INFORME DE ECONOMÍA & REGIONES: CEPO CAMBIARIO
La grave crisis en la que está sumergida la Argentina producto de la pésima gestión económica de los últimos 8 años fueron achicando el margen de error. A tan sólo un mes de la asunción del nuevo presidente, la incertidumbre, preocupación y ansiedad por conocer el nuevo plan económico que ejecutará el país está generando serias dudas sobre su capacidad de sorpresa. Esto es, hay mucho temor entre economistas y empresarios que en realidad termine siendo más de lo mismo.
Justamente, ese fue el título del último informe de Economía & Regiones: "Más de lo mismo es peores resultados".
Algunos pasajes muy interesantes de lo que viene:
> La contundencia de los datos queda reforzada por el establecimiento del nuevo CEPO,que nos viene a “avisar” que, si se sigue con el combo del “más de lo mismo” pero potenciado con CEPO, los resultados a futuro serán aún peores.
Hay que tener bien en claro que los efectos de actual CEPO serán más nocivos que los del2012/2015.
¿Por qué? Por cuatro motivos. Primero, porque el CEPO actual luce más duro que el CEPO 2012/2015. Segundo, porque el punto inicial de este segundo CEPO es mucho más complicado que el contexto del anterior CEPO. Tercero, porque no es lo mismo poner “un CEPO una vez”, que poner “de vuelta otro cepo en sólo 3 años y medio”. Y cuarto, porque puesto “todo” en dinámica, lo más probable es que los desequilibrios aumenten y se caiga en la (errónea) tentación de endurecer todavía más el CEPO
> El exceso de oferta en el mercado de bonos hace que el precio de los bonos caiga y el costo de capital suba.
Esta suba de la tasa de interés deprimirá aún más la inversión, contrayendo todavía más la oferta agregada, destrozando (aún) más el nivel de actividad económica. De seguirse por esta senda, los números “reales” del próximo año serán marcadamente peores. Como contrapartida del (aún) peor nivel de actividad, la demanda de trabajo y el empleo caerán más. El desempleo aumentará. La consecuencia será un mayor deterioro del salario real. En este contexto, la pobreza e indigencia aumentarán más, y las presiones sociales crecerán. ¿Qué pueden hacer los políticos ante este escenario? No sería descabellado pensar que aumentarán la asistencia y los subsidios. Dado que no tocarán el gasto, serán más impuestos y/o más emisión monetaria.
Ambas cosas son veneno para la salud macroeconómica, estimulando más caída de la demanda de dinero, más inflación y peor nivel de actividad
Esta suba de la tasa de interés deprimirá aún más la inversión, contrayendo todavía más la oferta agregada, destrozando (aún) más el nivel de actividad económica. De seguirse por esta senda, los números “reales” del próximo año serán marcadamente peores. Como contrapartida del (aún) peor nivel de actividad, la demanda de trabajo y el empleo caerán más. El desempleo aumentará. La consecuencia será un mayor deterioro del salario real. En este contexto, la pobreza e indigencia aumentarán más, y las presiones sociales crecerán. ¿Qué pueden hacer los políticos ante este escenario? No sería descabellado pensar que aumentarán la asistencia y los subsidios. Dado que no tocarán el gasto, serán más impuestos y/o más emisión monetaria.
Ambas cosas son veneno para la salud macroeconómica, estimulando más caída de la demanda de dinero, más inflación y peor nivel de actividad
> El presidente no ha designado todavía a ningún ministro. Mucho menos ha definido el organigrama ministerial, ni cuántos ministerios en el área económica hay. En este marco, nadie se ha puesto a trabajar todavía en un plan económico. A lo sumo, hay referentes económicos que, cada uno por su cuenta, están desarrollando (algunas) medidas económicas aisladas delineadas dentro de un marco de equilibrio parcial, y pensadas en función a su impacto sobre un grupo particular y en el corto plazo. Todo exactamente lo mismo que con Cambiemos hacia finales de 2015. ¿Qué puede salir mal?
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