FNB Indicador Nacional de Felicidad Bruta

Esperando el 2do. trimestre, mejor hablar de la FNB que del PBI

Que la economía argentina haya registrado 2 trimestres consecutivos de expansión confirmaría que la recesión quedó finalmente atrás. Así al menos lo define la Oficina de Análisis Económico de USA (BEA, por sus siglas en inglés). No obstante, varios de los sectores económicos aún registraron variaciones negativas en el último período de 2016, al compararlos con el octubre-diciembre de 2015. Y los economistas dicen que hay que esperar al 2do. trimestre. Entonces, mejor hablar del indicador de Felicidad Nacional Bruta (FNB) y considerarlo más importante que el Producto Bruto Interno (PBI). Si bien Argentina está en la mitad de las top 50 mundiales pero en la puja regional marcha 4ta. detrás de Costa Rica, Chile y Brasil, también es cierto que podría estar peor porque todo depende del momento en que se hizo la encuesta: hace algunos meses en la Argentina predominaba la expectativa favorable de que en 1 año estaríamos mejor, y esa positividad contribuía al FNB. Hoy hay expectativa inversa pero... la encuesta ya se hizo antes.
Entre el FNB y el PBI está el IPS (Índice de Progreso Social): otra demostración de que el modelo únicamente basado en el progreso económico es incompleto.
La recesión en 2016 fue más fuerte de lo previsto: redujo la economía -2,3%, frente al -1,5% estimada por el Gobierno. Los "brotes verdes" se demoraron en llegar aunque en el último trimestre el PBI se expandió +0,5% frente al período comprendido entre julio y septiembre, el 2do. crecimiento trimestral consecutivo. Técnicamente es el final de la recesión. Pero no es tan sencillo.

¿Y 2017?

> "En el 1er. trimestre, que fue más flojo de lo que esperábamos, hay señales mixtas todavía; probablemente el PBI no crezca en términos interanuales. Sí va a quedar más claro en el 2do. y 3er. trimestre, que se comparan contra los peores trimestres del año pasado", dijo Lorenzo Sigaut Gravina, economista Jefe de Ecolatina, qu e espera que un crecimiento anual algo por debajo del 3%.

> "Con los datos del 2do. trimestre no habrá duda del rebote, que no va a ser milagroso. No se pueden corregir tantos desaciertos en tan corto tiempo. La esencia del rebote es el freno de la inflación, desde un entorno del 40% al 20%. Con los salarios levemente por arriba, que empujan el consumo, la reactivación de la obra pública, una pequeña mejora en Brasil y la suba de commodities en general, el rebote está garantizado", dijo Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica.

> "En los próximos meses tendría que haber una reacción más marcada por las líneas de financiamiento, el componente Procrear, un tipo de cambio estable y los recursos del blanqueo. Para que este crecimiento se vea en la calle, se tiene que recomponer el empleo y el punto clave e n el empleo es la construcción. La duda es cómo reaccionará la construcción privada", dijo Rodrigo Álvarez, economista de Analytica.

Mientras tanto... mejor hablar del índice de Felicidad.

La filosofía del monarca asiático se basaba en hacer felices a sus súbditos y de ahí la repercusión que tuvo el lunes 20/3 en el mundo el hashtag #SmallSmurfsBigGoals convocado por la organización multinacional.

Pero en la Argentina campeona del riesgo país, que con 456 puntos básicos duplica al de la región, no es raro que esté 4ta en Latinoamérica en el ránking del Informe Mundial de la Felicidad de 2017 elaborado por World Happiness Report 2017, a instancias de Naciones Unidas.

Está hecho por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de la ONU (SDSN), que estudió los casos de 155 países con datos de entre 201 4 y 2016, y combina datos económicos, de salud y encuestas, y fue divulgado este lunes en coincidencia del Día Mundial de la Felicidad.

Tiene en cuenta el producto interno bruto per cápita, la esperanza de vida media, el apoyo que se percibe en el entorno social o la confianza en el Gobierno y las empresas respecto a la corrupción.

En el listado general, que encabeza Noruega luego de desbancar a Dinamarca, que quedó 2da, nuestro país aparece en el puesto 24, o sea a mitad de camino entre los 50 más felices del mundo.

Entre los top 10 se sitúan, además, Islandia, Suiza, Finlandia, Holanda, Canadá, Nueva Zelanda, Australia y Suecia. Otros destacados son Austria en el puesto 13; Estados Unidos en el 14, y Alemania en el 16.

En cuanto a los vecinos continentales, nos superan en felicidad Costa Rica (puesto 12), Chile (en el 20) y Brasil (2 lugares más arriba que Argentina). México viene un sitio más abajo y Uruguay 3.

De haberse puesto en práctica la “revolución de la alegría” prometida en la campaña electoral tal vez podría haber aportado alguna percepción favorable de la población, que sirviera para mejorar la performance, pero la cruda realidad se impuso, con el fuerte reajuste de los precios que se inició en la transición entre el gobierno saliente y el entrante, más los impiadosos tarifazos que anunció la administración de Mauricio Macri poco de andar.

En todo caso, que la recopilación de información se haya cerrado a fin del año pasado, dejó fuera de la consideración los últimos sucesos sociales del 1er. trimestre, que precisamente no contribuirían mucho que se diga al registro de la felicidad de la población.

La celebración del evento internacional de mar ras es reconocer la importancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno, a lo cual el Presidente Macri suele dedicar algunos párrafos de sus alocuciones, pero ni él ni sus CEOs hacen nada por materializar.

Otra felicidad: vivir sin trabajar

Nicolás Litvinoff, economista (UBA), experto en Mercado de Capitales (IAMC), Magister en Finanzas (CEMA), director de la empresa de educación financiera online Estudinero.net y autor de los libros ¡Es tu dinero! (2009), Es tu tiempo (2012) y Maten al Banquero (2015), intentó desmifiticar para la revista Alzas y Bajas que la independencia financiera esté supeditada a la cantidad de plata que se tenga: “¿Quién es más rico: una persona que poseé US$ 1.5 millones pero no tiene mucha idea de cómo invertirlos u otra que tiene US$ 350 mil pero ostenta una alta cultura financiera?”, planteó.

Afirma haber preguntado a los followers a través de su cuenta personal de Twitter cuánto dinero sería necesario recibir por mes para vivir sin trabajar. Resumió los resultados en un equivalente a US$ 3 mil (casi $ 50 mil) que deberían ser suficientes para poder "colgar los botines".

Para ello debería tener ahorrados US$ 1 millón "a la vista" y sacarles una renta de US$ 3 mil mensuales, con los que podría administrarse casi 28 años sin necesidad de trabajar. Pero descontando los impuestos que se deben pagar por poseer esa suma, quizá ese cálculo baje hasta los 20 años.

"En ese lapso, podría declararse feliz aquel que haya decidido que lo será por haberse retirado de la vida activa, pero en todo caso dependerá de no soportar la angustia de tomar conciencia de que se está comiendo el capital mucho antes de cumplir con su expectativa de vida. Es decir que dentro de 20 años quedaría en cero otra vez, pero sin capacidad de generación luego de tanto tiempo de "parranda", expresa Litvinoff.

La oportunidad de juntar algún capital para sacarle una ganancia neta que sirva para vivir tranquilo y darse los gustos no es para cualquiera. Del 70% de los que están por encima de la pobreza, apenas una cuarta parte podría aspirar a formarse un fondo de reserva a fin de aplicarlo a sobrevivir con holgura.

Los países que están en mejores condiciones de crear un clima para lograrlo son los que están entre los 50 más felices del mundo, de los cuales 13 están en América Central y Sudamérica. Noruega en la cima, Argentina en el puesto 24, Haití como el que se encuentra más mal clasificado de la región y la República Centroafricana como el peor de todos.

Costa Rica, por s u parte, es el país más feliz de Latinoamérica con el puesto 12 y le siguen Chile (20), Brasil (22), Argentina (24) y México (25).

En el lugar 29 figura Guatemala y en el 30 Panamá En la parte media-baja de la tabla se encuentran Colombia (36), Nicaragua (43), Ecuador (44), El Salvador (45), Bolivia (58), Perú (63) y Paraguay (70).
En la cola, Venezuela (82), República Dominicana (86) y Honduras (91).

El derrame

Más preocupado por el índice de riesgo que recibe el país de las calificadoras internacionales que por el de satisfacción expresado por la ciudadanía, Macri cultiva la teoría del derrame, según la cual las inversiones que se atraigan y la renta que genere el sector que comparativamente reúne más ventajas en un país de las características del nuestro, serán las que vuelquen a los distintos estamentos de la sociedad los recursos que serán como un el ixir para el pueblo, con el Estado preocupado en proteger a los que cree más vulnerables.

Su modelo económico consiste en apoyar el crecimiento del PBI en lo que aportan la inversión y las exportaciones, en desmedro del consumo, lo cual a la vez que determina un atascamiento estadístico mina las expectativas favorables que podría tener a futuro la pirámide socioeconómica con respecto a una reinserción argentina en el mundo.

El consumo es sinónimo de bienestar en el mundo moderno e influye directamente, por lo tanto, en la sensación de calidad de vida de los habitantes de un país. Fue descuidado por la gestión macrista y por ello hoy la gente cree estar peor de lo que está.

Si se juzgara por la cantidad de compatriotas que se codean con los más ricos del planeta, nos ha ido tan mal a los argentinos. En la edición 2017 de Forbes ya figuran 7 con una fortuna igual o superior a los US$1.0 00 millones. Lástima que se hayan reducido simultáneamente 30% de pobres.

Encabeza la lista local en la que alguna vez supieron estar Amalia Lacroze de Fortabat y el propio Franco Macri, el petrolero Alejandro Bulgheroni, en el lugar 581, con un patrimonio de US$ 3.300 millones,
Segundo, Eduardo Eurnekian (puesto 896), con US$ 2.300 millones, de los que US$ 100 millones sumó en un año. Después viene el laboratorista farmacéutico Alejandro Roemmers (lugar 1030), con US$2.000 millones, el doble que hace apenas 12 meses. Más atrás están Gregorio Perez Companc, el banquero emergente Jorge Horacio Brito, el desarrollador inmobiliario Eduardo Costantini; el CEO de Mercadolibre, Marcos Galperín, y cierran el cuadro de honor multimillonario Gianfelice y Paolo Rocca.

Aunque un viejo dicho descalifica al dinero como hacedor de felicidad, muchos le cuelgan la muletilla de que “ayudar, ayuda”. El reparto inequitativo que hizo el gobierno de Mauricio Macri fabricó 1 millón y medio más de pobres que los legados por Cristina Fernández de Kirchner, que el propio Guillermo Moreno, acaba de reconocer de “fueron demasiados”.

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