ECONOMÍA & REGIONES: SIGUE PREDOMINANDO EL FRENESÍ GASTADOR

 (Economía & Regiones).

Durante el transcurso de esta semana se presentó el segundo resultado fiscal del año, siendo también el segundo de la administración Dujovne. El resultado primario de febrero registró un déficit de $26.747 millones, lo cual sumado al superávit de $3.587 acumula un resultado negativo de $23.160 millones en el bimestre, lo cual representa un incremento de 45,6% respecto al 1er. bimestre de 2016.

De esta manera, ya se ha ocupado el 40% de la meta fiscal cuantitativa impuesta por Dujovne para el 1er. trimestre del año, la cual admite un resultado negativo primario de $58.500 millones para dicho periodo. En este sentido, debe tenerse en cuenta la estacionalidad del gasto del sector público nacional, en el cual los 2 primeros meses arrojan resultados significativamente mejores que el 3ro.

Por esto es que e l resultado aún no permite tener expectativas positivas respecto al cumplimiento de la meta fiscal del 4,2%. A modo de ejemplo, ambos resultados mensuales arrojaron peores guarismos que los estimados por E&R, desde donde sostenemos que la meta fiscal anual no será cumplida e incluso sería excedida en cerca de un 1% del PBI; alcanzando 7,9% del PBI.

Sin embargo, el Ministerio de Hacienda contará con una ventaja que seguramente lo habilitará a lograr el primer objetivo de sus metas trimestrales. Tanto durante enero como durante febrero se registraron ingresos extraordinarios por blanqueo de capitales que ayudaron a mitigar el rojo fiscal y que, a pesar de ser muy difícil de estimar su resultado, seguramente aporten de manera mucho más considerable durante el mes de marzo.

Así, con un buen resultado del blanqueo se podría nuevamente cumplir con la meta del 1er. trimestre e incluso, si el resultado del blanqueo en términos de recaudación impositiva es significativo (recordando que también puede pagarse la penalidad mediante bonos), podría ayudar a cerrar la brecha anual y modificar nuestro escenario proyectado a un valor más cercano a la meta.

Mientras tanto, a la espera de dicho resultado, nuestra visión sobre el desenvolvimiento fiscal continúa confirmándose. Las proyecciones para las variables macroeconómicas que sostenemos no son alentadoras para el cumplimiento de las metas, así como tampoco lo es nuestra estimación sobre los distintos componentes del gasto, en el sentido de que no vemos una reducción relevante en el futuro cercano.

Los ingresos tributarios siguen arrojando caídas interanuales en términos reales. El nivel de actividad todavía carece de suficientes “brotes verdes” que impulsen la recaudación, particularmente aquella atada al co nsumo que muestra caídas reales de cerca de 8 puntos porcentuales y representa una parte significativa de los recursos tributarios.

El tipo de cambio profundiza el problema ya que se registra una menor recaudación aduanera por los menores precios medidos en pesos, además de la caída abrupta de las exportaciones que esperan por un mejor nivel cambiario.

En este contexto, la recaudación por blanqueo registrada durante los primeros 2 meses del año no pudo contribuir al crecimiento de la recaudación, sino que simplemente pudo sostenerla.

Por el lado del gasto, no se evidencia ninguna sorpresa respecto a lo que venimos anticipando en semanarios anteriores. El gasto corriente primario (que es dónde es necesario el ajuste real) sigue expandiéndose ampliamente por encima de la inflación mientras que el gasto de capital (que se descuenta que crecerá en términos reales) muestra evidencia de comenzar a acelerarse.

1ro.la reparación histórica acelera el gasto en jubilaciones, haciéndolo crecer cerca de 10 puntos porcentuales en términos reales. El inconveniente principal en este sentido es la automaticidad que implican las transferencias a los jubilados, debido a la actualización automática semestral sumada a los mayores pagos ya efectivos a cerca de un millón de beneficiarios.
En esta cuestión, la única herramienta discrecional que posee el gobierno nacional es demorar las resoluciones de los restantes beneficios pendientes de este programa para desacelerar el crecimiento de la partida.

2do.el gasto en obra pública, que fue variable de ajuste durante el 2016, se acelera y, aunque aún se mantiene casi estable en términos reales, durante los próximos meses se expandirá tanto de la mano de la inversión nacional, como de las transferencias a las provincias para la ejecución de trabajos públicos.

El dato positivo a rescatar es el ajuste de los subsidios económicos, principalmente de aquellos corrientes. Dicho ajuste se debe, principalmente, al anticipo de gastos y cancelación de deu das llevados a cabo durante diciembre, lo cual habilitó a disponer de menores necesidades de caja durante este primer tramo del año.

El seguimiento del comportamiento de los subsidios será de importancia durante el correr del año, para observar su respuesta a los aumentos en tarifas pasados y futuros, ya que aún representan en su conjunto más de 4 puntos del PBI.

Como siempre destacamos, es de vital importancia observar el déficit financiero. En una economía con un importante déficit fiscal financiado con deuda, importa el déficit incluyendo el pago de intereses; por más que el Gobierno nacional no le preste atención en sus metas.
En este sentido, el pago de intereses creció en un 70% (un 81% si se netean los pagos intra-sector público).

En este marco, la relajación (en relación a Alfonso Prat-Gay) de las metas fiscales de Dujovne obliga a aumentar las emisiones de deuda, presionando sobre la cuenta de intereses que seguirá creciendo a lo largo de los próximos años (más con la Reserva Federal subiendo la tasa de referencia).
La mayor carga de intereses compensará la reducción del déficit fiscal primario (antes de intereses), evitando que haya una reducción del déficit financiero.

En pocas palabras, si todo sale bien y se cumplen las metas oficiales de Dujovne, lo más probable es que a fines de 2019 cuando concluya el primer mandato de Macri, el déficit fiscal sea similar al que había dejado Axel Kiciloff a fines de 2015.

La lupa sobre febrero

En el acumulado de los 2 meses transcurridos del año, el déficit primario alcanzó $23.160 millones, marcando un aumento de +45,6% respecto al mismo periodo de 2016 (según la nueva metodología definida por el Ministerio de Hacienda), como consecuencia de la mayor tasa de expansión del gasto primario (+38,5%) frente a los ingresos (+38%).

Paralelamente, el déficit financiero creció +56,4% hasta los $35.556 millones. En este marco, el déficit fiscal en términos del PBI aumentó de 0,2% (2016) a 0,3% (2017) del PBI en el acumulado de los primeros 2 meses del año. Cabe recordar que la nueva metodología excluye las rentas del BCRA, netea los pagos de rentas intra sector público e incluye los ingresos de rentas privadas del FGS. Siguiendo la metodología anterior el resultado primario (financiero) creció +46,2% (+55,7%).

Por el lado de los recursos, los ingresos de origen tributario crecieron un 33,2%, es decir que se mantuvieron estables en términos reales.

Sin embargo, el crecimiento está influenciado por los recursos extraordinarios del blanqueo, los cuales sumaron $8.736 millones, por lo que si se descuentan, la recaudación creció sólo al 29%.

Las partidas de mayor automaticidad llevaron al crecimiento en términos reales del gasto. Si bien el gasto en salarios del personal público se mantuvo neutral al crecer 33% nominalmente, la partida del gasto en jubilaciones y pensiones creció al 42,7%, siendo las jubilaciones las que más aportaron debido a que se ven alcanzadas en mucho mayor grado por la reparación histórica.

El gasto en bienes y servicios también creció de forma considerable (+37%), aunque es cierto que la base de comparación era baja, sigue contribuyendo a la expansión del gasto. Otras partidas de gasto corriente también mostraron crecimientos reales como las asignaciones familiares y por hijo (+76,7%), las transferencias a universidades públicas (+46,9%) y las transferencias a provincias con destino de gasto social (+247%), siendo estas dos últimas también influenciadas por bajas bases de comparación.

Por el contrario, se observó una importante caída en el financiamiento del déficit de empresas públicas (-85,5%) y el conjunto resto de gastos corrientes, que cayó en términos reales, creciendo sólo nominalmente. (+7,3%).

Sin embargo, el mejor desempeño en el ajuste del gasto se observa en la caída en los subsidios económicos del tipo corriente, particularmente de los subsidios a la energía, que marcaron una caída nominal (-12,2%), mientras que los subsidios a al transporte (+27,7%) disminuyeron en términos reales.

La caída en subsidios energéticos se explica en parte por adelantos de pagos efectuados durante diciembre.

Mientras tanto, el gasto de capital mostró signos de recuperación de la obra pública.

En su conjunto avanzó en un +33,9% (tras crecer 64% sólo en febrero). En el gasto de capital también se observó la reducción de las partidas destinadas a las obras vinculadas a la energía (-71,7%) y se destacó el crecimiento de las partidas destinadas a la vivienda (+226,5%), casi triplicándose las transferencias a provincias con este destino.

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