EL BLANQUEO DE CAPITALES NO SIRVE PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS DE LA MACRO


La clase política hizo y permitió que otros hagan de la administración un desquicio, reduciendo su capacidad operativa casi a cero, lo cual permite que cada Gobierno o cada modificación en las coaliciones gobernantes impliquen cambios profundos, no solo en las cuestiones de alta política, sino en las operativas, lo que afectará la vida cotidiana de los argentinos. Esto explica, en parte, la permanente agitación por los problemas macro y políticos nacionales: la inexistencia de una administración pública eficiente e impermeable a intereses sectoriales espurios, que garantice la gobernabilidad más allá de los vaivenes sectoriales”, decía, ya en 2003, el economista Juan Miguel Massot.
A una década de kirchnerismo, y a modo de revisión crítica de los últimos 10 años, Massot presentó La econonomía argentina 2003-2012, una compilación de papers (análisis, pronósticos, opinión) que fueron publicados al tiempo que los hechos ocurrían. “Fue un período muy dinámico y volver a esos escritos nos permite entender qué se pensaba en cada momento; de algún modo, fue hacer una autoevaluación de si resistía a los archivos”, comenta.
Para su sorpresa, sí los resistió. Y encontró que, en 2005 había anticipado problemas que se manifestarían más adelante: “La administración está enfrentada con el trilema macro de la economía abierta: manejar la cantidad de dinero, el precio del dólar y mantener la apertura financiera plena. No parece sostenible, a menos que se desee transitar por el filo de la inflación y la crisis externa”.
Massot es crítico sobre el rumbo que toma el país. En días en los que el dólar blue mantiene su amplia distancia del oficial, el economista sostiene que el cepo cambiario es una medida coherente con el enfoque equivocado, que no atiende a la inversión privada ni a la exportación. “La concepción de la política económica se desvió y termina en una inflación que no se puede controlar, el empleo que no crece, la pobreza que no baja”, agrega.
En línea al anuncio del blanqueo de capitales, aclara: “No sabemos cuál será su impacto de corto plazo, pero seguro que no sirve para resolver los problemas de equilibrio macroeconómico del país. Los problemas de las reservas del Banco Central, de la construcción y del financiamiento de YPF no se resolverán si no se logra reducir el nivel de incertidumbre que existe, y eso no lo resuelve un blanqueo”.
¿Qué se requiere para estabilizar el dólar y lograr los objetivos planteados en el blanqueo? “Confianza. Se lograría con una política económica que incluya un programa de estabilización macroeconómica y uno de desarrollo económico con inclusión social y sin aislamiento internacional. Lo demás es ganar tiempo, si es que lo logran, ya que alimentan suspicacias y, consecuentemente, mayor desconfianza”.
Además, considera que el Gobierno debería poner el foco en impulsar la capacidad productiva así como las exportaciones del país. “Se las castiga y la Argentina no puede crecer. Tampoco se le da importancia al ahorrista para que deje sus ahorros acá y permita incentivar la inversión privada. Tenemos un Estado negador que no resuelve las cosas de la gente”, concluye. z we

Ficha

* Título: La economía argentina 2003-2012. Cronología de una sociedad conflictiva
* Autor: Juan Miguel Massot
* Editorial: Edicon
* Páginas: 420

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