BONOS + RIESGO PAÍS
Bonos, riesgo país y un desafío a largo plazo.
Los mercados de renta fija por el momento han sido sumamente complacientes con la dinámica política y económica de la Argentina. La parte larga de la curva argentina exhibía un riesgo país del 13% en 2013 cuando hoy lo hace en niveles del 6,50%.
Los mercados comprimieron unos 650 puntos básicos sólo a fuerza de expectativas políticas con pocas modificaciones estructurales por el momento. Argentina probablemente siga comprimiendo riesgo país por los próximos cuatro años, pero a diferencia del pasado reciente dicha dinámica será más lenta y sujeta a la condición de que se ejecuten cambios estructurales de relevancia.
Podríamos dividir en tres partes el sendero de compresión de riesgo que Argentina podría transitar en los próximos cuatro años:
a) Brasil (5.50%),
b) Colombia (5%),
c) Perú, Bolivia y Uruguay (4%).
Estos son los rendimientos aproximados que el mercado internacional de renta fija emergente le exige a nuestros vecinos, así que es razonable esperar que a la curva argentina todavía le reste comprimir unos 250 puntos básicos de riesgo país. Si esto se diese lo tornaría en un proceso sumamente rentable para posiciones largas.
Si lo ubicamos en perspectiva, del 13% original al 4% existen 900 puntos básicos. De dichos 900 puntos básicos, 650 ya han acontecido, por lo que el 72% del proceso de normalización de nuestro nivel de riesgo país ya se materializó.
Resta ahora solamente el 28% final, movimiento que todavía será muy relevante en la generación de retornos potenciales, pero a la vez, relativamente mucho más lento porque ocurrirá sólo si Argentina puede mostrarle a los mercados internacionales un sendero concreto de transformaciones que resultarían indispensables para salir del estado de ineficiencia microeconómica que adolece el país.
Con devengamiento incluido, este proceso de compresión de spreads que restaría, si lo suponemos a cuatro años vista representaría un 50% aproximado de retorno potencial (devengamiento + apreciación de capital).
Los mercados de renta fija por el momento han sido sumamente complacientes con la dinámica política y económica de la Argentina. La parte larga de la curva argentina exhibía un riesgo país del 13% en 2013 cuando hoy lo hace en niveles del 6,50%.
Los mercados comprimieron unos 650 puntos básicos sólo a fuerza de expectativas políticas con pocas modificaciones estructurales por el momento. Argentina probablemente siga comprimiendo riesgo país por los próximos cuatro años, pero a diferencia del pasado reciente dicha dinámica será más lenta y sujeta a la condición de que se ejecuten cambios estructurales de relevancia.
Podríamos dividir en tres partes el sendero de compresión de riesgo que Argentina podría transitar en los próximos cuatro años:
a) Brasil (5.50%),
b) Colombia (5%),
c) Perú, Bolivia y Uruguay (4%).
Estos son los rendimientos aproximados que el mercado internacional de renta fija emergente le exige a nuestros vecinos, así que es razonable esperar que a la curva argentina todavía le reste comprimir unos 250 puntos básicos de riesgo país. Si esto se diese lo tornaría en un proceso sumamente rentable para posiciones largas.
Si lo ubicamos en perspectiva, del 13% original al 4% existen 900 puntos básicos. De dichos 900 puntos básicos, 650 ya han acontecido, por lo que el 72% del proceso de normalización de nuestro nivel de riesgo país ya se materializó.
Resta ahora solamente el 28% final, movimiento que todavía será muy relevante en la generación de retornos potenciales, pero a la vez, relativamente mucho más lento porque ocurrirá sólo si Argentina puede mostrarle a los mercados internacionales un sendero concreto de transformaciones que resultarían indispensables para salir del estado de ineficiencia microeconómica que adolece el país.
Con devengamiento incluido, este proceso de compresión de spreads que restaría, si lo suponemos a cuatro años vista representaría un 50% aproximado de retorno potencial (devengamiento + apreciación de capital).
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