IARAF - La deuda pública argentina está como en el 2001

Alerta para el próximo presidente: La deuda pública está como en 2001

A pocos meses del fin de mandato de Cristina Fernández, el muy promocionado desendeudamiento muestra cifras alarmantes. Según un estudio difundido por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), en los últimos cuatro años el stock total del pasivo aumentó en casi US$ 58.000 millones y gran parte se explica por el endeudamiento intraestatal y principalmente con el Banco Central. "Si bien en términos del PBI el porcentaje actual es sustancialmente más bajo que en 2004 (45% versus 106%), la importancia de la deuda actual en el producto se encuentra en niveles similares al período 1999-2000, en el cual el endeudamiento ya empezaba a constituir un problema difícil de manejar", advirtió el estudio.

Gráfico: IARAF en base a Subsecretaría de Financiamiento del Ministerio de Economía de la Nación.

El próximo gobierno, que asuma el 10 de diciembre, deberá lidiar con varios problemas económicos: inflación, tipo de cambio, crisis en las economías regionales, pagos de vencimientos de deuda, recesión y endeudamiento –principalmente intraestatal-, entre otros. Sobre este último punto, el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), difundió un informe alarmante para la próxima administración: la deuda pública volvió al nivel previo al canje de 2004 y “la deuda actual en el producto se encuentra en niveles similares al período 1999-2000, en el cual el endeudamiento ya empezaba a constituir un problema difícil de manejar".


- En las últimas dos décadas, la deuda pública argentina ha tenido profundos cambios, que merecen ser analizados en detalle a los fines de comprender su verdadera dimensión actual y plantear los desafíos futuros a los que se enfrenta el próximo presidente.
El stock de deuda del Sector Público No Financiero al 31 de diciembre del año 2014  asciende a unos US$ 233.400 millones (incluyendo holdouts) cifra que representa un 45% del PIB.
En términos nominales, el nivel de endeudamiento actual excede en unos US$ 40 mil millones al máximo valor alcanzando en el 2004, antes del canje de deuda. Si bien en términos del PIB el porcentaje actual es sustancialmente más bajo que en ese año (45% versus 106% del PIB), la importancia de la deuda actual en el PIB se encuentra en niveles similares a los de los años 1999-2000, período en el cual el endeudamiento ya empezaba a constituir un problema difícil de manejar.
- En los últimos cuatro años, el stock total de deuda pública aumentó en casi US$ 58.000 millones. Gran parte de este aumento se explica por un mayor endeudamiento con los propios organismos estatales, principalmente el Banco Central, que fue el principal financista del Sector Público durante este período, brindándole asistencia en dólares, con el suministro de reservas a cambio de Letras Intransferibles, y también en pesos, mediante el otorgamiento de adelantos transitorios.
- De este modo, actualmente un 61% de la deuda se encuentra en manos del propio Estado (39% de la deuda del Sector Público Argentino está en manos del BCRA, un 16% en el Fondo de Garantía y Sustentabilidad, de ANSES, y un 6% en otros organismos estatales y Banco Nación).
- Sin embargo, un punto esencial a remarcar es que la deuda “intrasector público” no puede ser ignorada. En primer lugar, porque un Estado “pagador” cumple con todas sus obligaciones de deuda, independientemente de si éstas están en manos privadas o públicas. En segundo lugar, hay que tener en cuenta que es clave desde el punto de vista práctico y de sostenibilidad futura que se le paguen estos compromisos al BCRA y al FGS. La contracara de la deuda intrasector público termina siendo un deterioro progresivo del  balance de la autoridad monetaria- y en consecuencia del valor de la moneda- y del fondo de Anses. Es decir que si bien una porción significativa de la deuda está en manos del propio Estado, por la importancia de las entidades oficiales que la poseen, el hecho de honrar a tiempo estos compromisos tiene hondo impacto en toda la sociedad argentina y particularmente en los jubilados (y futuros jubilados).
- El horizonte de pago de los servicios de deuda a futuro es bastante extenso. Centrando el análisis en un plazo más inmediato, el del próximo período presidencial, se aprecia que los vencimientos totales de deuda por pagos de amortización e interés (tanto en pesos como en moneda extranjera) parten desde unos US$ 30.500 millones en el año 2016, y van descendiendo a US$ 21.500 millones, US$ 17.200 millones y US$ 15.700 millones, en los años 2017, 2018 y 2019, respectivamente.
- La necesidad de divisas para el pago de la deuda nominada en moneda extranjera (considerando solo acreedores privados, sin organismos multilaterales ni deuda intrasector público) sería de unos US$ 2.800 millones en el 2016 y superaría los US$ 9.000 millones en 2017. De todas maneras, con respecto al vencimiento de la Letra en manos del BCRA por US$ 9.530 millones en el 2016, vale remarcar lo destacado anteriormente acerca de la importancia de que se paguen estos bonos en manos de entidades del Sector Público, ya que su refinanciación continua se vuelve insostenible. Este vencimiento será para el próximo Presidente el primer gran test en materia de deuda intra sector público.
- En un momento como el actual, en el que tanto se habla de la necesidad de revalorizar y fortalecer las instituciones en Argentina, el honrar los compromisos de la deuda pasa a ser un aspecto trascendental de la política económica. En este sentido, el otro gran desafío al que se enfrenta el próximo Presidente en materia de deuda pública es lograr un acuerdo con los bonistas que no ingresaron a los canjes de deuda, los llamados holdouts, y poder normalizar definitivamente, luego de casi 15 años, la situación de pago de la deuda pública argentina.

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