EN EL 2013 ARGENTINA CRECE MENOS QUE EL RESTO DE LOS PAÍSES


INFORME DE ECOLATINA


Pese a que los dos grandes riesgos que amenazaron a las economías avanzadas durante el año pasado (salida del Euro de los países periféricos y el “abismo fiscal” en USA) parecen haberse desactivado o pospuesto, las perspectivas económicas para 2013 lucen aún endebles.
 
De hecho, en la última edición del World Economic Outlook (WEO), el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus proyecciones de crecimiento mundial para 2013 en 0,2 p.p. (la previsión pasó de 3,5% a 3,3%).
 
Esto se debe a que el impacto positivo de las políticas económicas que comenzaron a implementarse en 2012 fue mayor en los mercados financieros y monetarios que sobre la economía real. Los bancos centrales de las principales economías aplicaron bajas en las tasas de interés de referencia a la vez que intensificaron las políticas de inyección de liquidez vía compra de activos.
 
De esta manera, desde mediados del año pasado, los precios de los activos financieros de estas economías comenzaron a subir, se redujo su volatilidad y el riesgo soberano de los países en jaque de la Eurozona (especialmente España e Italia).
 
Sin embargo, los senderos de crecimiento de las economías avanzadas comienzan a divergir: en USA empezaron a aparecer señales de repunte de la actividad (signos que aún deben ser confirmados) y Japón se recuperó del trágico tsunami de principios de 2011. Pero en la Eurozona, la estabilización se limitó a los mercados financieros ya que no hay señales de mejoría de la economía real. 
 
Por caso, en EE.UU. los datos de actividad del primer trimestre dieron cuenta de una expansión del PIB de 2,5% que, si bien se ubicó por debajo de la expectativa de mercado (3,0%), supuso una importante aceleración respecto al último trimestre de 2012, cuando marcó un magro crecimiento de 0,4%.
 
Por el contrario, en la Eurozona los primeros datos de actividad del año muestran que la recesión persiste. De hecho, se espera para el bloque una retracción de -0,3% del PBI en 2013 y una débil recuperación de 1,1% en 2014, según las últimas proyecciones del FMI.
 
En este contexto, por primera vez en diez meses el Banco Central Europeo (BCE) recortó la tasa de interés en 0,25 p.p. a 0,5%, dejando abierta además la posibilidad de nuevas medidas a fin de revertir el escenario recesivo. Con una inflación en la Eurozona por debajo de la meta y un desempleo en alza, la medida era altamente esperada por el mercado.
 
La intervención del BCE y la inyección de liquidez de largo plazo fueron exitosas en moderar el riesgo de una salida desordenada del Euro. Sin embargo, los países de la periferia siguen en una posición muy frágil y contagian –vía comercio- a los países centrales que muestran signos de debilidad. 
 
De hecho, se espera que Alemania se expanda tan sólo 0,6% este año, y se prevé una leve caída de la actividad de Francia, que sería aún mayor en Italia y España (1,5%). Esto pone en duda incluso la capacidad de los países centrales de auxiliar a la periferia. Vale destacar que los canales de transmisión se retroalimentan: la periferia también afecta a Alemania vía una menor demanda, ya que el bloque explica la mitad de las exportaciones de bienes del país germano.
 
De todas formas, las acotadas perspectivas de recuperación y la inflación controlada en el mundo desarrollado mantienen viva la expectativa de que las autoridades monetarias continúen con su política de inyección de liquidez y tasas bajas, alimentando la suba de los mercados accionarios  (más allá de la volatilidad propia que le pueda imprimir eventos puntuales, como sucedió con el dato de crecimiento por debajo de las expectativas de China en el primer trimestre 2013).
 
Por último, otra de las principales economías del mundo parece recorrer un camino propio. Japón lanzó un agresivo plan de estímulo monetario y fiscal para revertir varios años de deflación y bajo o nulo crecimiento. 
Habrá que ver si logra salir de la trampa de liquidez (tasa cero) e impulsar la actividad en 2013. Sin embargo, los riesgos de más largo plazo persisten, considerando los altos niveles de endeudamiento del país asiático.
 
Latinoamérica en el contexto mundial
 
Latinoamérica y el Caribe no quedaron al margen del recorte de las proyecciones de crecimiento del PIB. La expectativa de crecimiento del WEO se ubica en 3,4% para 2013, corrigiendo -0,3 p.p. la expansión prevista para el corriente año. 
 
Sin embargo, implica una aceleración del crecimiento respecto a 2012, cuando el PBI de la región se expandió 3,0%. Altos niveles de demanda doméstica, expectativas de una mayor demanda externa y condiciones de financiamiento favorables -tasas mundiales en mínimos históricos- respaldan esta mejoría.
 
A principios del siglo XXI, la fuerte demanda externa se combinó con alta liquidez mundial y términos de intercambio altamente positivos que empujaron a Latinoamérica a niveles de crecimiento históricamente elevados. Pasada la crisis financiera global (2009), la región se encuentra ante una situación en la que la menor intensidad del viento de cola externo determina un crecimiento más heterogéneo en su interior, reflejando en cada caso la efectividad de las políticas domésticas adoptadas.
 
Si bien se espera una demanda mundial creciendo más moderadamente, los precios de las commodities se mantendrán altos y se espera que los influjos de capitales privados hacia las economías emergentes aumenten. De hecho, tras caer levemente en 2012 (-0,4%) producto de la mayor aversión al riesgo, el Institute of International Finance espera que trepen 3,5% en 2013. 
 
Se espera que los flujos dirigidos hacia la región -Latinoamérica absorbe aproximadamente un 27% de los influjos privados a países emergentes- crezcan a un ritmo similar aunque es poco probable que nuestro país pueda beneficiarse.
 
Con una correspondencia cada vez mayor entre el crecimiento mundial y el de la región, la efectividad de las políticas implementadas por las economías avanzadas y la confirmación de un crecimiento de China aún abultado –aterrizaje suave-, serán claves para determinar la performance de la región. 
 
 
De todas formas, la estrategia de crecimiento sostenida en factores externos está mutando hacia los motores internos (principalmente consumo). El giro responde a que según la OMC, el volumen comercializado trepó el año pasado sólo 2%, por debajo del crecimiento de la economía mundial. Además, se espera para 2013 una expansión del comercio en línea con el aumento esperado del PIB mundial.
 
Vale destacar que Brasil, el principal motor del bloque, lograría acelerar su crecimiento este año gracias a diversas políticas adoptadas para impulsar la inversión privada. Tras crecer sólo 0,9% en 2012, esperamos una expansión del 3% de la economía carioca, levemente por debajo del promedio esperado para la región (+3,4%).
 
Algo similar esperamos para la Argentina: nuestras proyecciones consideran una mejora de la actividad tras el freno en 2012, pero las perspectivas de crecimiento del PBI también se ubican por debajo del promedio regional. 
 
Más aún, los indicadores de actividad del primer trimestre sumados a la creciente tensión cambiaria y la menor confianza de los consumidores, reducen las expectativas en torno a la recuperación del PBI en 2013.
 
En síntesis las perspectivas de Latinoamérica están fuertemente atadas al ciclo mundial, principalmente vía el canal comercial y el financiero (virtualmente cerrado para nuestro país). Sin embargo, el principal desafío para las economías de la región pasa por aplicar las políticas económicas internas correctas en pos de maximizar el desarrollo.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Excel atajos de teclado que ahorran tiempo

SanCor Desaparece

Oil Closes the Month on a Strong Note