LA ECONOMÍA ARGENTINA EN ÉPOCA ELECTORAL
Siendo un año electoral, es natural que se espere un “veranito” electoral, desde que se sabe que es el período adonde los políticos “se interesan” por la gente (en realidad, por los votos…).
Esto dependerá en gran medida si se persiste en el error tremendo de pensar que se puede manejar la economía en la Argentina con la tasa de interés.
En un país con un Sistema Financiero insignificante en términos relativos (debería ser al menos 5 a 10 veces mayor), lo único que se consigue es profundizar recesión, destruir el tejido comercial y productivo, pauperizar a la población en general y empeorar a casi todos los sectores, ni hable mos de las Pymes, las que hoy están en un inmensa mayoría al
borde o plena cesación de pagos.
borde o plena cesación de pagos.
¿La contrapartida?
Increíbles ganancias financieras adonde con la “bicicleta” recreamos la época de la Plata Dulce.
Todo esto es realmente insólito.
Y tenemos que leer diarios que hablan y reproducen las bondades de “haber parado el dólar” como si esto fuera un mérito, con una inflación galopante y record, y un país en franco decrecimiento.
Mi razonamiento es que los economistas, en términos generales, terminan siendo teóricos que se manejan dentro de peceras y se despegan de la realidad.
Dicho de otra manera, duele afirmarlo, pero no saben de Finanzas.
Por como se manejan, jamás podrían manejar una compañía, sobre todo pequeña.
¿Qué es lo que no entienden, a mi criterio?
** En Argentina el problema inflacionario es una cuestión cultural. Los precios se fijan en base a expectativas, rarísima vez en base a reglas de juego claras de oferta y demanda. Pesa más el “cuánto es lo máximo que puedo cobrar” a ver la fuente de costos y la competencia. El empresario argentino prefiere no vender a ver que lo hace perdiendo “en dólares” por ejemplo. Por su parte nosotros, los consumidores, nos acostumbramos a la escasa oferta y los manoseos de precios.
Simplemente no tenemos idea, y pagamos lo que nos piden si podemos pagarlo.
** No somos USA ni Alemania… En estos países, ordenados hace decenas de años, un pequeño movimiento de la tasa genera efectos inmediatos y previsibles en toda la economía. Aquí, sólo especulación y merma de actividad por la falacia que la tasa de interés tiene que ser positiva en términos reales frente a la inflación.
Tremendo error. La tasa de interés es el premio al aho rro, y en Argentina la gente ahorra en dólares. No en leche o pan. Y por si esto fuera poco, la tasa de interés en el mundo actual es negativa respecto de la inflación en la mayoría de los países desarrollados, tales como USA, Alemania, España, Brasil, etc.
** El dólar quieto, dará réditos políticos, pero quita previsibilidad al empresario y al Sistema Financiero. Sería mucho mejor un esquema devaluatorio mucho más genuino, como en países vecinos. Chile devalúa y revalúa significativamente su moneda por ejemplo, sin tener traslado a precios. Esto se logra con tiempo, tiempo que lamentablemente hoy no se tiene, será un tema de la administración que siga, asumiendo que la presente se haga consciente de sus errores y encare un Programa Económico que adoleció a lo largo de su gobierno.
** S e dejó a mitad de camino importantísimas iniciativas que hubieran producido cambios reales. Por ejemplo, las atinentes al Mercado de Capitales (raquítico en su tamaño), regulaciones que impiden financiamiento inmobiliario, la existencia de gravámenes como débitos y créditos que empeoran todo aún. O la trunca e inexistente hoy reforma impositiva, una lástima y un pésimo ejemplo de un gobierno que se jactaba (y de a ratos lo hace) de no cambiar las reglas de juego!
Impuesto al Patrimonio, Retenciones, quita de Subsidios…luego que los empresarios han invertido en base a ellos, Impuesto a la Renta financiera, que castiga al ultranecesario ahorro sin el cual no hay inversión. Hecho además a la salida de un proceso de sinceramiento de capitales, lo cual constituyó una verdadera trampa.
** La “sequedad” de la plaza financiera produce un inmediato efecto de Crowding Out, adonde el Estado (provincias, municipios, gobierno central, etc.) toma ingentes cantidades de dinero del mercado compitiendo aún más por el poco capital disponible desplazando aún más a los privados. Sobrevivir en este entorno se vuelve una tarea penosa como ya he referido.
Y la lista podría continuar. El lector pensará que el que escribe añora los años pasados… ¡¡¡Para nada!!! Era tan malos como estos, o aún mucho peores dado el sesgo antidemocrático y demagógico.
Este gobierno ha cometido muchísimos errores, muchos de los cuales insólitos y debidos a una falta de un verdadero plan integral.
Esperábamos del Presidente un Estadista, y no ha estado, lamento profundamente decirlo, a la altura del desafío hasta ahora, de él depende el futuro y su posibilidad de serlo.
Pero la esperanza no se pierde, y ojalá estas líneas ayuden a la reflexión, sea que este gobierno continúe otro período, o sea reemplazado por nuevos vientos de esperanza. Muchos años de errores se merecen otros tantos de aciertos, de lo contrario nuestros hijos seguirán emigrando…
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