiertas para abastecer éste mercado y aumentó la demanda por el pago del aguinaldo. Se eliminó la posibilidad de comprar para atesoramiento y se restringió la compra para turismo y para compra de viviendas con crédito hipotecario. La brecha refleja que en el mercado informal hay compradores pero muy pocos vendedores. Es un mercado pequeño que se quedó sin financiamiento, y como es ilegal, no pueden intervenir las empresas o los bancos y mucho menos el Banco Central. Hay que pensar que a partir del 1º de noviembre se corta la venta para hipotecarios de los que hayan quedado habilitados.
 
Diana Mondino: El dólar informal sube en parte por temor a que haya aún más medidas intervencionistas por parte del gobierno y porque se ha convertido en una mercancía escasa. Quienes lo tienen prefieren no desprenderse de ellos y los compradores reaccionan con temor. 
 
Mario Rapoport: El dólar formal está subiendo lentamente como consecuencia la búsqueda de una mayor competitividad a raíz de la crisis, de la devaluación que hizo brasil y de la misma devaluación del dólar en Argentina. Es una recomposición que hasta ahora se llevó a cabo sin ningún problema. En cuanto al informal, es producto de la especulación; busca generar ganancias extra y está manejado por una franja pequeña.
 
Abel ViglioneEl mercado marginal se mueve exclusivamente por la oferta y la demanda de dólares. Hoy no tiene abastecimiento pero sí demanda, pero va a haber un precio en el que aparecerá oferta, excepto que inunden el mercado de pesos y la gente quiera seguir deshaciéndose de la moneda local. El precio puede resultar de una brecha que puede ir desde el 20% al 70%.
 
Milagros Gismondi: La brecha entre ambos es elevada porque un mercado, el informal, es pequeño y el precio se determina mediante oferta y demanda, mientras que en el mercado formal el precio está controlado.
 
2) ¿Qué debería hacer el Gobierno?
 
Eduardo Curia: Siempre hay respuestas de "equilibrio parcial": subir fuerte las tasas de interés, vender de facto dólares oficiales en el mercado paralelo, o hasta subestimar las circunstancias considerándolas como transitorias, y demás cosas por el estilo. En mi visión particular, me parece que se trata de una cuestión eminentemente macroeconómica general, de la cual, el tema "dólar" es, a la vez, un capítulo clave y un síntoma proverbial. Pero, admito que, por varios motivos, encarar una reconsideración del esquema macroeconómico global, como lo planteé y recomendé a fines de 2011, es ahora, políticamente hablando, mucho más difícil
 
José Luís Espert: Creo que hay que desarmar el corralito cambiario, devaluar el oficial, eliminar las restricciones para importar y lanzar un plan antiinflacionario con ajuste del gasto público y de la cantidad de dinero. Esta medida es recesiva sólo en el corto plazo, porque estaríamos eliminando la causa madre del déficit fiscal. 
 
Daniel Marx: El objetivo sería restaurar el valor y las funciones del peso teniendo en consideración la competitividad internacional de nuestro comercio. Por lo tanto, habría que reducir la tasa de inflación e instaurar un programa coherente en materia fiscal, monetaria, de ingresos y financiamiento que sea conducente y que tenga un equilibrio macroeconómico que lo sustente.
 
Rodrigo Álvarez: Creo que está bien lo que hace con el dólar oficial. Acelerar el tipo de cambio es correcto. Con respecto al paralelo, si bien es muy poco representativo y por eso vemos este crecimiento tan rápido, debería evitar que la brecha se amplié tranquilizando al mercado y generar algún mecanismo para que la oferta comience a aparecer. El Gobierno no tiene en cuenta la estacionalidad y debería hacerlo.
 
Ricardo Cáceres: Entendemos que una vez cumplidas las obligaciones por pagos de la deuda externa, que en buena medida han sido los causantes de las restricciones, debería ir llevando nuevamente el mercado a la normalidad quitando prohibiciones y restricciones de todo tipo. 
 
Pedro Cascales: El Gobierno lleva una política en la que debe mantener un equilibrio entre el crecimiento de los costos internos y de la actividad económica real. Una devaluación importante puede generar un traslado a los precios y una "no devaluación" puede producir un atraso cambiario que dificulte la competitividad de los productos. Con respecto al dólar informal, creo que deberían generarse alternativas de inversión para los pequeños ahorristas.
 
Francisco Gismondi: Es muy poco lo que podría hacer. Podría haber hecho muchas cosas para no llegar a este punto, pero ahora lo que le queda es regular cada vez más. A lo sumo podrían desdoblar legalmente el tipo de cambio, pero no lo van a hacer. Devaluar sin un plan anti inflacionario y sin confianza no ayuda a descomprimir y abrir el mercado al cambio oficial ya no se puede.
 
Diana Mondino: El dólar podría bajar fácilmente si el BCRA ofreciera vender. Recordemos que para comprar dólares hace falta pesos y por lo tanto el precio del dólar no puede subir ilimitadamente.
 
Mario Rapoport: Debería seguir con su política. Legalizar un doble cambio sería peligrosismo porque da lugar a mayor especulación y en este momento el Gobierno está cuidando las divisas para pagar la deuda y desenvolverse en el comercio exterior.
 
Abel Viglione: El Gobierno va a mantener el control de cambio, al menos por este año. A fines de diciembre va a subirlo un 15%. Quiero aclarar que "esto es lo que va a hacer". Lo que "debería, pero no va a hacer" es devaluar el dólar oficial y dejar flotar la tasa de interés para que aumente la demanda de pesos.
 
Milagros Gismondi: Si lo que se busca es reducir la brecha entre el dólar formal e informal deben darse incentivos a ahorrar en pesos. Para ello debe encararse una política antinflacionaria. Sin dicha política, con expectativas de inflación por encima del 30% los incentivos al ahorro en pesos son bajos, por lo que la liquidez excedente se transformará en consumo de bienes o servicios, entre ellos el dólar informal, presionando al alza en el precio.
 
3) ¿Cómo imagina el mercado para diciembre y qué precios calcula para ambas cotizaciones? (formal y blue)
 
Eduardo Curia: No tengo la bola de cristal. Hoy por hoy, por simple extrapolación, diría que las autoridades "orillan", cual objetivo, un deslizamiento cambiario anual de alrededor del 14/15% y que la "luz" entre los diversos mercados cambiarios permanecerá elevada. Aunque, quizás, no con los picos conocidos en estos días. Pero, evidentemente, habrá que recorrer varios meses hasta fin de año. 
 
José Luís Espert: En función de lo que esta pasando creo que si no se llevan a cabo los cambios que mencioné en la anterior respuesta, el mercado se encontrará en una situación de tensión importante.
 
Daniel Marx: Esperaría que estuviese sin dificultades de acceso y equilibrado en niveles que no lleven a correcciones traumáticas. Sería conveniente implementar acciones con ese fin.
 
Rodrigo Álvarez: El formal debería estar en torno de los cinco pesos para fin de año. La brecha con el informal es muy difícil de predecir pero creo que debe colocarse entre el 25% y 30%. Considero excesiva la diferencia de casi el 50% del dólar "blue" y creo que no tiene que ver con una cuestión de demanda estructural.
 
Ricardo Cáceres: No se ven motivos de fondo para que en diciembre el mercado no pueda estar estabilizado y su valor en niveles normales acordes a los otros parámetros de la economía.
 
Pedro Cascales: El dólar oficial va a estar acompañando el crecimiento de precios de la economía para no perder competitividad. Si el primer semestre fue del 10%, el segundo se va a ubicar en un orden similar.
 
Francisco Gismondi: La tasa de devaluación del oficial en el último trimestre está en el 14%, si siguen así hasta fin de año podemos llegar con un dólar de más de 4,80, pero no me extrañaría que aceleren la tasa de devaluación. En cuanto al informal es una lotería; por un lado ya hoy está más caro que lo que indicarían un tipo de cambio de equilibrio para la economía, pero por otro lado, si siguen cerrando el grifo, puede subir más.
 
Diana Mondino: Es difícil prever. Si se liberan las importaciones como en el caso del maíz y se permiten más exportaciones agropecuarias, el precio debería caer. Si por el contrario, hay más medidas intervencionistas, cuesta creer que el dólar vaya a bajar.
 
Mario Rapoport: La imaginación se la dejo a los futurólogos. No es tarea de los economistas imaginar el mercado para diciembre en un producto tan volátil como el dólar, porque además hay una crisis mundial en curso. Es imposible decir que va a pasar. China y Japón hicieron un acuerdo para comercializar en la misma moneda así que los argentinos comprarán yenes.
 
Abel Viglione: El oficial va a estar en cinco pesos. En cuanto al "blue", en diciembre aumenta la demanda por una cuestión de estacionalidad así que, quién sabe a qué precio podría llegar a estar.
 
Milagros Gismondi: Considerando el ritmo de depreciación actual del tipo de cambio en el mercado formal el tipo de cambio en diciembre se ubicaría en torno a los $4,80 por dólar. La cotización en el mercado informal es más difícil de determinar, pero de mantenerse la brecha actual se ubicaría en torno a los $7,20.

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