ESTONIA Primera ministra Kaja Kallas
Kaja Kallas, jacobina de la UE contra Alemania y FranciaKaja Kallas es 1er. ministra de Estonia, de alta visibilidad en el conflicto en Europa, crítica de todo diálogo con Vladimir Putin, y de Alemania y Francia. |
 Kaja Kallas rechaza todo diálogo con Vladimir Putin, y Estonia la acompaña. |
Kaja Kallas cumple 45 años el 18/06, es hija de Siim Kallas, ex 1er. Ministro de Estonia, ex presidente de su Banco Central y ex vicepresidente de la Comisión Europea; y nieta de Eduard Alver, cofundador de la República de Estonia, en febrero de 1918 y 1er. jefe de la Policía de Estonia. Siim Kallas fue fundador y presidente del Partido Reformista Estonio y Kaja es su heredera. Kaja Kallas se graduó de la Universidad de Tartu en 1999 con un BA en Derecho, trabajó en el bufete Luiga Mody Hääl Borenius y Tark & Co., ingresó a la Alianza Antimonopolio Europea, luego fue a la Escuela de Negocios de Estonia y obtuvo un EMBA (Maestría en Administración de Empresas) en Economía, e ingresó al Partido Reformista Estonio en 2010, con un escaño en el Parlamento en 2011, y la presidencia del Comité de Asuntos Económicos hasta 2014 cuando inició tareas ejecutivas. Durante su período en el Parlamento, Kallas trabajó en
En particular, se enfocó en derechos de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs): las fronteras en el mundo digital dificultan el surgimiento de empresas innovadoras. Con frecuencia ella afirma que las regulaciones no pueden ni deben obstaculizar la revolución tecnológica.  Kaja Kallas, 1er. ministra de Estonia. El partido Cuando era presidente del Banco de Estonia, Siim Kallas, fundó el Partido Reformista Estonio en noviembre de 1994, escisión de la Coalición Nacional Pro Patria (RKEI), y estableció alianza con el Partido Democrático Libre de Alemania, el Partido Popular Liberal de Suecia, el Partido Popular Sueco de Finlandia y Camino Letón. Desde entonces, el Partido Reformista ha participado en la mayoría de las coaliciones gubernamentales en Estonia, logrando una influencia significativa, especialmente en cuanto al libre mercado y las políticas de bajos impuestos. Ideológicamente, el partido ha abogado constantemente por el liberalismo de mercado. El partido apoya el impuesto de sociedades estonio al 0% sobre rentas reinve rtidas y persigue eliminar el impuesto de dividendos. La internacionalEl partido integra la Internacional Liberal y es miembro de pleno derecho de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE). Fundada en Oxford en 1947 ('Manifiesto de Oxford') y con oficinas en el Club Liberal Nacional, en Londres, la internacional es una importante red para partidos liberales y para el fortalecimiento de la democracia liberal en el mundo. Socios:
 Presidenta de Estonia, Kersti Kaljulaid; y 1er. ministra Kaja Kallas. El rechazo Estonia limita con el mar Báltico y el golfo de Finlandia. Incluye más de 1.500 islas, fue parte de la Unión Soviética y su capital es Tallin. Kaja Kallas es la líder y es crítica de todo diálogo con Vladimir Putin. "No tiene ningún sentido hablar con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, si el objetivo de Occidente es aislar al hombre fuerte del Kremlin", le dijo ella a EURACTIV.com/ Es una crítica a la "diplomacia telefónica" que desde la invasión rusa de Ucrania, el pasado febrero, han llevado a cabo, entre otros, el presidente de Francia, Emmanuel Macron; y el canciller alemán, Olaf Scholz. "Creo que si todo el mundo le llama constantemente, el mensaje que recibe (Putin) es que no está aislado. Así que si de verdad queremos transmitir el mensaje de que 'está aislado' (de la comunidad internacional), no le llamemos, no tiene sentido", aseguró Kallas. "(Putin) cree que está en el foco de atención porque todo el mundo quiere hablar con él. Pero, ¿qué conseguimos con eso? No constato resultado alguno (con las conversaciones), porque después de todas esas charlas, ocurrió (la masacre) de Bucha, la de Irpin, no hemos visto ninguna señal de desescalada", añadió Kallas. Macron y Scholz han planteado que Rusia y Ucrania tendrán que alcanzar una salida negociada, sin humillación de ninguna de las 2 partes beligerantes. En ese contexto, Kallas dijo que en su opinión "no tiene, hoy por hoy, ningún sentido" hablar con Putin. Preguntada por cómo evitar un escenario de 'Minsk III' (los Acuerdos de Minsk I y II nunca fueron cumplidos por ninguna de las partes), Kallas aseguró que la paz no puede ser el objetivo único de las futuras negociaciones, una vez finalizada la guerra: Ya hemos cometido ese error 3 veces en los casos de Georgia, Donbás y Crimea. Pensamos que tenemos un tratado de paz, todo el mundo se queda dónde está y volvemos a las andadas. "Porque en esos territorios ocupados, las atrocidades no ces arán aunque haya paz", aseguró Kallas, en referencia a la experiencia de Estonia tras la 2da. Guerra Mundial. Kallas comentó que la narrativa en torno a las conversaciones de paz también es errónea, y que debería ser Ucrania quien decida si está dispuesta a sentarse a la mesa. "Nosotros nos preguntamos: ¿qué podría hacer Occidente para desescalar? ¿Qué podría hacer Ucrania para desescalar? Es decir, ellos (los ucranianos) no han hecho nada malo, defienden a su país que es atacado", agregó. Preguntada si Europa está mirando ahora más al Este, Kallas comentó: "Lo que ha cambiado es que a nosotros (los europeos del Este) se nos escucha (...) mucho más de lo que se nos escuchaba antes". Para los grandes países europeos que tienen vecinos mucho mejores que nosotros (en referencia a Rusia), la principal preocupación es la migración, pero tienen que entender que si hay una paz débil, la migración continuará porque la gente te ndrá miedo de vivir allí. Preguntada sobre si se podría responsabilizar personalmente a Putin de crímenes de guerra, Kallas aseguró que la UE debe "hacer todo lo posible. ¿Por qué? Porque la invasión no puede salirles gratis. De lo contrario se estaría dando una clara señal a todo el mundo de que es posible cometer esos actos (criminales)". "Lo que realmente perjudica a la maquinaria bélica y a su financiación son los ingresos procedentes de los hidrocarburos, que suponen hasta el 40% del presupuesto de Rusia. El gas puede ser caro, pero la libertad no tiene precio (...) es muy difícil de explicar a aquellos países y personas que nunca han perdido su libertad".  Kaja Kallas y su par alemán, Olaf Scholz. Estonia Putin provoca una brecha cada vez mayor entre muchos países de Europa del Este y países como Alemania y Francia. Cabe preguntarse si la posición de Kallas es una emergente de la opinión pública de Estonia y sus países vecinos, o si ella y su partido han marcado la tendencia en la opinión pública. En cualquier caso, luce consolidada. Marko Mihkelson, jefe del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento de Estonia: "Es increíble cómo los líderes de Francia y Alemania sin darse cuenta están allanando el camino para nuevos actos de violencia por parte de Rusia... ¿Cómo es posible que ni París ni Berlín hayan aprendido de la historia? ¿Por qué se presume que Putin, que actualmente libra una guerra contra un importante pueblo europeo, tiene la intención de cumplir alguna promesa?". Artis Pabriks, viceprimer ministro de Letonia: "Parece que hay varios supuestos líderes occidentales que tienen una necesidad explícita de autohumillación en combinación con un desapego total de la realidad política". En 3 días, cientos de lituanos financiaron 5 millones de euros para comprar un dron militar turco para Ucrania, según la cadena de televisión por Internet Laisves TV, que inició la recaudación de fondos. Mihkelson: Macron y Scholz deberían colgar el teléfono y reservar un viaje a Ucrania a toda prisa. Espero que sus peculiares acciones no estén motivadas por el miedo a perder influencia en la Europa democrática en la que Ucrania seguramente entrará después de ganar la guerra. Kristi Raik, directora del Instituto de Política Exterior de Estonia, dijo que los líderes de F rancia y Alemania se arriesgaron a dar legitimidad a "las mentiras y demandas inaceptables de Putin". Añadió: "No comparto la opinión de que ningún líder occidental debería hablar nunca con Putin. Pero la forma en que Macron y Scholz lo están haciendo no solo es inútil, sino profundamente contraproducente". |
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