ECONOMÍA PRE-ELECCIONES
INFORME DE ECONOMÍA & REGIONES
El 1er. semestre registró una mejora del nivel de actividad explicada principalmente por 5 variables: La buena (no record) cosecha de soja, los elevados precios internacionales de commodities, el repunte de exportaciones de automotores a Brasil, el dinamismo del consumo, la construcción por más gasto público (y emisión monetaria) y el efecto estadístico (positivo) de una base de comparación baja. Sin embargo, de las 5 variables que en la actualidad están favoreciendo la recuperación del nivel de actividad, sólo las políticas fiscal y monetaria expansivas del Gobierno Nacional podrían mantener su efecto positivo a lo largo de todo este año. La recuperación de la construcción tiende a ser limitada ya que viene siendo traccionada por la obra pública. La industria muestra un repunte marginal impulsado por el sector automotriz; pero hay interrogantes exógenos. La soja tampoco podrá ser la salvadora ya que las expectativas de reversión de la política monetaria en USA ya afectan negativamente su precio futuro. El comportamiento especulativo de los exportadores sumado al debilitamiento del salario real y el recrudecimiento de las condiciones del mercado laboral afectaron la dinámica del comercio y del transporte de cargas.
La sensacón térmica del nivel de actividad ha mejorado en el 1er. semestre de 2013. Esta mejora es explicada principalmente por 5 variables. Por un lado, se destaca la buena (no record) cosecha, los buenos precios internacionales de soja y el repunte de las exportaciones de automotores a Brasil. Por el otro, el dinamismo del consumo y la construcción impulsados por el gasto público (y emisión monetaria) y el efecto estadístico (positivo) de una base de comparación muy baja.
El 1er. semestre registró una mejora del nivel de actividad explicada principalmente por 5 variables: La buena (no record) cosecha de soja, los elevados precios internacionales de commodities, el repunte de exportaciones de automotores a Brasil, el dinamismo del consumo, la construcción por más gasto público (y emisión monetaria) y el efecto estadístico (positivo) de una base de comparación baja. Sin embargo, de las 5 variables que en la actualidad están favoreciendo la recuperación del nivel de actividad, sólo las políticas fiscal y monetaria expansivas del Gobierno Nacional podrían mantener su efecto positivo a lo largo de todo este año. La recuperación de la construcción tiende a ser limitada ya que viene siendo traccionada por la obra pública. La industria muestra un repunte marginal impulsado por el sector automotriz; pero hay interrogantes exógenos. La soja tampoco podrá ser la salvadora ya que las expectativas de reversión de la política monetaria en USA ya afectan negativamente su precio futuro. El comportamiento especulativo de los exportadores sumado al debilitamiento del salario real y el recrudecimiento de las condiciones del mercado laboral afectaron la dinámica del comercio y del transporte de cargas.
La sensacón térmica del nivel de actividad ha mejorado en el 1er. semestre de 2013. Esta mejora es explicada principalmente por 5 variables. Por un lado, se destaca la buena (no record) cosecha, los buenos precios internacionales de soja y el repunte de las exportaciones de automotores a Brasil. Por el otro, el dinamismo del consumo y la construcción impulsados por el gasto público (y emisión monetaria) y el efecto estadístico (positivo) de una base de comparación muy baja.
Ahora bien, de las 5 variables que apuntalan la mejora del
nivel de actividad, el Gobierno sólo maneja el gasto público y la
emisión monetaria que lo financia. El ritmo de liquidación de la cosecha
depende de los productores / exportadores y su volumen depende del
clima.
Los precios internacionales de la soja dependen fundamentalmente de
la política monetaria de USA y de la fortaleza del dólar y de los
vaivenes de la oferta y demanda de su mercado. Por otro lado, el nivel
de actividad de Brasil depende positivamente del ingreso de capitales a
su economía, que es función positiva de la liquidez internacional y las
expectativas de política monetaria expansiva de USA.
En pocas palabras, el nivel de actividad doméstico
-explicado por cosecha, el precio de la soja y Brasil- es función de
variables que se encuentran totalmente fuera del alcance de manejo del
Gobierno.
A su vez, el efecto estadístico, que también está jugando a favor, depende únicamente de los “números” del mismo período del año anterior.
Efecto estadístico:
La futura sostenibilidad de la reciente mejora del nivel de actividad
dependerá del desempeño de estas 5 variables. El efecto estadístico será
aún mayor y jugará más favor en el 2do. y 3er. trimestre de este año,
porque esos períodos fueron los de menor nivel de actividad en 20121.
De esta manera, el componente estadístico del crecimiento del 2do. y
3er. trimestre de este año superará probablemente al que tuvo lugar en los primeros 3 meses del año. Sin embargo, ese
efecto estadístico positivo disminuiría en el 4to. trimestre de 2013 y
también en 2014, cuando la base de comparación sea más elevada.
Política macroeconómica:
El gasto público y la emisión monetaria, variables manejadas por el
Gobierno, se acelerarían en los últimos 5 meses, contribuyendo a un
apalancamiento adicional a la actual recuperación económica.
Sin embargo, focalizando el análisis en el largo plazo y pensando
en 2014, las políticas fiscales y monetarias expansivas, que se aplican
en la actualidad para apuntalar el nivel de actividad, acrecientan las
inconsistencias de política económica y los problemas estructurales sin
resolver. Si nada cambiara, las reservas del BCRA llegarán a US$ 35.300
millones en diciembre de este año y descenderían hasta US$ 26.000
millones hacia fines de 2014.
Sin cambios en la actual política monetaria, la relación base
monetaria / reservas (tipo de cambio de cobertura) aumentaría de $8.40
por dólar (actual) a $11.60 (fin 2013) y $21 (fin 2014). En
pocas palabras, las políticas fiscales y monetarias apuntalan la
recuperación de la actualidad a expensas de mayores inconsistencias
económicas y menor crecimiento futuro.
Precio de la soja:
La soja seguiría jugando a favor en lo que resta del año, pero con algo
menos de fuerza. En la actualidad se ha liquidado un 55% de la soja y
sus precios futuros tienen a bajar. El futuro en Chicago se comercializa
a US$ 442 (septiembre’13) y US$ 432 (noviembre’13) dpor tonelada. En
este escenario, creemos que lo más probable sería que la soja se
terminara de liquidar en el tercer trimestre y su efecto positivo sobre
el nivel de actividad desapareciera en los últimos tres meses del año.
En el largo plazo, la curva de futuros marca que en 2014 (US$ 435)
el precio promedio de la tonelada de soja descendería un 14% en relación
al precio promedio de la soja en 2013 (US$ 513). En este contexto, la contribución de la soja al proceso de crecimiento económico se reduciría en el próximo año.
Nivel de actividad de Brasil:
Tampoco Brasil ayudaría a que Argentina creciera más fuertemente en la
segunda mitad del año. Las estimaciones de crecimiento de Brasil han
sido reducidas para el 2do. semestre de 2013. El menor ingreso de
capitales y la depreciación del real ajustan su crecimiento hacia la
baja. Paralelamente, su inflación doméstica se ubica en torno a la banda
superior de la meta, lo cual anticipa que el Banco Central de Brasil (BCB) proseguirá subiendo la tasa de referencia SELIC.
> En pocas palabras, de las 5 variables que en la actualidad
están favoreciendo la recuperación del nivel de actividad, sólo las
políticas fiscal y monetaria expansivas del Gobierno Nacional podrían
mantener su efecto positivo a lo largo de todo este año.
> Por el contrario, el efecto positivo del arrastre estadístico
si bien aumentaría en el 2do. y 3er. trimestre, mermaría marcadamente en
los últimos 3 meses.
> Paralelamente, el efecto positivo de la soja disminuiría
paulatinamente hasta desaparecer por completo en el 4to. trimestre y el
aporte positivo de Brasil no aumentaría o bajaría en lo que resta del
año.
> De esta manera, la tasa de crecimiento del 4to. trimestre de 2013 sería menor que la de los 2 trimestres previos.
El nivel de las exportaciones 2013 (+6.7% interanual), que
revisamos hacia la baja, no alcanza para dinamizar lo suficiente la
actual recuperación económica. De hecho, estimamos una tasa de
crecimiento baja de la economía (2.5%) para 2013; tan sólo 1.2 punto
porcentual por encima de nuestra estimación de crecimiento de 2012
(1.3%).
¿Crecimiento anémico en 2014?
Durante los últimos 8 años la economía mundial jugó a favor de los
emergentes en general y Argentina en particular. Sin embargo, con la
crisis de Lehman el escenario internacional se “dio vuelta” y
la soja y Brasil pasaron a jugar en contra y Argentina acusó el impacto
negativo. Justamente, como consecuencia de una merma del precio de la
soja, nuestro principal producto de exportación, y por la devaluación y
caída del nivel de actividad de Brasil, nuestro principal socio
comercial, en 2009 el producto bruto interno de Argentina se contrajo un
3.5%.
La coyuntura de 2009 se revirtió con cierta rapidez a partir de la
inmediata respuesta de política monetaria expansiva de USA, que salió a “inundar”
al mundo de dólares. La Reserva Federal (FED) emitió y la divisa
norteamericana se mega depreció, el precio de la soja aumentó
rápidamente, el real se apreció y Brasil volvió a crecer fuertemente. Es
decir, la política de la FED, el precio de la soja y las ventas a
Brasil sacaron a la economía local del letargo de fines de 2008 y 2009.
En la actualidad, los obstáculos al crecimiento de nuestra
economía no son coyunturales, sino que parecieran ser estructurales. El
movimiento de la economía mundial en 2010 y 2011, fue excepcional y no
se repetirá. Por el contrario, la economía mundial, el precio
de los commodities y la tasa de crecimiento de los emergentes en general
y de Brasil en particular tenderán a volver a estándares más “normales”.
En concreto, el dólar ha iniciado el camino inverso al de los
últimos años y se aprecia en el mundo, desinflando suavemente el precio
de los commodities. Argentina sufriría las consecuencias de un mundo que dejaría de empujar vigorosamente; y que si bien no se le vendrá encima, le impondrá un techo a su tasa de crecimiento.
El problema es que debido a las crecientes inconsistencias de
política económica y los problemas estructurales sin resolver, Argentina
tiene cada vez menos herramientas disponibles para amortiguar y hacer
frente al impacto negativo de una soja y un Brasil menos favorables.
Peor aún, el avance del rojo fiscal de las cuentas públicas
nacionales le quita poder de fuego al Gobierno como amortiguador de la
anemia del nivel de actividad. Mientras que el superávit primario
genuino (neto de Anses y BCRA) alcanzaba el 2.6% del PBI en 2008, ahora
el déficit genuino se ubicaría cerca del -1.7% del producto.
Las presiones inflacionarias crecientes, la pérdida de reservas, la
mayor depreciación del peso y el desdoblamiento cambiario han impactado
negativamente sobre la capacidad de hacer política cambiaria contra
cíclica. Probablemente los efectos positivos de una devaluación sobre el
nivel de actividad y el empleo también serían más reducidos que en
2009.
Pensando en 2014, proyectamos un escenario internacional menos
favorable que el del 2013, pero tampoco tan negativo como en 2008/2009.
Sin embargo, hay que considerar que la salud macroeconómica actual es
más delicada que la de 2008, por lo que los factores domésticos juegan
más en contra que cinco años atrás. Lo más probable sería que las
actuales políticas se intensificaran, aumentando las inconsistencias y
generando un crecimiento de apenas un 1.8% en 2014.
En este contexto, nos parece útil hacer un breve recuento sectorial
de lo acontecido en materia de nivel de actividad, cuando el mundo dejó
de jugar a favor en 2009.
Contexto Internacional y su impacto negativo en 2009
La salida de capitales en Brasil provocó la devaluación del Real,
haciendo que su nivel de actividad caiga un 2% en promedio en 2009. Este
fenómeno impactó en nuestra economía reduciendo las exportaciones, ya
que más del 20% de nuestras ventas al exterior
se dirigen a Brasil; siendo los productos industriales (como
automóviles, autopartes y metales) el principal rubro de exportación
hacia ese destino.
Por su parte, las exportaciones del complejo sojero, que
representan aproximadamente el 25% de nuestras exportaciones totales,
mostraron una caída de aproximadamente 20%. El sector primario fue uno
de los sectores más afectados, exhibiendo una retracción mayor al 20%
durante el periodo bajo estudio.
La caída de las exportaciones primarias en general y de la soja en
particular, también se reflejó en los sectores vinculados como el
transporte, la intermediación financiera, la construcción, la producción
de alimentos, etc.
Contexto internacional actual y su impacto en micro sectores domésticos
Si bien en la actualidad el contexto internacional no se ha
desplomado, tal como ocurrió en 2008/2009, los motores externos
estarían mostrando síntomas de debilidad. La dinámica del mundo
comienza a recomponerse lentamente, imponiéndole un techo al
crecimiento de los emergentes y al precio de las materias primas. Si
bien no se trata de una tendencia totalmente definida, deberíamos
esperar un crecimiento moderado de Brasil y un precio de la soja que se
vaya desinflando suavemente con el correr del tiempo. De modo que la
economía local se vería paulatinamente afectada por este escenario.
Este año nuestra economía estaría mostrando señales mixtas, donde
conviven sectores que se recuperan con otros que no han logrado revertir
la tendencia del año pasado. En el agregado, el crecimiento sigue siendo anémico.
La construcción se recupera en los primeros 6 meses del año, con un
incremento interanual del 7% aproximadamente de los despachos de
cemento como consecuencia de las obras públicas (en un año electoral) y
de las construcción de empresas.
Sin embargo, ni la construcción de viviendas para la
familia, ni el sector inmobiliario habrían retomado el crecimiento que
mostraban antes del 2012. Por lo que no habría que esperar que
la construcción retomara el dinamismo del pasado. La recuperación de la
construcción también tiende a ser limitada ya que viene siendo empujada
por la obra pública y las medidas proteccionistas (en especial las
restricciones a la compra de dólares) le quitaron el atractivo de ser
una inversión en dólares y de bajo riesgo.
Por su parte, la industria muestra un repunte marginal traccionada
por el sector automotriz (y otras actividades vinculadas como la
industria del caucho y del plástico). En efecto, si al agregado
industrial (medido a través del EMI de INdEC) se le saca el sector
automotriz, el índice (recalculado) muestra una caída del 2% en el
primer semestre y en los últimos 12 meses.
No obstante, la industria automotriz tendería a suavizar su actual
tasa de crecimiento en el mediano plazo. La industria automotriz depende
de la economía brasilera. La posible reversión de política monetaria de
USA podría forjar una salida de dólares, moderando el crecimiento de
las exportaciones desde argentina y afectando principalmente al sector
automotriz.
Las exportaciones del sector primario mostraron una contracción en
el primer semestre, como consecuencia, en parte, de la incertidumbre
provocada por el desdoblamiento cambiario y el incremento de la brecha
que hizo que exportadores acopien parte de su producción y pospongan sus
ventas al exterior.
Probablemente, el comportamiento especulativo de los
exportadores sumado al debilitamiento del salario real y el
recrudecimiento de las condiciones del mercado laboral (con aumento del
desempleo en el 1er. trimestre del año) afectaron la dinámica del comercio y del transporte de cargas que exhibieron retracciones del 2% aproximadamente en los primeros 6 meses.
Por último, la soja tampoco podrá ser la salvadora en este caso; ya
que las expectativas de reversión de la política monetaria en USA
estarían afectando negativamente su precio futuro.
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