LA INFLACIÓN Y LOS SUPERMERCADOS
LA INFLACIÓN Y LOS SUPERMERCADOS
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Existe la creencia de que el poder monopólico de los supermercados puede afectar a la inflación. Distintos políticos de Latinoamérica, en especial de Venezuela y Argentina, culpan a los llamados “formadores de precios” como los causantes del problema. El argumento es que al estar concentrados a nivel distribución y comercialización, pueden tener ganancias extraordinarias, perjudicando a toda la sociedad. Pero… ¿es esto realmente así?
El siguiente cuadro de la consultora Abeceb muestra el grado de concentración de los supermercados en América Latina, junto con el índice de inflación:
La comparación es elocuente: no hay ninguna relación entre el grado de concentración en el sector de supermercados y la inflación. La Argentina tiene un nivel de concentración muy por debajo del promedio de América Latina y sin embargo tiene una inflación que sólo es superada por Venezuela.
La concentración responde a una conveniencia económica. Incluso vale aclarar que en Europa la concentración es aún mayor que en América Latina y la inflación es sensiblemente menor. En general, la concentración se da por ventajas de escala que se aprovechan tanto a nivel de cada tienda/local como a nivel de cada cadena de supermercados.
¿Qué podemos decir del nivel de rentabilidad de los supermercados? ¿Hay algún país del mundo en el que tengan mayores márgenes de ganancias?
La respuesta es que en Argentina los supermercados tienen menores márgenes que el promedio mundial e incluso que en los países emergentes. Como curiosidad, Japón está a la vanguardia en márgenes.
¿Por qué pasa que en Argentina el supermercado es tan caro en dólares? La explicación tiene que ver con el atraso cambiario del país: Argentina se ha vuelto un país muy caro en dólares (El motivo: ahora el déficit fiscal se financia con deuda en dólares en lugar de con impresión monetaria del Banco Central. Si el déficit no se baja, esta fórmula agravará el retraso cambiario).
¿Quién se está llevando toda la diferencia entre lo que percibe un productor por su producto y el precio al que se vende en las góndolas en Argentina?
El esquema revela algo que no debería sorprender: el estado se lleva una tajada del 30% del precio final de un producto. También es importante destacar que la logística es un componente de alto impacto. Esto relevante destacar porque la inversiones en infraestructura deberían hacer que este costo baje significativamente.
¿Sirve para algo la propuesta del Frente Renovador de quitarle el IVA a ciertos productos de máxima necesidad? ¿Sirve que se le permita a las PyMES tener más espacio en góndolas de modo de incentivar la competencia?
La realidad es que lo propuesta tiene más sabor a oportunismo político que a otra cosa. Para sacar el IVA, habría que sacárselo a toda la cadena y no al eslabón final. Pero aun si así lo hicieran, no hay garantía de que los precio bajen ya la quita del IVA podría ser simplemente más utilidades para la cadena productiva (Nota técnica: esto tiene que ver con que la demanda por productos de alta necesidad es muy inelástica y en consecuencia si se quitara el IVA en estos productos, la ganancia no la verían los consumidores traducida en menor precio).
Por último, la idea de que las PyMES tengan un espacio en góndolas, suena bien, pero el impacto es muy dudoso. En general las PyMES no tienen la escala para abastecer a un supermercado y tampoco tienen la financiación para hacerlo. Es una propuesta enteramente demagoga.
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