LAS RESERVAS NO SE RECUPERAN.

INFORME DE ECONOMÍA & REGIONES

A más reservas, mayor capacidad para amortiguar los shocks externos negativos. La salud macroeconómica argentina requiere especial atención a la estabilidad del tipo de cambio, mientras que la demanda de dinero (doméstico) es débil: sería aconsejable que el BCRA tuviera una elevada cantidad de reservas internacionales. Es más, considerando que Argentina no tiene acceso a los mercados voluntarios de financiamiento y que la deuda se paga con dólares del Central, la autoridad monetaria debería acumular reservas para apuntalar su política cambiaria y su demanda de dinero (brindándole respaldo al peso). Los bancos centrales de Perú, Uruguay, Brasil y Chile son conscientes de los riesgos cambiarios que afrontan sus economías por ser países en vías de desarrollo: apuntalan la acumulación de reservas como un instrumento de política económica tendiente a lograr estabilidad macroeconómica, y en el actual contexto de menor ingreso de capitales a países emergentes a partir de la expectativa sobre la quita de estímulos monetarios de la Reserva Federal estadounidense. Brasil, por ejemplo, sostuvo una tasa de acumulación de reservas del 23% al 3% interanual en los últimos 12 meses. Argentina, por el contrario, fue el país de mayor drenaje de reservas y presenta el menor nivel respecto de su PBI, pese a todas las medidas que ejecutó en meses recientes.
La política fiscal y de desendeudamiento K ayudan a explicar mucho de la actual crisis cambiaria 2014. El pago de deuda pública con reservas y el déficit fiscal contribuyeron a deteriorar el nivel de reservas. La Argentina eligió evitar endeudarse en los mercados internacionales, pese a las tasas históricamente bajas, y fue cancelando sus pasivos en moneda extranjera con reservas: US$ 43.000 millones entre 2003 y 2013, desperdiciando las tasas de interés bajas para realizar inversiones de infraestructura.

A pesar de la calma de los mercados de las últimas semanas, nuestro país atraviesa una crisis cambiaria que ubica a las reservas internacionales en el centro de la escena macroeconómica.
 
El problema surge como consecuencia de las propias inconsistencias de política que se vienen implementando desde hace años. Se intenta mantener un tipo de cambio fijo o cuasi fijo (con pequeñas devaluaciones) y a la vez llevar a cabo una política fiscal excesivamente expansiva financiada con emisión. 
 
El Banco Central emite para financiar el déficit fiscal generando un exceso de oferta en el mercado de dinero. 
 
El público percibe que “sobran pesos” y se desprende de ellos demandando divisas contra las reservas internacionales, con lo cual disminuye la demanda de dinero, aumenta el desequilibrio monetario. 
 
En resumen, la sucesiva pérdida de reservas financia el constante déficit fiscal. A más déficit, más pérdida de reservas.
 
En 2013, el Banco Central perdió US$ 12.700 millones, aproximadamente el 30% de su stock total de reservas. El drenaje de dólares se fue acelerando sucesivamente hacia fin de año y alcanzó un record de US$ 2.900 millones en enero 2014. Esto indujo una fuerte devaluación del 22% hacia fin del primer mes del año, que fue acompañada con una fuerte suba de tasas de interés y otras medidas complementarias que intentan aumentar la oferta y pisar la demanda de dólares con el objeto de atemperar las presiones en el mercado cambiarios y sobre las reservas. 
 
Sin solucionar el problema de fondo, el BCRA logró anestesiar el mercado de divisas haciendo que la pérdida de reservas se reduzca en febrero 2014 (‐US$ 200 millones) y marzo 2014 (‐US$ 540 millones) e incluso empiece a incrementarse en los días transcurridos de abril.
 
A las restricciones que percibían las importaciones y la demanda de dólares del sector privado (familias y empresas) se le agregaron otras medidas complementarias que buscaron aumentar el nivel de reservas. Éstas medidas permitieron comprar tiempo hasta que comiencen a ingresar los dólares de la cosecha gruesa:
 
> Bancos privados se desprenden de posiciones en moneda extranjera: El BCRA revivió una norma suspendida en 2005 para forzar a los bancos a desprenderse de divisas y “entregárselas” al BCRA: de este modo se obligó a los Bancos a vender gran parte de su patrimonio en moneda extranjera, ya sea en dólares billetes, bonos “contado con liqui” y contratos a futuro. De acuerdo con estimaciones del sistema, esta nueva medida del BCRA permitirá que de aquí a mayo la venta de dólares del sistema financiero alimente la oferta de divisas en todos sus tramos.
 
> Apertura cupo de exportación de trigo: El ministerio de agricultura anuncio que prevé autorizar la venta externa de 1,5 millón de toneladas de trigo adicionales al cupo exportador.  Ello permitirían sumar US$ 350 millones en divisas extra, e ingresarían al fisco unos US$ 80 millones más en concepto de retenciones. Hasta ahora las exportaciones de trigo permitieron un ingreso de US$ 150 millones, y resta saber que sucederá con los permisos de exportaciones del año anterior que no fueron utilizados por falta de mercadería y han tributado por adelantado retenciones y otros tributos.
 
> Letras del BCRA dólares por primera vez en 6s años: La entidad monetaria vuelve a ofrecer a los bancos colocaciones en dólares con atractivas tasas de interés en dicha moneda. Esto permite a los bancos mejorar las tasas ofrecidas por depósitos en dólares para captar depósitos y elevar reservas.
 
> Bono YPF: La empresa colocó de manera exitosa 1.000 millones de dólares a través de una nueva emisión de títulos en el mercado internacional por un plazo de 10 años a una tasa de 8.75% anual. Estas divisas serían giradas al BCRA con la meta de ser utilizadas en los desarrollos locales de la compañía.
 
> Ampliación del acuerdo con Chevron: Implicará un desembolso adicional de US$ 940 millones por parte de la empresa extranjera que será canalizado en el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en vaca muerta. La cifra permitiría un ingreso adicional de divisas al mercado cambiario capturadas por el BCRA.
 
> Reducir el gas importado: La quita de subsidios al gas generaría aumento de las tarifas que pagan las familias de entre 100% y 400%; lo que podría moderar la demanda de gas importado mejorando el déficit energético, que alcanzó un record de US$ 6.300 millones en 2013. De modo que se estima que el saldo (negativo) del 2014 sea menor como consecuencia del impacto contractivo de la eliminación de los subsidios en la demanda de energía importada, por un menor nivel de actividad económica y por un aumento en las exportaciones de petróleo crudo.
 
> No pago del cupón PBI: Como mencionamos en los semanarios anteriores el no pago del Cupón PIB, permite evitar el innecesario egreso de US$ 3.500 millones (de los cuales US$ 2.800 millones correspondían a moneda extranjera). La nueva metodología de cálculo del PIB, que utiliza al 2004 como nuevo año base (el anterior era 1993), exhibe un crecimiento del 3% para 2013; menor que el crecimiento publicado del nivel de actividad oficial (EMAE) del 4,9% y del umbral de crecimiento de 3,2% que disparaba el pago del cupón. La nueva cifra del INDEC otorgaría un poco de aire al mercado cambiario para la segunda mitad del año, cuando la cosecha gruesa ya se haya liquidado. En este sentido, esta medida deja bien claro que las reservas resultan ser el objetivo prioritario respecto del nivel de actividad en 2014.
 
> Impuesto interno a los automotores de alta gama: Se aplica un impuesto de entre 30% y 50% a los autos cuyo precio (antes de gravámenes) supere los $170.000; forjando una merma de las compras externas de autos de alta gama, que habían alcanzado un record de US$ 19.600 millones en 2013. A su vez, se obliga a las automotrices a conseguir los dólares necesarios para la importación por parte de sus casas matrices. Esta medida también confirma la prioridad de incrementar las reservas sobre cualquier otro objetivo.
 
> Aumento de la alícuota del impuesto a las compras con tarjeta al exterior: Ya hacia fines del 2013, el gobierno incrementó la alícuota del impuesto a las compras con tarjeta en el exterior, del 25% al 35%. De este modo se intenta reducir el déficit de la cuenta “turismo y viajes” del balance de pago que alcanzó un resultado negativo de US$ 6.700 en 2013.
 
Sin embargo, a pesar de todas las medias que se fueron tomando (y que se están por implementar en algunos casos), las inconsistencias de política económica sumado al hecho de que el sector público es un despilfarrador serial de divisas, hacen que el problema cambiario sea doblemente difícil de revertir y que las reservas no se incrementen de la forma que deberían.
 
Es más, en realidad las reservas siguen cayendo a pesar de que se han tomado medidas excepcionales que generaron un ingreso de divisas al BCRA.
 
Puntualmente, todo el conjunto de medidas que ha adoptado el gobierno en los últimos 3 meses han generado un ingreso extraordinario de divisas por US$ 8.900 millones, y pesar de ello el stock siguió cayendo hasta marzo 2014 (inclusive).

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