Aluar, el Monopolio del Aluminio



Una empresa que controla todo el mercado y que le escapa a todo tipo de regulaciones. Pese a las denuncias, el gobierno no la controla.

El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner  criticó y persiguió a los grupos que ellos consideraban monopólicos en la rama de los medios de comunicación. No obstante, ningún representante de este denunció las actividades controladoras de mercado de la empresa productora de aluminio Aluar S.A., con residencia en Puerto Madryn, Chubut (Argentina) que ya llevan más de 40 años.
Hoy en día, existen otras empresas que a su vez controlan una parte muy importante del mercado en el cual se desarrollan, como es el caso de las metalúrgicas Sidenor y Siderar que controlan casi el 90%, o las tamberas Sancor y la Serenísima, que se calcula que tiene dominado casi el 50% del mercado. Lo que hace tan importante a Aluar, es que maneja la totalidad del mercado, el 100%.
Pero bien, ¿qué se define exactamente como monopolio?
Según varios de los economistas del CEPAL (Comisión Económica para America Latina y el Caribe), un monopolio se produce “cuando prevalece una forma de mercado en la que existe una sola empresa como único vendedor de un producto que no tiene sustituto y que ejerce un dominio total sobre el precio”.


Sin embargo, existen denuncias presentadas en la Comisión Nacional de la Defensa de la Competencia (CNDC) que se basan en la total exclusividad de la empresa en la producción primaria y secundaria de aluminio en el país, como también para la asignación de precios a estos productos.
Aluar, se creo entre 1970 y 1972 cuando los dueños de la empresa de neumáticos Fate, José Ber Gelbard y Antonio Madanes, decidieron participar en la licitación por la creación de una planta de aluminio para abastecer las necesidades del sector aeronáutico del Ejercito Nacional. El presidente de facto de ese entonces, el General Alejandro Agustín Lanusse, les otorgo esta concesión con la mente en un futuro pacto con el depuesto mandatario Juan Domingo Perón para las elecciones del 73.
Desde un principio, Aluar fue concebida como un monopolio, era la única empresa que podía importar aluminio para su creación primaria. Esto la posisionó sobre sus pares extranjeras. 


Historia de un monopolio


Desde 1975, Aluar aumentó paulatinamente el precio de los lingotes de aluminio, independientemente de la evolución de sus costos, pero no aumentó el valor de los productos semi elaborados que produce. Esto afectó directamente a la competencia, ya que debían mantener el precio de sus productos para no perder terreno en el mercado mientras que sus costos aumentaban. Como consecuencia muchas empresas debieron irse del mercado, mientras que otras fueron absorbidas por Aluar.
Esta competencia con quienes compran la materia prima se debe a la existencia de “Aluar Elaborados”. En 1992 se fusionaron Camea y Kicsa, dos firmas de aluminio elaborado, para formar CyK. En ese entonces, la nueva entidad era compartida en partes iguales por Aluar y Alcan, que es la compañía alumínera más importante de Canadá y la tercera a nivel mundial.
Sin embargo la empresa argentina se quedó con la totalidad de CyK. Ésta desapareció y se creó “Aluar Elaborados”, especializado en producción de chapas, perfiles y extrusados. Esto significa que ahora no sólo se encarga de la producción primaria de aluminio, el cual vende a las diferentes firmas, sino que también compite con ellas en productos elaborados.
Entre las principales empresas en las que tiene participación, se encuentran Aluar Sociedad de Garantía Reciproca, que brinda créditos a varias PYMES, La Empresa de Transporte de Energía Eléctrica por Distribución Troncal de la Patagonia (TRANSPA), y TRELPA S.A.


Denuncias no escuchadas



Estas actividades monopólicas no culminan ahí. Las empresas de construcción, no pueden obtener productos elaborados con aluminio si no es a través de Aluar. “Es imposible importar aluminio, no se permite, sólo lo podemos conseguir mediante Aluar y sus ramas” se queja Martín Rafael, apoderado de la empresa de materiales de la construcción San Rafael, que se encarga de proveer a la constructora Building & Asociados.
La empresa por su parte desmiente todas las acusaciones en su contra. Según sostiene uno de sus voceros, Aluar no es un monopolio sino que se trata de “una empresa creada por el Estado Argentino en 1972, para abastecer al país de la materia prima denominada aluminio”. A su vez, critica a quienes denuncian que se trata de una situación monopólica, al afirmar que en realidad lo hacen por “no conocer bien la definición de un monopolio”.
En cuanto al aumento constante de precios que se viene registrando desde 1975 hasta la actualidad, niega un control del valor del producto en le mercado, y descarga contra sus acusantes sosteniendo: “nosotros no controlamos el precio del mercado, lo único que hacemos es impedir que una multinacional extranjera le quite puestos de trabajo a muchos argentinos”.


Nexos con el gobierno




Es extraño por qué el gobierno demuestra tanta pasividad para con esta empresa y no así con otras.
Pero las suspicacias sobre Aluar, valuada en casi 6.500 millones de pesos, no terminan ahí. En el último año esta empresa registró un aumento del 119% en el valor de sus acciones, mucho más que otras empresas con mucha influencia en el mercado de la construcción, como es el caso de la cementera Loma Negra, que sufrió una variación del 90%, y IRSA, dedicada a las bienes raíces, 50%.
Todo esto puede parecer normal, pero hay que tener en cuenta dos factores:
  • Según las cifras del INDEC, la construcción sufrió una pequeña caída durante el último trimestre de este año. No obstante, estas mediciones son muy criticadas por varios sectores del país, por considerarlas “ficticias”, y según varias consultoras privadas, la caída es aun mayor.
  • La Central Eléctrica Futaleufú, creada exclusivamente para abastecerla, anuncio una baja del consumo desde Octubre de un 50% aproximadamente, basándose en la falta de demanda de esta empresa.
La pregunta que se genera es: ¿Cómo una empresa que recortó su consumo de energía a la mitad puede seguir experimentando un aumento en el valor de sus acciones?
La única respuesta concedida por la empresa, es “la productividad no bajó, es más, estamos produciendo más que antes”.


Fuente: http://gonzalo-prado.suite101.net/aluar-el-monopolio-del-aluminio-a7995

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