TRUMP Y EL TWITT EN LA LLAGA
PARA GOBIERNO DE LOS PEÑA´S TROLLERDe Trump: Bajar persianas y poner gente en la calle no es joda
El presidente de USA, Donald Trump, no les dejó pasar a sus colegas empresarios que cierren plantas y despidan personal lo más campantes, mientras reciben prebendas del Estado, o sea de los contribuyentes, o sea, de esos empleados de Ohio, Michigan y Maryland que General Motors anunció que dejaría en la calle. El capitalismo sustentable tiene una doble vía que la clase gobernante argentina, de cualquier lado que esté de la llamada grieta, visualiza sólo dentro de una especie de autopista fiscal. Caen persianas de plantas de organizaciones privadas asistidas por las comunidades a través de excepcionales beneficios impositivos y crediticios, y que hasta no hace mucho se repartían generosos emolumentos entre los directivos y accionistas, dejando tendales de despedidos. Previamente no les pagan los sueldos y los suspenden. Abundan los ejemplos: SanCor, Canale, y siguen las firmas. El proceso de precarización del empleo es el resultado de malas praxis de una gestión pública que llega a su 3er año, pero también de responsabilidades privadas que sería bueno no olvidar. Y encima de todo, la recesión que ha caracterizado a la Administración Cambiemos hoy asume la temible forma de una desocupación que retorna a los dos dígitos. A setiembre se acumula la destrucción de 70 mil puestos registrados y el salario se redujo 9,6% interanual, que se eleva al 12% en la remuneración media. Menos trabajadores en la nómina cobran menos y, a la vez, aportan menos a ANSES y las obras sociales, de incierto futuro.
Pese a que USA tiene una de las tasas de desempleo más bajas de la historia, el presidente Donald Trump se puso loco contra el Ceo de General Motors, Mary Barra, increpándolo por la decisión de cerrar plantas en Ohio, Michigan y Maryland y dejar en la calle al 15% de la plantilla. Fue al grano y lo amenazó con cortarles todos los subsidios, incluidos los de los coches eléctricos.
“No cerraron nada en México ni China. Los Estados Unidos salvaron a GM, y este es el AGRADECIMIENTO que recibimos”, tuiteó, echándole en cara que “apostó grande en China hace años cuando construyeron pla ntas allí (y en México), no creo que esa apuesta valga la pena”.
Finalizó el mandatario: “¡Estoy aquí para proteger a los trabajadores americanos!”. (N. de la R.: Tradicional horror de los estadounidenses egocéntricos. Si ellos son "americanos", ¿qué somos los argentinos? ¿Marcianos?).
Por más que los actuales ejecutivos de la automotriz con epicentro en Detroit justifiquen el plan de cierres de Lordstow (Ohio), Detroit (Michigan), White Marsh (Maryland) y Warren (Michigan) en que hicieron un recorte global de U$S 6000 millones, que implica dejar de producir 6 modelos en 2019, Trump no deja de recordarles que los contribuyentes, bajo el mandato de Bara ck Obama, le financiaron un rescate millonario en 2009, cuando se presentó en concurso de acreedores.
Si bien la corriente de eliminar empleos es global, a tal punto que el gigante químico y de la farmacia Bayeracaba de anunciar que suprimirá 12.000 puestos de trabajo en todo el mundo hasta 2021, porque la absorción del coloso estadounidense de semillas y pesticidas Monsanto le permitirá ahorrar unos US$3.000 millones en sus balances, las consecuencias recaen sobre las sociedades donde están radicadas las fuentes de trabajo afectadas, la defensa de los intereses de los accionistas de las compañías, enfocada en los ejercicios en curso y venideros, no puede omitir historiales en los que saltan a la vista ingentes privilegios extraordinarios recibidos, hayan sido legislativos o de mercadeo, que las ayudaron a fortalecer posiciones dominantes.
En este caso de la fusión de Bayer con Monsanto, la medida pega en el negocio de protección de cultivos y en las funciones corporativas generales.
Pero además, ¡teléfono para Angela Merkel!, una "parte significativa" de estos puestos será eliminada en Alemania, según reconoció en un comunicado el grupo con sede en Leverkusen, si bien destacó haber acordado con el comité de empresa un programa para evitar en el futuro más despidos de la plantilla de Alemania hasta fin de 2025.
En la Unión Europea funcionan como efectivo contralor de las políticas que se aplican en las corporaciones estos cuerpos colegiados que representa n a las patronales y los trabajadores, con potestad para interpelar a los directorios, un bosque al que el frondoso árbol de la inflación y las crisis perpetuas no deja divisar en Argentina.
Se multiplican en el país situaciones como la de SanCor, que habiendo recibido toda clase de ayudas de la comunidad para mantenerse en pie, se sigue jibarizando y, de 5100 trabajadores que tenía, actualmente cuenta con menos de 2000.
Los salvatajes y ventas forzadas de activos no detuvieron la hemorragia. Sigue fabricando desocupados, además de en Santa Fe y en Córdoba, en la planta de Neuquén a la que acaba de bajarle la persiana y en territorio bonaerense, donde ahora le toca a la cooperativa Bahía Blanca ubicada sobre ruta 3.
En Lavallol, la filial local de la alimenticia del Grupo Alco-Canale, en concurso preventivo de acreedores, despachó cerca de un centenar de telegramas y los propios obreros que hacía 3 meses que no cobraban, tuvieron que acampar para custodiar que no se lleven los bienes y maquinarias con los que hace los envases de hojalata para las conservas de tomates, legumbres, dulces y mermeladas.
Ya venía de cerrar plantas en Tunuyán, Tupungato y San Rafael, al quebrar Alimenticias Mendocinas y despedir a más de un millar de trabajadores.
En la nutrida lista de alimenticias en apuros se anota Cereales Tres Arroyos, dedicada en sendas plantas en esa localidad y de Pilar a la producción de cereales para desayuno y avena arrollada y que desde hace 2 meses les debe el sueldo a más de 150 obreros.
< p dir="ltr">Los casos se multiplican en otros sectores también y se reflejan en la estadística dada a conocer por la Secretaría de Trabajo, según la cual entre septiembre del 2017 y el mismo mes de este año se perdieron 70.000 puestos de empleo del total de trabajadores registrados en el Sistema Ampliado de Previsión Argentino (SIPA).
Con relación a agosto, las bajas de trabajadores en relación de dependencia habían sido 22 mil y nada más que el sector privado hubo 1.700 menos que hace un año.
Los empleados registrados en el sistema a setiembre totalizan 12.182.400, de los cuales 8.675.200 pertenecen al sector privado y 3.161.300 a Nación, provincias y municipios.
Obsesión fiscal
Al cierre de esta edición no se conocían reacciones oficiales que enfrenten a la sangría laboral, a la que inclusive el sector público aportó en el 9no mes su granito de arena sumándole a la calle 4.400 nuevos desocupados, pero al mismo tiempo suprimió 64 mil monotributistas sociales dejando el padrón en 345.800.
La Secretaría de Trabajo lo atribuye a reinscripciones bajo ese régimen que encaró este año la cartera de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley.
El engorroso papeleo en oficinas públicas pésimamente atendidas por los burócratas que sólo se miran al ombligo no sólo determinó recategorizaciones de hecho, sino que hasta dejó fuera del alcance a beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo que no pudieron llenar las complejidades programadas.
El sector asalariado privado resignó 35.600 pu estos en un año y quedò en 6.185.900. Cabría inferir que una parte de las deserciones migró al cuentapropismo, ya que aparecieron 15.900 monotributistas más, que sumaron 1.598.200.
De algún modo, podrían haber descendido a ese escalón los 3.000 trabajadores autónomos que faltan, que ahora quedaron en 398.400.
Hubo asimismo 21.000 registros más que el año pasado de las labores en las casas particulares, que actualmente suman 492.700.
Los sectores que más mano de obra expulsaron en septiembre fueron:
-comercio y reparaciones, con 7.100;
-industrias, 40.000;
-actividades inmobiliarias, empresarias y de alquiler, 500;
-transporte, comunicación, logística, 5.600 y
-construcción, 4.100.
Enseñanza fue la excepción, con un incremento interanual de 7.800 puestos.
La sesgada lectura que el gobierno realiza de esta restructuración para peor del mercado de trabajo. en la que disminuyó la plantilla de los asalariados en empresas del sector privado y de autónomos mientras siguieron creciendo los empleos en casas particulares y monotributistas, es eminentemente fiscal, sin reparar en la precarización que se va cristalizando, con la consiguiente repercusión en el sis tema previsional y de salud.
Por eso, en lugar de plantarse hasta donde las reglas se lo permiten y tratar de evitar a toda costa, caso por caso, las consecuencias laborales que pudieran ser reversibles de la actual crisis, el gobierno prefirió concentrarse en meter mano en el modo de distribuir los subsidios sociales y en transferir monotributistas a autónomos para hacerles pagar IVA y que compensen la baja en la recaudación por la menor actividad económica.
Son menos los trabajadores que aportan a ANSES pero también es menor el monto que ingresa libre de inflación, ya que “en términos reales el salario promedio se redujo 9,6% interanualmente, mientras que el salario mediano lo hizo en 12%”, como reconoció la Secretaría de Trabajo.
En los últimos 12 meses, la caída real acumulada del salario sujeto a aportes fue del 1,9% en promedio, y del 2,2% respecto del salario medio, y faltan 70 mil trabajadores plenos en el padrón, aunque una parte pueda figurar como monotributista.
Durante el 9no mes se pagaron en el sector privado un total de $204.019 millones en remuneraciones, para un total de 6.258.900 trabajadores, lo que lleva el promedio a $32.592.
Por más que las empresas deban hacerse cargo de las indemnizaciones, le delegan al Estado la responsabilidad social por las familias desocupadas, que si bien constituye una regla de juego del capitalismo tradicional, el denominado sustentable repara en la forma en que los intereses privados afectan a las comunidades con las que interactúan.
Tump les puso el tuit en la llaga a sus propios colegas empresarios cuando le recordó al Ceo de GM que habían recibido ayuda extraordinaria para salir del cuadro crítico y, a cambio, pagaban con despidos. Y le apuntó a los subsidios que aún recibe.
|
Por RUBÉN CHORNY
Periodista
|
Comentarios