Conexiones de valor en un mundo cada día más frágil

 By Ramón Chávez Rosas

El mundo en el que vivimos ha pasado de ser VUCA (volátil, incierto, cambiante y ambiguo), a ser Bani (quebradizos, ansiosos, no lineales e incomprensibles). Esto significa que son tiempos de caos; de situaciones derivadas de crisis y cambios.

Esto implica que las conversaciones que mantienen las empresas con sus audiencias deben ser distintas ya que las empresas enfrentan pérdida de liderazgo en su mercado, personal altamente capacitado en desbandada, innovación en productos por detrás de la competencia y como remate final, el avance de nuevos jugadores que roban mercado.

Por solo poner un ejemplo de esto, la semana pasada conversaba con un CEO de una empresa de alimentos en Venezuela y me comentaba que hace unos años el mercado del café se distribuía en 3 marcas, mientras que el entorno de Venezuela actual hace que existan alrededor de 30 empresas que se reparten el 90% del market share del mercado.

Esto genera una incertidumbre tremenda. En algunas empresas el miedo bloquea. No se percibe que funcione ninguna medida de las que toma la dirección, los resultados son malos y la caída de la moral en la plantilla gana terreno a pasos agigantados. Nadie sabe cómo va a terminar esto, pero perciben que el final puede ser peor.

Entonces ¿Cómo las empresas logran comunicarse mejor con los futuros consumidores si no hay un camino más o menos certero de lo que se viene?

Un tema que, debido a mis inclinaciones de investigador me apasiona, pero que tiene difícil respuesta. Lo más interesante de todo es que esta respuesta aún está en construcción. Todavía hay tan poca literatura sobre el tema que hay que devorar todo lo que pasa por nuestras manos y de allí construir un modelo comunicacional para las empresas.

¿Cómo la comunicación en un mundo de incertidumbre había evolucionado en vez de hacia lo simple, como cualquier sistema razonable haría, hacia una dirección contraria: la complejidad y el caos, y estaba en puertas, como en un nuevo Big Bang, de explosionar las estructuras conocidas?

Hasta 2020, VUCA era enfrentado promoviendo una visión más amplia de las situaciones, con agilidad en nuestras respuestas, manteniendo conversaciones más claras para restablecer las relaciones correctas entre los actores y profundizando en el conocimiento.

El caso es que por mucho que hubiéramos hecho de todo eso a toneladas, nadie (o casi nadie) había pensado que nuestro mundo se iba a detener y comenzar a girar hacia el otro lado.

En 2020 tuvimos muertos por cientos de miles sin una guerra declarada, países cerrados y movimientos súper limitados, economías golpeadas, aumento del precio de la energía y alimentos y algo que es la clave de todo el juego: el enorme impacto en el estado emocional de las personas.

Y aquí radica la clave de la nueva conversación. Una vez un cliente español me comentó que las decisiones siempre son emocionales y que el razonamiento viene después. Pues hoy en un mundo BANI la conversación es más emocional que racional.

En las empresas, pasamos más tiempo pensando en lo estratégico, en la innovación y en la transformación; pero no consideramos a las personas, esas que hacen que las cosas sucedan (mejor dicho, si pensamos en ella, pero para que ejecuten ese pensamiento, sin hacerlos partícipes del proceso).

Pasa que ante la fragilidad (esta es la real acepción de la B de Bani, Brittle), debemos tener resiliencia. Pasar de lo que llamamos “Something´swrong al Something´sPossible” implica más que decirlo, es escuchar y analizar para ver las posibilidades reales.

Y aquí es donde está la clave de las conversaciones de hoy. Es el momento comunicacional de los líderes. Pero que sean capaces de crear y nutrir redes de colaboración.

No es casual que cada día crezca más y más el conceto de toughtleadership ya que en un mundo fuera de nuestro control, hay que responder construyendo redes de confianza (yo lo llamo conexiones de valor) para movernos hacia el futuro.

El líder debe ser capaz de relacionar las conversaciones del presente, con un futuro significativo para su comunidad (basado en un propósito compartido). Entonces cultivar una comunidad es cultivar posibilidades, es coordinar acciones y crear relaciones para cuidarnos entre todos. En ese contexto el líder es un agente que, al hacer conexiones de valor, genera contextos más amplios para el despliegue de las posibilidades.

¿Y cuál es el mejor receptor hoy para este tipo de conversaciones? La respuesta normal sería depende de la naturaleza del negocio y eso es verdad, pero también es verdad que en LinkedIn es donde están todos los actores empresariales jugando y hasta los mismos clientes. De allí que el comienzo debe ser la red profesional más grande del mundo. Donde vamos a poder convertir el contacto, en una real conexión de valor enfocada en resultados extraordinarios.

Y entender que si bien LinkedIn es una de las vías, debemos saber también que los algoritmos no están tan adiestrados para ofrecer la respuesta que esperamos cada vez que generamos contenidos, ya que lo que publicamos no es lo único en la red y es algo que solemos olvidar.

Por eso, en un entorno BANI, la dificultad en encontrar el engagement correcto en la red profesional más grande del mundo implica entender que las respuestas correctas suelen venir de actores que les gusta llegar yde inmediato marcharse (Ese con el que probablemente no quiero conversar). El que te da perspectivas y te hace entender que nada es inmediato y todo es temporal. Se trata de entender que las cosas que ocurren son el resultado de algo que comenzó hace mucho tiempo y ahora solo estamos recogiendo los frutos, aunque no nos guste.

Algo que le digo a mis clientes es que LinkedIn es como un bambú japonés (necesita siete años para nacer y que durante ese tiempo creeremos que no está ocurriendo nada). Pero cuando llega su momento de crecer, escala varios metros en pocas semanas.

Necesitamos ampliar y reescribir nuestra visión, adaptarnos al contexto nuevo en el que, en este universo conectado, todo tiene relación de causa y efecto, adquiriendo una nueva perspectiva para pensar en posibilidades distintas.