Con la soja todo bien, pero ahora da menos que el maíz, el trigo y el girasol

ARGENTINA AGRÍCOLA La Bolsa de Cereales aprovechó el lanzamiento de la cosecha gruesa para ponerle el hombro a la postergación de la baja de las retenciones a la soja que anunció el presidente Mauricio Macri. Fue más lejos aun cuando el director de Estudios Económicos de la entidad, Ramiro Costa, destacó en el Primer Congreso de Perspectivas Agrícolas que los granos facturarán en 2017 un 20% más y doblarán lo recaudado por la industria automotriz. Estimó el aporte del agro al crecimiento de la economía argentina en unos US$33.364 millones, lo cual supera en un 24% al año pasado. El representante de La Rural antes que elogiar, prefirió quejarse de la presión impositiva, a la que ponderó en 40,4% para el maíz; 52,9% la del girasol, y 42,5% la del trigo. La de la soja torna ahora menos competitivo a este cultivo, remarc ó.

Soja vs. Maíz, una batalla desfavorable al poroto en 2016.

Un fuerte espaldarazo de la Bolsa de Cereales recibió en el 1er. Congreso de Perspectivas Agrícolas la decisión del gobierno nacional de no reducir los derechos de exportación.“Prácticamente no tendrá impacto” en la recaudación fiscal del país para 2017, aseguró Ramiro Costa, director de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Cuantificó que la reducción final en el costo fiscal para el Estado será “sólo el 3%”, en tanto consideró que, si se toman en cuenta los ingresos por mayores contribuyentes, Ingresos Brutos, Sellos y otros tributos “el impacto fue casi nulo”. Elogió los cambios en las políticas públicas, sobre todo la reducción en los derechos de exportación, y aseguró que generarán ingresos por aproximadamente US$ 12.150 millones en 2017. “ Ese monto representa un 8,7% del total de la recaudación de país, contando todas las actividades económicas”, especificó. En el evento, que sirvió de lanzamiento de la campaña gruesa, se puso de manifiesto el impacto que tendrá la facturación del sector agroindustrial previsto para el año próximo, que Costa adelantó que será de “unos US$47.000 millones, el doble o aún más que lo que aporta la industria automotriz”, consignó la publicación rosarina Puntobiz. Él señaló que esperan “una evolución interanual de la facturación del orden del 20% y un aporte adicional de US$7.600 millones que el sector volcará en la economía”, agregó. Y en relación con el aporte del agro al crecimiento de la economía argentina, Costa adelantó que “prevemos unos US$33.364 millones”, lo cual representa un 24% más que el año pasado. En tal sentido, Esteban Copati, del Departamento Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, aseguró que –desde el sector agroindustrial – “estamos en condiciones de proyectar una siembra de 32,25 millones de hectáreas, y un avance específico en los cultivos de maíz y girasol”. El economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Ernesto Ambrosetti, remarcó que “la presión impositiva” que tiene la soja vuelve a este cultivo menos competitivo frente al maíz, el trigo y el girasol, y aseguró que actualmente "por cada $100 que el producto gana, $ 66 se los lleva el Estado”. Precisó que la presión impositiva del “maíz es de 40,4%; del girasol, de 52,9% y del trigo, de 42,5%. Destacó que ésa presión “no sólo son los derechos de exportación, sino también los impuestos a los débitos y créditos, el IVA y el inmobiliario rural, subidos desmedidamente en Córdoba y en Buenos Aires sin relación con la producción”. Acerca de los precios que proyecta Molinos para maíz y soja, el director de Originación y Research,Jorge Domínguez, estimó que la proyección del precio Fob de esta última para la próxima cosecha“estará entre US$ 353 y US$ 379 la tonelada a nivel internacional, en tanto que para el mercado interno (FAS) oscilará entre US$ 232 y US$ 250 por tonelada”. Por su parte, el economista jefe de la Federación de Acopiadores, Leandro Pierbattisti, subrayó que la Argentina exportará en 2017 unas “25 millones de toneladas de maíz”, pero destacó que “los productores podrán captar un mejor valor, por encontrarse en un momento privilegiado, como es la contraestación”, con respecto a Estad os Unidos y Ucrania, principales competidores, donde cuando acá se cosecha, allá se empieza a sembrar. En el mismo encuentro, la representante del Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), Mariana Pellegrini, destacó que “los mercados de futuros y opciones proveen las herramientas para que los vendedores y los compradores puedan reducir o minimizar los impactos negativos que producen las variaciones de precio de los granos”. Pellegrini señaló que en los mercados de futuros “los precios son referencia contra el mercado spot (de entrega inmediata), no comprometen la mercadería, y actúa como seguros” contra las variaciones de cotización. Acuerdos de libre comercio Al participar en el 1er. Congreso de Perspectivas Agrícolas de la Bolsa de Cereales, el economista jefe adjunto USDA, Warren Preston, se mostró “cauteloso” en relación el crecimiento del intercambio entre Estados Unidos y los países emergentes, como Argentina y Brasil, y sostuvo que los acuerdos de libre comercio “podrían ayudar a mejorar” la relación entre las economías. “Esperamos que siga el crecimiento del comercio pero más lentamente, con mayor en participación en los mercados emergentes”, dijo Preston, en tanto elogió “la caída en algunos costos”, lo cual podrá contribuir con el intercambio en distintos sectores de la economía. El funcionario norteamericano defendió la política agroindustrial de Estados Unidos y sostuvo que permitirá “recuperar exportaciones por más de US$133 mil millones en 2017”. También se refirió a la política de “cobertura de riesgo agrícola” que rige en Estados Unidos, una iniciativa que permite destinar “US$7.000 millones” a los productores locales y garantizar rentabilidad para los sector es agroindustriales de Estados Unidos. “Por los altos precios de los cultivos, los productores invirtieron en maquinaria”, indicó Warren, al tiempo que explicó que los productores norteamericanos “poseen altas deudas con los bancos comerciales, del orden del 8 %”, lo cual representa “el doble del 2014 y la cifra más alta desde la década del '80”. También en Argentina los agricultores se volcaron entre marzo, julio y primera quincena de agosto de este año de salida del cepo y alivio fiscal a concretar aproximadamente un 40% del total de las inversiones en sembradoras que se hará en 2016. Así fue como la única compañía nacional del rubro de maquinaria agrícola que cotiza sus acciones en la Bolsa, y que recientemente fue noticia por empezar a operar con acciones en el Mercado de Valores (Merval o panel líder de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires), Agrometal, comenzó a encarar u n proceso de readaptación y modernización de su planta de la localidad de Monte Maíz, provincia de Córdoba. La titular de la firma, Rosana Negrini, aseguró que su objetivo para lo que resta del año, y sobre todo para 2017, será definir cómo van a encarar la necesidad de financiamiento que atraviesa la compañía. "Estamos analizando emitir obligaciones negociables o algún posible fideicomiso para cubrir necesidades de capital de trabajo para el 2017", afirmó a El Cronista, en un contexto donde la fábrica trabaja al 100% y proyecta crecer un 70% en cantidad de unidades vendidas. Aunque estimó que de haber contado con una mayor capacidad instalada podrían haber vendido un 20% más de lo que terminarán vendiendo este año, en cantidad de unidades proyectan un crecimiento del 70% con respecto a 2015, un año que desde la compañía marcaron como el peor en los últimos 20 años. Este año en facturación terminarán cre ciendo un 150%, hasta alrededor de $ 240 millones. Buryaile Desde la apertura del Congreso de Perspectivas Agrícolas que organizó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires como acto de inicio de la nueva campaña agrícola, su titular -Ricardo Valderrama- había manifestado su apoyo a la modificación en el esquema de reducción de las retenciones a las exportaciones de soja anunciado el lunes pasado por el gobierno nacional, que significa que en esta campaña no se aplicará la rebaja prometida de 5 puntos a las retenciones a la soja. A su lado escuchaba compartido el estrado el propio ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile. “El carácter distorsivo del impuesto a las exportaciones es por todos conocidos, por lo que medidas tendientes a su eliminación van en el buen camino. En la economí a existen restricciones y no siempre se puede avanzar con la velocidad deseable”, dijo. Y sostuvo que “resulta un objetivo superador en el corto plazo priorizar políticas macroeconómicas que tiendan a equilibrar los desajustes existentes. Así se mejorarán las cuentas fiscales y será sustentable un sistema tributario equitativo y eficiente que permita volver a un escenario sin retenciones”, afirmó el dirigente, que ante semejante demostración de oficialismo no le dejó a Buryaile otra alternativa que afirmar que hubiera preferido “ir más rápido con la eliminación” de las retenciones a la soja, y terminó pidiéndoles a los productores agropecuarios “la gauchada” de que “den una nueva muestra de solidaridad” con quienes más lo necesitan.