VIDA MODERNA: DESPUÉS DEL DIVORCIO
VIDA MODERNADespués del divorcio: ¿Y ahora qué hacemos?
En la sociedad occidental moderna, el divorcio fue asentado por primera vez en el Código Civil francés de 1804. Es la disolución del matrimonio, mientras que, en un sentido amplio, se refiere al proceso que tiene como intención dar término a una unión conyugal. El divorcio afecta a hombres y mujeres en todo el mundo. Las causas pueden ser muchas pero ¿cómo sigue la vida después? ¿Cuáles son los cambios que se sufren? ¿Existen diferencias entre hombres y mujeres? ¿Por qué el divorcio es algo tan común en estos días?
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Divorcio, una tendencia que crece.
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En el bajo Imperio romano el divorcio era algo poco común, hasta la época de los emperadores, cuando se acuñó la máxima "matrimonia debent esse libera” (los matrimonios deben ser libres): el esposo o la esposa podían renunciar a él si así lo querían.
Pero con la llegada del cristianismo, el divorcio se prohibió porque el matrimonio era un sacramento instituido por Dios y cuyo vínculo era irrompible, según enseñaba la Iglesia Católica. La norma se flexibilizó un poco a partir del siglo 10, a causa de la Nulidad matrimonial que debía tramitarse ante los tribunales eclesiásticos. Sin embargo, la Reforma de Martín Lutero admitió el divorcio aunque sólo en casos muy graves. Enrique VIII se enfrentó al Vaticano porque él deseaba divorciarse de su esposa, Catalina, y el Papa se lo impedía. Por eso fundó la Iglesia Anglicana. En 1796, Francia incorporó la ruptura del ví nculo matrimonial, antecedente de muchas legislaciones vigentes. En 1804, el Código Civil francés o Código Código Napoleónico marcó un hito, y Napoléon Bonaparte intervino directamente en 2 capítulos, por motivos personales: divorcio y adopción. El 28/06/2011, Malta fue el último país de la Unión Europea en legalizar el divorcio, tras un referéndum. Una vez definido un divorcio, los cambios que se viven se dan a nivel personal, laboral y psicológico. Dolor, miedo, ansiedad, culpa, depresión, enojo y alivio son varios de los sentimientos que una pareja puede sentir post separación. Y son muchas las consecuencias que se sufren después de terminar una pareja. A nivel emocional, la tristeza y en el peor de los casos la depresión pueden surgir como resultado del fin de una pareja con la cual se tenía un proyecto de familia. Un estudio de la Universidad de Kingston, en Reino Unido, demostró que las mujer es son las más felices después de la separación. El estudio se basó en el seguimiento de 10.000 personas por más de 20 años. Tanto los hombres como las mujeres, se sienten mejor después de la separación en comparación con los 4 años anteriores al divorcio. A partir del 2do. año después del divorcio, los 2 alcanzan niveles de felicidad estables y similares a los previos a contraer matrimonio pero el hombre cae y remonta recién al 5to. año de efectuado el divorcio. Mientras que la mujer a partir del año y medio alcanza los niveles de felicidad iguales a los que tenía previos al matrimonio y se mantiene estable. Sin embargo, hay contradicciones y discrepancias acerca de todo este tema porque otro estudio, también en Inglaterra, de la Universidad de Essex, de Gran Bretaña, reveló que las mujeres son quienes terminan más afectadas después del divorcio. El estud io dice que las mujeres se empobrecen mientras que los hombres se hacen hasta 3 veces más ricos. Esto sigue la línea respecto a la desigualdad que muchas veces se ve en el ámbito laboral en cuestiones de género. También para las mujeres puede ser difícil reinsertarse laboralmente después de ser mama. Son muchas las opiniones que giran alrededor. Un estudio realizado en Canadá mostró que los hombres tienen 6 veces más posibilidades de sufrir de depresión en comparación con aquellos que están casados. Mientras que las mujeres tienen 2 veces más posibilidades de caer en la depresión respecto a aquellas que siguen casadas. Además los hombres se ven más afectados emocionalmente porque el contacto con los hijos se disminuye y en los peores casos el contacto se pierde por completo. El duelo es un proceso de adaptación emocional que viene después de alguna pérdida y los divorciados deben atravesar este proceso ni bien terminan con su pareja. Durante el duelo hay que atravesar por 5 etapas: -negación: se trata de la negación a uno mismo y al entorno de la pérdida en cuestión; -enojo o indiferencia: la persona siente enojo por no poder evitar la pérdida. Se buscan razones y se echan culpas, a uno mismo o al otro en el caso de la separación; -negación: se negocia con uno mismo y con el entorno sobre las ventajas y desventajas de la pérdida. Se busca una solución frente a la situación que se está enfrentando; -dolor emocional: acá se presenta la tristeza y en algunos casos puede llegar a la depresión; -aceptación: se acepta la pérdida pero no es lo mismo aceptar que olvidar. El duelo puede durar entre 2 y 12 semanas y llegar hasta 6 meses. Y el divorcio también puede repercutir en la alimentación de quienes se separan. Mientras que ellas generalmente se quedan en la casa con los chicos y a cargo de su cuidado durante la semana, ellos son los que se van y quienes ven más afectada su dieta. Los hombres, eligen más la comida chatarra para no cocinar y se ve un descenso del consumo de frutas y verduras en comparación de aquellos que siguen casados. La dieta de las mujeres no se ven muy afectadas después del divorcio quienes tienden a seguir con una dieta más equilibrada. Así lo demostró un estudio publicado por Social Science & Medicine, los hombres divorciados redujeron un 25% el consumo diario de frutas y verduras respecto de aquellos que seguían casados. Además reveló que el consumo de alcohol no cambió significativamente en los hombres después de terminar con sus matrimonios. Mientras que las mujeres sí redujeron el consumo de alcohol después del divorcio en comparación con las mujeres que siguen casadas. Argentina no se queda afuera y los datos revelan los divorcios que se dieron en los últimos años, a partir de la sanción de la ley de divorcio vincular de 1987. El informe “Los divorcios en la Ciudad de Buenos Aires en 2015”, hecho en j unio de 2016, por la Dirección General de Estadística y Censos registró que en el 2015 hubo 5643 divorcios y 11295 matrimonios. Lo que demuestra un descenso respecto de los años 2010 (6594 divorcios) y 2012 (5866 divorcios) y también viene descendiendo desde el año 1990. Pero también lo que descienden son los matrimonios que se contraen en la Ciudad, 13390 en 2010 y 12667 en 2012. Además muestra que la edad promedio que tenían las personas al momento en que salió la sentencia de divorcio es de entre 40 y 44 años. “Entre 1990 y 2015 los matrimonios se redujeron el 49% mientras que los divorcios lo hicieron el 29%. En la actualidad, en la Ciudad se registra un divorcio por cada dos nuevos matrimonios” revela el informe de la ciudad. En la mayoría de los casos, se trata de hombres y mujeres que se divorcian por 1ra vez |
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