CLAUDIO CHIARUTTINI - Sin saco y sin corbata - POBREZA

La verdad que no se entiende quién fue la persona que decidió lanzar, virtualmente, la reelección de Mauricio Macri con una reunión de Gabinete Ampliado, en el Centro Cultural Néstor Kirchner, el mismo día que la Suprema Corte de Justicia de la Nación prefirió no expedirse sobre la “Ley de Lemas” y cuando el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina dio a conocer sus datos terribles sobre pobreza e indigencia.
De esta forma, la tapa de los diarios y los mayores espacios en los canales de noticias, las radios y las RRSS (redes sociales) fue que 2,2 millones de personas se sumaron al universo de pobres e indigentes en 1 año, que 33,6% de la pobl ación se encuentra en esta penosa situación y que el sector que más se empobreció fue la clase media-bajala misma que votó a Mauricio Macri hace 3 años, justamente para no caer en esta situación.
Ya es grave que la pobreza haya aumentado 5 puntos porcentuales interanuales, pero el dato más grave es que cuando se informen los índices del 4to. Trimestre de este año, la cantidad de pobres e indigentes será mucho mayor y podrían llegar a afecta hasta 35% de la población, una cifra nunca vista en la Argentina, incluso tomando en cuenta 2001/2002. ¿Cómo explicarán esos datos la Casa Rosada, justo cuando comience la campaña electoral, si Marcos Peña minimiza el fenómeno inflacionario?

Todas las investigaciones dejan en claro que el aumento en la pobreza e indigencia es consecuencia de la suba d e los precios de los alimentos y de los servicios públicos, que han colocado el valor de la canasta familiar en cifras que “fabrican” pobres con una velocidad y cantidad que descorazona a aquellos que votaron a Mauricio Macri, en la creencia de que solucionar los problemas económicos era su mayor fortaleza.
Poco hizo el Gobierno de Mauricio Macri para tratar de responder a las críticas por las cifras que dio a conocer el Observatorio de la Deuda Social, más cuando pocas horas antes, celebrando los 3 años en el poder, militantes macristas dieron a conocer un documento llamado “81 formas en las que el Gobierno está mejorando la vida de los argentinos”, un recuento con tan poco brillo y redactado en forma tan pobre, que no tuvo repercusión ni en los medios ni en las RRSS, aunque sí acumularon grandes críticas en muchos medios no oficialistas.
Ante una lectura atenta del documento, surgen muchas preguntas:
** Qué “las llamadas ya no se cortan y haya señal en la ruta” (Punto 10) ¿es equivalente al impacto que tuvo una devaluación de casi 300%?
** Qué “hayan bajado muchísimo los cortes de luz” (Punto 12) ¿es comparable con el impacto que tiene en los bolsillos de las familias y su capacidad de compra 160% de inflación en 3 años?
** Qué “se crearan 6 parques nacionales y áreas protegidas, récord desde los años ‘30” (Punto 25)¿puede contentar a la gente que paga hoy 3.000% más de gas, 2100% más de luz, 515% más de agua?
** Qué se haya impuesto el “Expediente electrónico (no hay más papel) en todo el Estado Nacional”(Punto 40) ¿puede compararse con 22% de caída en el salario real promedio, 24% en el mínimo y 18,5% en la jubilación?
** Que tengamos “4.000 cámaras en colectivos y 2.000 en estaciones de tren” (Punto 42) ¿evitó que se destruyeran casi 52.000 empleos privados, más de 100.000 industriales y que hayan desaparecido 10.000 Pymes?
La verdad, es bueno que se corten menos los teléfonos y que haya señal en las rutas, es bueno que haya menos cortes de luz, es bueno tener más parques nacionales y áreas protegidas, es bueno que en el Estado haya menos papeles y es bueno que pongan cámaras en los colectivos y trenes; pero la verdad, el votante macrista o el votante independiente no los eligió para eso. El voto a “Cambiemos” tuvo 3 claros sentidos:
** Evitar que la Argentina se convirtiera en Venezuela, es decir, que el populismo no continuara creciendo. Por ahora, se logró, Pero, en el camino, el populismo tomó una nueva forma, dado que el macrismo es algo más o menos difuso que podríamos llamar populismo “de baja intensidad”, aunque todavía falta un marco de referencia claro para poder terminar de definirlo.
** Que enjuiciara y encarcelaran las principales “figuras” del kirchnerismo, pese a que no corresponde al Poder Ejecutivo esa tarea. La consecuencia es que hoy, Comodoro Py lee encuestas y “Justicia Legítima”, que estaba más o menos agazapada, ya no dudan en liberar a los pocos detenidos que existen por cientos de causas de corrupción, la mayoría de las cuales “duerme el sueño de los justos”, en sus respectivos anaqueles. Y el votante macrista e independiente, culpa al Gobierno de esto.
** Por fin, el principal pedido fue que sacara a la economía de los 4 años de recesión, 7 si tomamos desde 2008. Y fue justamente donde más se falló y donde hoy el Gobierno tiene menos respuestas.
Pero pese a este fracaso, sorprende que algunas crónicas periodísticas y algunos voceros del Gobierno hablen de “clima positivo” en la Casa Rosada, idealizando un triunfo “quizás en 1ra. Vuelta”,cuando todas las encuestas muestran un altísimo rechazo a la gestión macrista, la misma que tieneCristina Fernández de Kirchner, con quién crece la polarización electoral.
En realidad, en la Casa Rosada, creen que cada cosa que ocurre, los beneficia electoralmente. Desde la liberación de Amado Boudou y José María Núñez Carmona hasta el regreso de “Justicia Legítima”, desde el ingreso de Hugo Yasky a la “Mesa Política” del Partido Nacional Justicialista, sin olvidar el documento crítico que sacaron colectivos sociales, sindicatos kirchneristas y la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica; desde la irrupción del colectivo “Artistas Argentinas” hasta la rápida reacción ante la denuncia contra el senador nacional UCR-La Pampa, Juan Carlos Marino.
Es cierto que en la política del siglo XXI, todo hecho tiene consecuencias sobre los ciudadanos, los votantes, las corporaciones y colectivos políticos, sobre los medios, los políticos y los Gobiernos. Sin embargo, tener la polarización como casi único eje de la campaña electoral puede ser un gran error: Daniel Scioli, Aníbal Fernández y, sobre todo, CFK, pueden dar de ello. Elegir el enemigo equivocado lleva a derrotas seguras.
Pese a que ya hubo 4 reunion es entre macristas y radicales para comenzar a encauzar el armado electoral del año que viene, la Casa Rosada fracasó en el intento de evitar una interna entre 5 candidatos a Gobernador en Córdoba. Todos, pese a las encuestas, se mantienen duros en sus términos y no ceden posiciones. Y Córdoba es sólo 1 de las 8 provincias donde “Cambiemos” va a tener PASO o elecciones internas, dado que no hay posibilidad de acuerdo entre las partes. ¿Así se puede ganar una elección?
La mejor 'apuesta' del Gobierno para que el panperonismo no llegue unido a las elecciones es el “Peronismo Federal”. Sin embargo, esta semana, la fuerza fracasó el intento de ordenar la lista de Gobernadores peronistas a invitar y suspendieron el acto en el Centro Costa Salguero, en donde esperaban reunir 600 intendentes y 1.400 legisladores nacionales, provinciales y municipales; para reducirlo a un simple “encuentro de referentes”.
¿Qué futuro tiene el “Peronismo Federal” que no puede ordenar una lista de invitados, cuando todavía no sabe cómo ordenar la interna entre tantos pre candidatos presidenciales? Y más cuando CFK ha lanzado varios “negociadores” para “seducir” a Gobernadores peronistas.
Es el caso de Daniel Scioli, quien además de caminar de nuevo la Provincia de Buenos Aires, estuvo con Rosana Bertone, de Tierra del Fuego; Alberto Fernández estuvo con Gustavo Bordet (para que no enfrente al ex gobernador Sergio Uribarri) y Felipe Sola se reunió con Lucía Corpacci, de Catamarca; y Luis Manzur, de Tucumán (para buscar un canal de negociación con José Alperovich). Y esto es sólo el comienzo.
Nadie en el “Peronismo Federal” puede compararse con CFK en intención de voto dentro del panperonismo, y ese es el principal problema que va a tener el peronismo no kirchnerista para sumar masa crítica. El discurso “amigable” al macrismo, no ha servido. El discurso antimacrista, tampoco, en un escenario agonal.
Pero mientras los políticos hablan, actúan y negocian pensando en términos electorales, estamos a pocos días de terminar el año. Han pasado 16 días de Diciembre y el plan del Gobierno para contener la demanda social, hasta acá, dio resultado. Sin duda habrá aisladas amenazas de saqueos, algunos colectivos sociales o fuerzas política antisistema van a amenazar a algunos súper o hipermercados. Lo harán para hacerse ver, para intentar una “demostración de fuerza” o por que quedaron fuera de la cadena de reparto de bolsones de comidas y subsidios.
Es otro triunfo que el Gobierno de Ma uricio Macri no celebrará, tal como hace con sus escasos éxitos. Sin embargo, llegar a fin de año con cierta “paz social” es un logro enorme, dadas las dimensiones de la crisis, del aumento de la pobreza y de la indigencia. Pero lejos están las verdaderas soluciones a estos problemas.

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