INFORME DE MASSOT & MONTEVERDE
"(...) Incluso los colegas que han considerado con más optimismo el actual plan económico, han enfatizado su cautela ante las diversas condiciones que deben darse para que el mismo logre apartar a nuestro país del fantasma de una nueva y más severa crisis.
Esas proyecciones más benignas o favorables están basadas, pues, en el cumplimiento de una serie de supuestos (es decir, para que el plan no fracase deben satisfacerse todas estas condiciones), que podemos resumir aquí.
> Asumen en primer lugar, que el gobierno se mantendrá firme en el cumplimiento estricto de los compromisos asumidos en torno a la reducción del déficit fiscal.
> Otra presunción es que no habrá cambios perturbadores en el contexto externo ni en algunas condiciones mínimas del entorno local.
> En lo que hace al plano internacional, cabría decir que para el éxito del plan se requiere más bien una reversión de las actuales circunstancias: es indispensable recuperar el interés de los mercados de deuda por los bonos argentinos —algo que, como vimos más arriba, con el riesgo-país bien por encima de los 700 puntos, no ha sucedido— de manera de lograr, como mínimo, el roll over de nuestros vencimientos (en realidad, la exigencia es aun mayor: para cubrir el faltante será necesario colocar nueva deuda).
> En cuanto al entorno doméstico es particularmente relevante lo que ocurra con la demanda de dinero, lo que depende rá no sólo de variables macroeconómicas claves como la inflación y la actividad sino también de la capacidad de la bicicleta financiera montada de mantener su atractivo pese al riesgo creciente que significa una elección presidencial.
> Hay también un supuesto sobre el que se han basado todas las proyecciones de éxito del actual plan, que es la resistencia de los ingresos fiscales frente a la caída de la actividad.
> En relación a este último punto, los datos de noviembre comienzan a asomar el impacto sobre la recaudación que está teniendo la conjugación simultánea de una menor actividad y una presión tributaria en alza.
> Frente a una inflación interanual de 45,9% en noviembre, la recaud ación impositiva creció 33,7% con relación al mismo mes del año pasado.
> La caída de la actividad económica y la consiguiente baja del empleo son las responsables de esta contracción en términos reales de los ingresos fiscales.
> El IVA total creció sólo 30,3% nominal interanual.
** Fue especialmente afectado por el colapso del IVA aduanero, que aumentó apenas 6,4% por la fuerte caída de las importaciones y la baja de las alícuotas.
** Aunque con mucho mejor desempeño, el IVA DGI —ligado al consumo doméstico— también quedó atrás de la inflación; incluso cayó en términos nominales respecto a octubre, mes en que los actore s económicos adelantaron compras por la aceleración inflacionaria,.
> El impuesto a las Ganancias recaudó, en moneda corriente, 37,9% más que un año atrás.
> El impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios acompañó la inflación, con 45,3% de incremento interanual.
> Donde mejor se nota la caída de la actividad es en el derrumbe que en términos reales sufrieron los diversos impuestos que gravan a los combustibles; su recaudación nominal se alzó tan sólo 12,9% interanual, pese a los importantes aumentos de precios de naftas y diesel durante el último año.
> La aplicación del derecho adicional a las exportaciones primarias y de de bajo valor agregado y e l incremento del tipo de cambio apuntalaron los ingresos, llevando la recaudación de ese renglón a un crecimiento de 228,5% interanual.
> En cambio, los derechos de importación sólo subieron 31,8% interanual, por caída de las cantidades importadas, entre otros factores.
> Los aportes y contribuciones a la seguridad social tuvieron, en cambio, una severa caída real, pues en términos nominales apenas ascendieron 22,6% interanual.
> En los primeros 11 meses del año la recaudación total aumenta 30,7 % nominal.
> Es impulsada por la recaudación de la Aduana, que escala 52,8% interanual; sin embargo, este grupo de tributos ha pasado ahora a ser el más rezagado.
> Flojo desempeño exhibieron tanto los tributos colectados por la DGI como por el Sistema de Seguridad Social, directamente ligados a la marcha de la economía local, que en términos nominales aumentaron 26,7% y 25%, respectivamente, frente a idéntico lapso de 2017. (...)".
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