DESDOBLAMIENTO CAMBIARIO
Walter Graziano habló de "doble mercado cambiario" para permitir a empresas y provincias pagar sus deudas sin afectar la inflación y otros. En ese marco explica que una buena parte de los dólares que están en cajas de seguridad o en los colchones puede poco a poco destinarse al consumo o a la inversión (además de los más de US$20.000 millones de depósitos en moneda extranjera en los bancos y una buena cantidad de dólares preexistente a todo este desmadre e n los bolsillos de la población). "Queda claro que dólares, hay"
El economista Samuel Muzykanski, habla de legalizar el dólar, en un contexto en el que el mercado de capitales ya es bimonetario: hay diversos mercados dolarizados y también lo está el ahorro de la población. De esta manera se pondría un freno a la inflación existente y se daría un impulso al desarrollo. "A través de esta normativa, se deberían brindar garantías para movilizar las reservas locales privadas de atesoramiento hacia el sistema económico", afirmó.
El objetivos sería reintegrar al circuito monetario los dólares que poseen las personas físicas y jurídicas, "los llamados dólares del colchón". Este monto, dice el economista, cuadriplica las reservas del Banco Central.
El economista Walter Graziano propone en Ambito Financiero: "Un doble mercado cambiario, con uno “comercial” fijado por el Banco Central y uno libre y flotante por donde pase todo lo financiero parece la salida de corto plazo más potable, aunque solo sirva para la transición y el nuevo gobierno deba pensar en otras alternativas, de mejor y mucho más alto vuelo".
Sostiene en su nota "Un desdoblamiento cambiario aliviaría problemas durante la transición", que intenta buscar una solución al insólito control de cambios que impide a empresas y provincias endeudadas en moneda extranjera a pagar sus deudas. Algo que ni siquiera sucedía con Cristina Fernández en el poder.
Por ahora, explica, la solución de estás, "si no tiene fondos afuera del país", es "comprar bonos en dólares en la plaza local, transferirlos al exterior, y venderlos por dólares". Esa operación "implica un costo de cerca del 7% solo por la compraventa de bonos y la transferencia al exterior", y "representa la diferencia de valor entre un dólar en Argentina de una empresa y un dólar fuera del país de la misma empresa". Aclara que "con esta alternativa los dólares no se transfieren al exterior, sino que quedan en Argentina mientras que lo que sí se transfieren al exterior son los bonos en dólares que comenzarían a ser muy abundantes en Nueva York, lo que podría generar otros efectos indeseados".
En este contexto, la solución que debería dar el Banco Central, según el economista es "abrir en dos el mercado de cambios, dejarse de irrealizables prohibiciones, y permitir todas las transacciones financieras a una cotización libre y flotante a un dólar por encima del “oficial” que sería fijado por el Gobierno para las exportaciones e importaciones. De esta manera se desengancha la tasa de inflación y la suba en el precio de los alimentos de la presión sobre el dólar que podrían provocar la voluntad de atesoramiento de particulares y empresas, el pago de utilidades y dividendos al exterior y el pago de deudas".
Explica que ya "salieron del sistema u$s10.000 millones de depósitos en dólares en poco más de un mes. Esos dólares están en cajas de seguridad o en los colchones. Una parte apreciable de ellos puede poco a poco destinarse al consumo o a la inversión, por lo que no debería haber problemas de abastecimiento, si a ello se le suma que quedan todavía bastante más u$s20.000 millones de depósitos en moneda extranjera en los bancos y una buena cantidad de dólares preexistente a todo este desmadre en los bolsillos de la población, queda claro que dólares, hay".
Ayer, por caso, el BCRA liberó pagos al exterior de bonos nacionales, modificando un punto del control de cambios que impedía a los tenedores de títulos del Tesoro regidos por la ley local recibir los pagos que perciben por esos papeles en sus países. Pero mantuvo el cepo a provincias y empresas.
El Gobierno dispuso que los pagos de la deuda emitida con títulos del Tesoro Nacional quedarán excluídos de la prohibición de ser transferidos a cuentas del exterior, con lo que evitarán el incómodo calificativo de "default técnico". Pero la decisión no incluye a las otras operaciones que estaban alcanzadas con el problema generado por el 'cepo light' y la prohibición de ser girados a cuentas en el exterior; con lo que los pagos de las colocaciones de las provincias y de las obligaciones negociables de las compañías privadas continuarán con los mismos problemas...
Fuente U24
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