FRIEDMAN Y KEYNES ESTARÍAN DE ACUERDO
Lo de Friedman es muy cierto: la
política monetaria no te soluciona el “largo plazo” pero es enormemente
efectiva en “calmar al corto plazo” y desde ahí darle espacio a la
política fiscal para que encuentre su curso. Para solucionar el largo
plazo se hace absolutamente indispensable calmar al corto y para ello la
política monetaria es enormemente eficaz. La pregunta sin embargo es
sino no se habrán pasado de rosca con tanto QE por todos lados. Supongo
que hasta el mismísimo Friedman se sorprendería de la heterodoxia
monetaria observada desde la quiebra de Lehman Brothers.
Queda claro que los principales
banqueros centrales del mundo coinciden en que hay una sola cosa peor
que la inflación: la deflación. El tiempo dirá si lo que hoy
consideramos como un sendero estable realmente lo es o si simplemente
estamos transitando una bifurcación dinámica hacia la próxima crisis. El
gran Milton Friedman dijo: “la política monetaria es inefectiva en el
largo plazo”.
Dentro de las tantas cosas brillantes
sobre las que escribió Friedman, y a pesar de su convicción en la
relevancia de la política monetaria como instrumento formidable de
amortiguación de shocks económicos, también Friedman indicó claramente
que la política monetaria no puede hacer magia dado que no existe el
concepto de alquimia monetaria: lo monetario compra tiempo y nada más,
en algún momento se deben hacer cambios estructurales. No se puede
cambiar al mundo simplemente con emitir dinero, de lo contrario, hacer
política económica sería una disciplina muy sencilla: podríamos
transformarnos de pobres a ricos simplemente con emitir dinero papel, lo
cual obviamente desafía al sentido común más básico.
Sin embargo, algo que no deja de
sorprenderme y no creo ser el único en este sentido, es en lo prolongado
que puede resultar el efecto positivo de la laxedad monetaria: desde
Septiembre del 2008 la Fed bombardea al mundo entero en forma monetaria y
sin embargo sólo observamos hasta el momento los impactos positivos de
dicha política, todo reflaciona, todo es felicidad por lo menos en
Estados Unidos con un S&P que sube todos los días del año con sol o
con lluvia.
A Estados Unidos se lo ve empecinado
casi exclusivamente en lucharle a esta crisis desde el lado monetario
sin querer atender el drama fiscal que tiene en frente con un ejecutivo y
un congreso que siempre mira hacia el otro lado. Por el momento esta
estrategia le ha sido formidablemente útil dado que su mejora económica
se ha financiado vía exportación al resto del mundo de dos males:
desempleo e inflación. Que el mundo entero ahorre en Dólares le genera a
la Fed el escenario soñado de pibe: le cobro impuesto inflacionario a
todo el mundo y mientras tanto vía reflación y efecto riqueza intenta
recuperar a la economía americana del bache deflacionario en el que
quedó atrapada desde inicios de la crisis.
En un lado opuesto del argumento, el
brillante John Maynard Keynes con su concepto de reactivar demanda vía
política fiscal activa también entendía que aumentar el gasto in-eternum
tampoco hace magia y probablemente se llegue a un punto en donde trae
más problemas que soluciones vía inflación. A esta altura del artículo
debería quedar claro que si bien Friedman y Keynes estaban del lado
opuesto de la discusión ninguno negaría al otro y ninguno se comía el
sapo: ellos eran los primeros en ser conscientes de que sus respectivos
enfoques tenían límites muy claros. Abusar de los mismos puede traer más
mal que bien y a esta altura me pregunto si tanto QE en USA, Japón,
Inglaterra, no estará sentando las bases para la próxima gran crisis y
ojo ahí: si ocurre, con qué balas la van a parar.
Germán Fermo, Ph.D.
Director, MacroFinance
Director, Maestría en Finanzas UTDT
gf@germanfermo.com
Twitter: @germanfermo
Enjoy Finance!
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