IMPUESTOS SOBRE INVERSIONES EN ARGENTINA

DIARIO - 21/08/2016

Impuestos sobre inversiones en Argentina



Por Javier Frachi – Universidad Torcuato di Tella
Borges tenía un cuento muy lindo que nunca llegó a terminar. Contaba que un sátrapa oriental heredaba un reino muy rico y muy joven. Y como era fanático de la cartografía juntó a todos los cartógrafos de su país y alrededores para hacerles un encargo: háganme un mapa del reino con escala uno a uno.
Trabajaron veinte años y lograron el mapa. Entonces ahora extiéndanlo dijo el rey. Tardaron otros diez años más en extender el mapa sobre la mesa hasta que el jefe de los cartógrafos dijo: mire señor ya está extendido el mapa sobre la mesa qué desea que hagamos. Bueno, dijo el monarca, ahora voy a dar mi última orden: que la gente se mude del país real al mapa.
A nosotros, los argentinos, nos mudaron en los últimos doce años a ése mapa. Nos autoislamos hace más de una década y ahora estamos tratando de volver enganchar nuestros intereses nacionales con los del mundo y hacer caja, necesitamos mucho efectivo para una sociedad muy consumidora y con políticos cuanto poco ladrones y apasionados del gasto desenfrenado.
La semana pasada ofrecimos una charla en UTDT donde tratamos varias aristas del blanqueo en Argentina y dado que algunas de ellas quedaron incompletas por la tiranía del tiempo. Allí hicimos foco en que no hay que comprender el blanqueo argentino debido nosotros recién salimos del mapa. Justamente los diplomáticos suelen contar un chiste con mucho respeto: “los argentinos pusieron una reina (Máxima) y un papa (Francisco). Son una potencia medieval en un mundo que ya intenta conquistar el espacio”.
Así es que decidí armar una nota muy corta con el tema más candente para el inversor argentino: qué tiene que tributar.
Disposición tributaria, qué tengo que pagar por mis inversiones
Las inversiones a nivel global tributan por dos caminos: impuestos a la renta (dividendos e intereses) y ganancias (toma de ganancia de una inversión). En Argentina agregamos un tercero, la tenencia (bienes personales), que desde hace años no se cobra en otros lugares.
Los argentinos que pasen el molinete al mundo del tributo deberán tener muy en clara las respuestas a estas preguntas:
  1. ¿Cuáles son los retornos esperados que quiero para mis inversiones? Hoy el mundo rinde nominalmente en bonos 1.5% y en renta variable 4%. A eso hay que restarle inflación, costos de trading e impuestos. Seguido a esto vale preguntarse cuál es el objetivo de ése dinero, qué va a financiar y si se está dispuesto a pagar por asesoramiento.
  2. ¿Qué tengo que tributar por mis inversiones?
  3. ¿Estoy dispuesto a tener una cartera de inversiones solamente de Brasil y argentina para tributar menor o mejor dicho tener un retorno alto?
Y la pregunta aledaña que debe hacerse la persona que desea sincerar es qué tiene que pagar en el periodo fiscal correspondiente por la cartera que tiene actualmente. La haya modificado o no después del blanqueo.
Aquí vamos a responder las preguntas dos, tres y por consecuencia la cuatro. La disposición tributaria queda como sigue:
Ahora vale la pena explicar cada impuesto porque los nombres prestan a confusiones. Bienes personales grava la tenencia. Ganancias grava todo dividendo o interés cobrado por acciones ordinarias, preferidas, ETF, fondos comunes, bonos o todo activo de renta fija. Por ejemplo la acción o bono pagó USD 30 en concepto de dividendos debo pagar 35%. Vale mencionar que si el bono se espera a maturity puede llegar a evitarse el impuesto de compra venta.
Por último, el impuesto de compra/venta grava cuando yo tomo ganancia de mi inversión, por ejemplo compré la acción o bono a USD 100 y lo vendo en USD 150, pago 15% sobre los USD 50 ganados.
Entonces todos estos impuestos esbozados aplican para quien sacó la foto el 22 de Julio tome ganancia de alguna de esas inversiones en cartera o haya cobrado entre julio y el corte fiscal dividendos o intereses por sus acciones ordinarias, preferidas y renta fija (como una vivienda).
Un paréntesis para aquellos que tienen bienes inmuebles. De estar la propiedad alquilada o no se deberá pagar ganancias, el organismo tributario asume un valor de alquiler estimado sobre el cual el contribuyente deberá pagar el 35% de ese alquiler “imaginario” o presunto.
Por tanto cobran vida cuatro cuestiones. La primera es que se hace clave la reinversión de dividendos en la propia acción o bono de manera automática. La segunda resulta interesante explorar FCI que hagan ese trabajo directamente por el inversor a un bajo coste. Tercero resultará clave minimizar justamente todos los costes de trading, fondos comunes, asesoramiento y etfs. La cuarta es tener un equipo interdisciplinario y pagar por ello.
Mayor libertad dentro del ZOO
Al día de hoy la estructura impositiva argentina privilegia dos mercados, dos retornos y dos volatilidades: la argentina y la brasilera. Ambos tienen una volatilidad del 50% anual al ser puramente exportadores de materias primas, agro y metales principalmente.
Si un inversor argentino quisiera diversificar el riesgo con otras correlaciones o con un simple put el gobernante argentino le dice directamente que no se puede e indirectamente le dice que ésos dos países que seleccionó por nosotros tienen el riesgo adecuado y son más seguros que los 200 años de historia del S&P 500 o la innovación y continuo progreso en ganancias del sector tecnológico o farmacéutico americano.
Me parece demasiado importante ahora que hay tanto cambio en AFIP, CNV, BCRA y otros organismos que se le permita al argentino mediante nuevo CDI poder diversificar riesgos y una cartera con los activos en otros países. Principalmente porque el gobernante no puede ser tan tonto en pegarse un tiro en el pie, me explico.
Si todos nosotros colocásemos toda nuestra riqueza en el país está fenómeno por un tiempo, ahora cuando vengan las malas época y ése patrimonio se reduzca a la mitad el ciudadano que no pudo diversificar tiene menos riqueza para consumir y jugar un rol de buffer a la caída general del país. Si se nos déjase con un impuesto razonable poder diversificar y proteger nuestro esfuerzo el país en el largo plazo gana y si en el transcurso de ello el país es estable, es confiable y ofrece buenos retornos el capital vuelve y no tendría ni miedo ni razón para volver a irse.
En caso que no se le quiera dar esa posibilidad al argentino medio sería muy interesante poner sobre la mesa debate si los FCI podrían asumir ese rol. Claro que para ello se necesita demasiada confianza, pocos vaivenes políticos y educación de todas las partes pero el debate debería de estar.
Para cerrar de la misma manera que empecé y a modo de reflexión final. En diplomacia decía Guido di Tella no hay que ser un genio, hay que ser sensatos. Hoy la sociedad argentina pide sensatez, no pide grandes cosas. Que mejor lugar para aplicar esta idea en una reforma tributaria consensuada entre las empresas, el estado, la industria financiera y los contribuyentes de a pie.
Fuente: MACROFINANCE

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