Navidad: Yeshúa ben Yosef (Jesús, el hijo de José)

 

QUÉ SE FESTEJA

Navidad: Yeshúa ben Yosef (Jesús, el hijo de José)

Revisando la Navidad: Jesús hijo de José (Yeshúa bar Yosef, en hebreo) o Yeshúa ha-notsrí (Jesús el de Nazaret) es el protagonista del Cristianismo.


Navidad, el comienzo en Belén.

Acerca de la NavidadJesús y la celebración de Occidente -curioso cuando el cristianismo nació en Oriente- muy interesante una nota de TercerAngel.org/ que reproducimos:

Por si alguien no lo sabe, cristianos es la comunidad de creyentes en la tumba vacía.


Contradicciones acerca de Yeshúa ben Yosef (Jesús hijo de José) o Yeshúa ha-notsrí (Jesús el de Nazaret), el Cristo (el Meshiach o Ungido). En arameo 'Yeshua' significa 'La salvación' o 'Jehová salva', y es una contracción de 'Yahoshua', que significa 'El Señor que es la Salvación'.

'Jesús', en arameo, es la forma familiar del nombre 'Josué'. El nombre completo, por tanto, es 'Yehoshúah' pero hacia el siglo 3 a. C. ocurrió un cambio en las vocales y así se simplificó el nombre: 'Yeshu' o 'Yeshúah' que llega a nuestros tiempos como Yeshúa.

Por lo tanto, su nombre arameo usual, que recordaba el lugar de nacimiento de una persona, habría sido Yēš' Narath- (Jesús de Nazareth).

Los cristianos creen que él fue resucitado por su Padre. En India hay una tumba que le adjudican. El Corán menciona a Jesús (al-Mas), 25 veces más, por su nombre, que a Mahoma pero tampoco adhiere a la resurrección. Entonces, la clave del cristianismo es la fe en que Yeshúa de Natzrat fue el Cristo y resucitó de los muertos. Es una cuestión clave en la Nochebuena y la Navidad: ¿el nacimiento de quién se festeja?

El secreto

Jesús está presente en 3 religiones. Demasiado para creer que no existió. Excesivo para afirmar que sólo fue "un judío estudioso de la ley que fracasó en su empeño de comunicar que el fin del mundo estaba próximo y que fue ejecutado por ser un sedicioso contra la ley romana", según el divulgador español Néstor F. Marqués. El judaísmo se niega a reconocerlo al menos como un personaje importante -tampoco a Pablo o Saulo de Tarso, discípulo del maestro fariseo Gamaliel, decisivo en la expansión del cristianismo a quienes los judíos llamaban 'ge ntiles' o sea los no judíos-.

Esto es comprobable, ha sobrevivido a los siglos y ha desafiado todos los obstáculos pese a la banalización de los pilares espirituales que promueve la cultura contemporánea para imponer el culto al relativismo.

En un intento por limitar su credibilidad, algunos cuestionan el testimonio de los historiadores de Yeshúa. Sin embargo, es algo nunca fue puesto en duda por los contemporáneos y cercanos a él. En los 3 años siguientes a la ejecución de Yeshúa ben Yosef, sus seguidores pasaron de una secta judía a una religión universal poderosa, alcanzando hasta los confines del mundo conocido hasta entonces. Fue una fuerza creyente pacífica multitudinaria que no pudo eliminar el Imperio Romano pese a las ejecuciones masivas de creyentes.

Si la existencia de Yeshua ben Yosef no es cuestionada, la cuestión de fondo es: ¿Fue o no 'el Cristo'? No hay una respuesta colectiva a esa pregunta sino que es un ca mino individual. Al fin de cuentas, la religión es una experiencia personal y jamás un credo universal. No es una imposición. Eso es Nabucodonosor obligando a adorar a la estatua.

Por si alguien no lo sabe, cristianos es la comunidad de creyentes en la tumba vacía.


Los historiadores afirman que el Evangelio de Marcos fue o relatado o dictado por el pescador galileo Simón bar-Jona, de Betsaida, más conocido como Simón Pedro o Cefas o apóstol Pedro.

En el capítulo 8 de su relato se lee:

"(...) Salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó a sus discípulos diciendo:

—¿Quién dice la gente que soy yo?

Ellos respondieron:

—Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; otros, uno de los profetas.

Entonces él les preguntó:

—Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo?

Respondiendo Pedro le dijo:

—¡Tú eres el Cristo!

Él les mandó enérgicamente que no hablaran a nadie acerca de él. (...)".

¿Qué significaba ser 'el Cristo'? Se trata de 'el Ungido' o 'el Mesías' que los libraría del yugo. ¿Cuál yugo? Ahí comienza un debate que no se abordará en este texto, circunscripto a la Nochebuena / Navidad: si él era Adonai, uno de los nombres propios de Dios en el judaísmo.

Los cristianos -en un c omienzo todos judíos aunque rápidamente hubo seguidores en Samaria (hoy Cisjordania) y en Tiro y Sidón (hoy Líbano), también en Damasco (Siria) y Alejandría (Egipto, la ciudad donde nace la palabra 'cristianos')- son los seguidores de 'el Cristo'.

Debería resultar evidente que los miles y miles que fueron a la muerte en los circos romanos lo hicieron convencidos de que Yeshúa ben Yosef era el Cristo.

Ellos creìan y confesaban que seguían a 'Jesús Cristo', que quiere decir 'Jesús, el Mesías' ('Yeshua Ha'Mashiaj', en hebreo).

En la porción de la Biblia escrita antes de Jesús, conocida como Antiguo Testamento, abundan las referencias al futuro Mesías pero las más precisas se encuentran en el libro del profeta Isaías, quien vivió en el siglo 8 a. C. y fue 1 de los 4 profetas mayores, junto con Jeremías, Ezequiel y Daniel.

Daniel y Ezequiel vivieron en paz en los días del cautiverio judío en Babilonia y Persia. En el caso de Isaías y Jeremías, fueron perseguidos por los reyes de Judea.

El Mesías sería el Salvador pero así comienza otro largo debate acerca de cuál es el significado de la salvación. Tampoco será abordado en este relato que se relaciona con la Navidad.

Lo básico

En el caso de Jesús, él era un predicador itinerante, con un inexplicable conocimiento del Antiguo Testamento, superior al de los discípulos de los rabinos Hilel y Shamai, que eran quienes cuestionaban su forma de entender a Jehová Dios.

Jesús, de profesión carpintero, buscaba el encuentro personal con las personas y en las poblaciones cercanas al lago de Galilea o de Genesaret, realizó durante 3 años no sólo una intensa predicación basada en parábolas sino demostraciones de sanidad que le concedieron una autoridad impresionante, que trascendió es e territorio.

Segun él, sus contemporáneos habían deformado las enseñanzas de Jehová y su misión consistía en mostrarles quién es Dios. Su liderazgo se construyó en el contacto con la gente común, excluida, pobre y desahuciada aunque también invitó a quienes tenían poder, fortuna y formación intelectual, a practicar la justicia y la solidaridad. No vayamos más lejos: el poder de los cristianos originales fue la fraternidad de los hijos de Dios.

Por si alguien no lo sabe, cristianos es la comunidad de creyentes en la tumba vacía.


La crisis

Karina Mariani, en una muy interesante columna que escribió para La Gaceta española y fue titulada 'La celebración de la Navidad, una arenga necesaria frente al suicidio de Occidente', plantea:

"(...) No es casual que el mito fundacional de la Navidad esté siendo progresivamente degradado. Se han suspendido celebraciones navideñas consideradas ofensivas para la multiculturalidad y se llega al absurdo de omitir hasta su nombre en eventos y objetos que contienen su iconografía. Existe un enorme, exponencial y abierto ataque a los mitos fundacionales occidentales, a su tradición y ritualidad, lo que expone un ataque a su cultura y a sus logros y sistemas de vida. Los valores judeocristianos son la base de la ciencia, del pensamiento y del derecho. Sin estos precedentes deja de existir el sentido de los derechos humanos. (...)".

Ahora bien, ¿cuáles son los valores judeocristianos?

Porque el cristianismo original reinterpretó y modificó los valores judíos, y poco o nada tienen que ver con los valores cristianos del presente.

Es más: el abandono o renuncia a la fraternidad de los hijos de Dios es el origen de la debilidad del cristianismo presente, al punto tal que su deformación ya no le sirve de pilar cultural a Occidente.

Cuando la Civilización se afirma cristiana pero promueve la destrucción, se postra ante la avaricia y deifica la injusticia, impide que Yeshúa ben Yosef sea reconocido como el Cristo, Yeshua Ha'Mashiaj'.

La verdadera pregunta a quienes afirman ser sus creyentes consiste en si ellos viven tal como si Yēš' Narath- fuese Yeshua Ha'Mashiaj'.

Stephen Charnock llamó "ateísmo práctico" a creer en Dios pero vivir como si no lo fuese. Por lo tanto, son los falsos creyentes, los ateos prácticos, quienes están destruyendo los valores de Yeshua Ha'Mashiaj'.

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