BRICS: ITAMARITY NO COME VIDRIO

ITAMARATY NO 'COME VIDRIO'

Resultó que Bolsonaro también ama a los BRICS

En Brasil existe un 'sistema' que va más allá del Presidente de turno, y esto es lo que hace grandes a los países. Porque ese 'sistema' tiene intereses permanentes más allá de los políticos coyunturales. Si faltaba probarlo, la cumbre de los BRICS (Brasil Rusia India China Sudáfrica), que resultó un éxito... más allá de Jair Messias Bolsonaro, según el siguiente contenido que acercó Hernando Kleimans:
De izq. a der.: Xi Jinping, Vladímir Putin, Jair Bolsonaro, Narendra Modi y Cyril Ramaphosa.
Con la firma de Dmitrii Kocyriev, la agencia estatal rusa RIA Novosti / Rossiya Segodnya / Spútnik, difundió el siguiente contenido:
"La cumbre de los líderes de los países BRICS (Brasil Rusia India China Sudáfrica) en Brasil estuvo bajo amenaza porque en este país el poder cambió desde el pasado enero y los BRICS podían quedarse sin la primera letra de su título, permaneciendo sólo Rusia, India,China y Sudáfrica. Esta fue la reacción bastante típica de muchos ante el hecho de que justamente Brasil resultara el Presidente pro-témpore en 2019 de los BRICS, es decir el organizador de todas las actividades de la cumbre.
En realidad, Jair Bolsonaro es un típico político latinoamericano de derecha, no ama a los izquierdistas latinoamericanos (del tipo de quienes dirigen Venezuela), es un horrendo y escandaloso “trumpista” por su estilo de conducta y tiene buenas relaciones con el propio Donald Trump… el mismo Trump que se encuentra en situación de guerra comercial con China y en incomprensible relación con Rusia. Además, los anteriores gobiernos brasileños –aquellos que promovían activamente los BRICS- eran de izquierda.
Pero ocurrió exactamente lo contrario. La Presidencia brasileña precisamente batió 'récords' por la eficiencia en la preparación de la cumbre del 13 y 14 de noviembre. Alguien pensó que el nuevo poder rompería la cumbre y resultó todo al revés.
En general hay que decir que el acceso al poder del “trumpista latinoamericano” Bolsonaro es uno de los síntomas de que el mundo se reinstala a nuevo... de la forma más inesperada. Es posible y necesario desentrañar muy seriamente el sentido de lo ocurrido, dejando de lado anteriores ilusiones. 
** ¿Quién hoy es de derecha, quién es de derecha alternativa, quién es de izquierda?
** ¿La propia Rusia qué es?
** ¿De derecha, de izquierda o conjuga de una forma impensable para un occidental ambas ideologías?
** ¿Y China –se llame como se llame el partido gobernantes- es una sociedad izquierdista o, a lo mejor, de derechas?
** ¿Y cómo hacer con la India, donde en 2014 reemplazaron no sólo el partido gobernante y el gabinete sino la época y al poder llegó Narendra Modi, al que ya bautizaron Trump, sólo que hindú? 

A propósito, también en Sudáfrica ocurrieron muchas cosas durante los años de existencia de los BRICS. Pero los BRICS viven y les gustan a todos sus nuevos líderes.
Ante nosotros, por supuesto, hay un fenómeno original: la unión pensada y creada en una época resultó más actual para otra. Proyectos de este tipo inevitablemente comienzan de encuentros entre los grandes líderes y de conversaciones sobre principios generales. Así fueron. 
El sistema internacional de conducción fue creado bajo el anterior mundo y los anteriores patrones; sin embargo el mundo cambia, crecen nuevas potencias pero nadie se apura a incluirlas en el número de los accionistas principales. Esto hay que cambiarlo con mucho cuidado. Por supuesto, en la misma idea había un elemento de confrontación con los debilitados dueños del mundo: con USA y sus aliados antes que nada. Por eso las declaraciones políticas de los BRICS, con toda su diplomacia, inevitablemente eran tomadas en USA como un intolerable desafío.
Pero ahora el trabajo principal se ha concentrado en lo concreto. 
Los BRICS lo iniciaron con el alineamiento de un sistema alternativo de finanzas y al mismo tiempo se elaboraban proyectos en materia de aceleración del comercio mutuo y las inversiones. Brasil, para la cumbre y todo el trabajo del año eligió como tema “El crecimiento económico para un futuro innovador”. Con mayor precisión, el fortalecimiento de la cooperación de los cinco países en los ámbitos de la ciencia, la técnica y la innovación, en high-tech y luego todo lo demás.
Esto es comprensible. Brasil es una potencia: la 5ta. en población y la 7ma. en economía en el mundo, en dependencia del sistema de cálculo. En cuanto a innovaciones hoy, antes que nada, es China. Pero también Rusia e India.
Bolsonaro es una persona, semejante a Trump, que no puede ver a los 'globalistas' de todas las categorías (los califica como “izquierdistas”) y especialmente, tal como él afirma, a la 'mafia ecológica' que se ha convertido en una fuerza supranacional que ahora a la economía y le cambia el cerebro a la gente, inclusive por el método de infiltrar enfermas y malvadas chicas en la ONU.
Pero ¿por qué motivo Bolsonaro, inclusive con su amor por Trump, habrá de objetar la cooperación en innovación de los BRICS para el crecimiento de su economía?
Además, llegó sobre un éxito ya preparado. Entre 2006 y 2018 (el tiempo de existencia de los BRICS) la exportación de Brasil a los socios de la alianza creció en cinco veces: a China y Sudáfrica en cuatro, a Rusia en 3,4 y a India en 2,1 lo que es esencialmente superior a los indicadores de crecimiento de la exportación mundial. Así que la densidad de las vinculaciones comerciales en el interior del grupo ha crecido notablemente.
Ahora es el tiempo de incrementar esa densidad de vínculos en materia de high-tech.
Los brasileños así lo hicieron, desarrollando con éxito la tradición de que la actividad principal en los BRICS ocurre entre cumbres. Se publicó la lista de diversas reuniones de distinto nivel realizadas en ese sentido en estos nueve meses y medio, incluyendo una declaración de lo que se hizo y lo que se hará precisamente en materia de innovación. De esa declaración se evidente que en conjunto trabajaron y seguirán trabajando casi 3.500 especialistas de los cinco países.
Es que aquí, para evaluar la calidad de estos trabajos, se requieren especialistas estrechos. En esto reside el problema de la invisibilidad, típico para uniones semejantes al BRICS, como la UE, la APEC, la ASEAN y muchas otras. Todo aparece con eficiencia en el estadio de las declaraciones políticas. 
Pero, en cuanto todo el mecanismo comienza a trabajar, él aparece como un motor de un buen automóvil. En apariencia, incluso con el capot abierto, nada ocurre, este motor ustedes incluso pueden no escucharlo (si el automóvil realmente es bueno) Para ver cómo todo es complejo e interesante hay que comenzar a separar mucho del motor pero también saber hacerlo.
Así que muchos van a evaluar la cumbre en Brasil por su habitual declaración política así como por los encuentros bilaterales de los cinco líderes. Lo importante hace rato que se encuentra en que el motor trabaja silenciosamente y seguirá trabajando, inclusive bajo la Presidencia rusa que comienza en 2020."

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