LA SUBA EN LAS EXPECTATIVAS INFLACIONARIAS EN ARGENTINA.

INFORME DE ECONOMÍA & REGIONES
 
De acuerdo con el relevamiento de precios del Congreso Nacional, la inflación de diciembre se habría acelerado marcadamente, conllevando el aumento del nivel general de precios en torno al 26% / 27% interanual a fines de 2013, muy por encima del cierre del 2012 (24% a/a, o sea interanual). En este marco de aceleración inflacionaria es pertinente hacerse dos preguntas: 
 
> “¿Por qué se acelera la inflación?”, y 
 
> “¿La inflación seguirá acelerándose o disminuirá en 2014?”.
 
La Emisión y la Inflación en la Teoría y en el Mundo
 
La economía no es una ciencia exacta porque el objeto de estudio, no solo está vivo, sino que es inteligente: Analiza el futuro, y en función de lo que espera que pueda llegar a pasar, basa su comportamiento hoy. Esa intromisión de los futuros posibles, que no necesariamente se concretarán, afecta las decisiones de hoy.
 
Sin embargo, una de las cosas en que la economía tiene certeza es que emitir por encima de lo que crece la demanda, genera inflación. Siempre y en todo lugar. Esta relación positiva entre emisión monetaria (por encima del crecimiento real) e inflación es siempre fuerte, pero se torna cada vez más fuerte cuando el período de análisis se hace más largo. 
 
Es decir, la emisión monetaria (por encima del crecimiento) y la inflación son un matrimonio sólido que se va fortaleciendo con el paso del tiempo. De ahí, que lo más aconsejable es actuar rápidamente desde la política monetaria para atacar la inflación.
 
La relación “cuánto más se emite, más inflación”, se manifiesta en el corto plazo. 
 
¿Por qué la relación entre emisión e inflación se fortalece a medida que pasa el tiempo y es más fuerte en el mediano y largo plazo que en el corto? Porque la emisión y la política monetaria impactan con retardos. En otras palabras, lo que el Banco Central emite hoy impacta también mañana y en los futuros meses. De hecho, los estudios demuestran que en distintas oportunidades los movimientos de política monetaria impactan durante un lapso que va desde los 6 hasta los 18 meses, y en algunos casos más.
 
Finalmente, y tal vez más importante de todo, el ritmo de emisión y de inflación tiende a reducirse a medida del paso del tiempo, lo cual muestra que los países no reniegan de la relación emisión e inflación.
 
A medida que pasa el tiempo, los países reducen su tasa de emisión monetaria y ajustan el ritmo de expansión de la cantidad de dinero al ritmo del crecimiento económico para reducir la inflación y tienen éxito.
 
En pocas palabras, en el mundo ya nadie discute que la inflación es mala en términos macroeconómicos. Todo el mundo tiene certeza que la inflación es nociva para el ahorro, la inversión, la generación de puestos de trabajo genuinos, el crecimiento económico sustentable, el PBI per cápita y el desarrollo económico. En consecuencia, todos los gobiernos actúan preventivamente para evitar que la inflación supere el umbral de 2%/3% (desarrollados) anual o el 5% (emergentes) anual.
 
En este marco, siguiendo los lineamientos de la teoría económica y la evidencia empírica que demuestran que la política monetaria es la herramienta más eficiente para combatir la inflación, en el mundo todos los bancos centrales aplican políticas monetarias prudentes que siempre tienen entre sus diferentes objetivos el control de la inflación como meta.
 
De esta manera, los países nunca sostienen durante un tiempo prolongado un ritmo de emisión de dinero más elevado que la tasa de crecimiento del PBI. 
 
De hecho, si centramos el análisis en los países que mantienen sostenidamente en el tiempo bajos niveles de inflación, se observa que son aquellos cuyos bancos centrales son muy prudentes en el manejo de la emisión monetaria.
 
El Banco Central es el responsable de decidir cuánto se emite. Si el Banco Central no emite, no hay inflación
 
El caso de Argentino
 
¿Qué sucede en Argentina? En los 7 años que van de 2007 a 2013 el aumento del nivel general de precios minorista habría ascendido hasta un promedio de 22.4% anual, lo cual cuadriplica y quintuplica la inflación registrada en los restantes países de la región. 
 
Paralelamente, la tasa promedio anual a la cual se emitió base monetaria fue del 25.5%3. Al mismo tiempo, en este período la tasa
 
Es decir, en los últimos 7 años en Argentina también se cumplió la teoría económica. En los últimos 7 años la inflación Argentina es igual a toda la emisión monetaria que sobra, es decir la inflación es igual a lo que el BCRA emite sobre el crecimiento económico.
 
En forma contundente, Argentina no es una “rara avis” en materia de inflación. Por el contrario, Argentina es el mejor ejemplo para convalidar lo postulado por la teoría económica: “la inflación es consecuencia de emitir dinero “de sobra”. Además, en nuestro país la inflación se está acelerando.
 
¿Por qué se está acelerando la inflación en Argentina? Porque a pesar de lo que dice el Jefe de Gabinete, en Argentina se emite cada vez más y por ende la inflación se acelera.
 
El argumento oficial se sustenta en el ritmo de expansión de la base monetaria. Se compara el crecimiento de la base monetaria de 2013 (+26%) con el de 2012 (+39%), concluyendo que el ritmo de emisión ha descendido a lo largo de 2013. Sin embargo, este razonamiento está viciado de validez.
 
El dato de crecimiento de base monetaria refleja la emisión monetaria si y sólo si el mercado de dinero está en equilibrio y los pesos emitidos son aceptados voluntariamente por el público. En un mercado monetario en equilibrio todos los pesos emitidos son aceptados por el público y por ende quedan en el mercado. En este marco, la emisión monetaria es igual al crecimiento de base monetaria y, por ende, el dato de base monetaria sirve para ver cuánto emitió el BCRA.
 
En la actualidad el mercado monetario de Argentina no está en equilibrio, por ende el crecimiento de base monetaria subestima la envergadura de la emisión monetaria. Ocurre que el BCRA emite pesos, pero una porción de esos pesos emitidos no son aceptados por el público y vuelven al Central a cambio de dólares, que se fugan en concepto de pérdida de reservas. Los pesos no aceptados son emisión “de más” que al volver al BCRA (a cambio de reservas) reducen artificialmente la base monetaria. En otras palabras, la emisión monetaria actual es superior al crecimiento de la base monetaria en Argentina.
 
El 26% de crecimiento de base monetaria, que se utiliza para justificar una supuesta moderación en el ritmo de emisión, en realidad “esconde” otra parte de la emisión.
 
La caída de reservas es la otra “parte” de la emisión y no figura en la expansión de la base monetaria. La caída de las reservas4 son pesos que el BCRA emitió, pero el público no aceptó y en consecuencia devolvió, por ende no están contabilizados en la base, pero sí fueron emitidos e influyen en las expectativas, en los precios y por ende en la inflación.
 
La verdadera emisión que no está reflejada en la base monetaria se refleja en la relación Base Monetaria / Reservas, que se incrementa con aumento de la base monetaria y con la caída de las reservas. La caída de las reservas, que en alguna proporción forman de la emisión monetaria realizada por el BCRA, acelera la inflación por medio de mayores expectativas de inflación que crecen en función de que se espera más depreciación del tipo de cambio en el futuro.
 
Es más, en un escenario de creciente déficit fiscal en el cual el gobierno acelera el tipo de cambio oficial, las expectativas de emisión monetaria aumentan. La gente sabe que el BCRA emite más cuanto mayor sea el déficit fiscal y también sabe que cuanto más pesos imprima mayor será la devaluación (por cada dólar que un exportador sojero “traiga, más pesos se le dará a cambio). Los aumentos salariales a las fuerzas de seguridad en las provincias pre anuncian un deterioro fiscal significativo en 2014. 
 
De hecho, las necesidades financieras totales del sector público (Nación + Provincias) podrían pasar de 5.4% (2013) a 6.8%/7.1% (sin aumento evasión) ó 8.5%/9.2% (con aumento evasión) del PBI en 2014. Una importante porción de este aumento de las necesidades financieras será cubierto con más emisión del BCRA.
 
La gente espera que en 2014 se emita todavía más, por ende sus expectativas de inflación crecen. La suba de las expectativas de inflación impacta directo en la inflación, acelerando su tasa de crecimiento. De hecho, las expectativas de inflación medidas por la UTDT han subido notoriamente en el último relevamiento de diciembre 2013.
 
En síntesis, en Argentina se desprecia la relación positiva entre emisión monetaria e inflación, que es una de las leyes de la ciencia económica con mayor sustento teórico y más evidencia empírica. Durante varios años se emitió a un ritmo muy superior al del crecimiento económico, lo cual convalidó en forma sostenida y consecutiva muchos años de elevada inflación.
 
Lejos de reducirse, el ritmo de emisión monetaria fue creciendo. La base monetaria pasó de crecer de 32% (2010) a 35% (2011) y 39% (2012). Este ritmo de emisión llevó a un fuerte desequilibrio monetario que condujo a una pérdida de reservas de más de US$13.000 millones en 2013. 
 
Para peor, todas las variables relevantes hacen esperar que la emisión monetaria siga acelerándose en 2014. En este contexto, aumentan las expectativas de devaluación y las expectativas de inflación, conllevando a una aceleración del ritmo al cual aumenta el nivel general de precios. Si nada cambia, hay que esperar que la inflación se acelere en 2014. De acuerdo con nuestras estimaciones ascendería a 32.5% anual el próximo año.

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