INFLACIÓN - II TRIMESTRE 2017



1.               La meta de inflación, en el olvido

No queda margen ya para que la meta de inflación establecida por el Banco Central pueda ser cumplida: en los primeros 7 meses del año se acumularon 13,4 puntos, equivalente al 80% de lo previsto para el año (17%).[11] De este acumulado, 4,8 puntos porcentuales (pp) corresponden al segundo trimestre, siendo relativamente menor al primero (en el que se sintió la parte principal del tarifazo de este año), y asimismo inferior como media que el guarismo de julio, impactado por una considerable devaluación de la moneda nacional. La inflación de los últimos 12 meses trepa a 22 pp, y está encaminada a cerrar el año por encima de los 20, limitando sustantivamente las posibilidades de recuperación salarial (ver sección Empleo y salarios).

Gráfico 4. Inflación minorista, variación mensual y acumulada en 12 meses (%). 07/2013-07/2017.
Fuente: GERES en base a INDEC, DPE San Luis y Ciudad de Buenos Aires, Consultoras Privadas.

2.               La inflación de la canasta alimentaria y el poder de compra de bajos ingresos

En el segundo trimestre de 2017 la inflación en el rubro “alimentos y bebidas no alcohólicas” acumuló 4,1 pp, algo por debajo del nivel general. En total, y considerando el último dato (mes de julio) el capítulo ha sumado 11,5 puntos en el año y 17 en los últimos 12 meses.[12] De forma notable, el fuerte reajuste cambiario de julio hace coincidir estos guarismos casi exactamente con el avance en la cotización del dólar en los períodos correspondientes. GERES utiliza este índice de precios como deflactor de ingresos de baja cuantía muy difundidos en la economía argentina, asumiendo que el costo de la alimentación incide de forma intensa entre sus perceptores. La evolución de los mismos es ilustrada en el gráfico 5 considerando distintas bases para su cálculo en términos reales: el haber mínimo jubilatorio está expresado en pesos del año 2001 (en aquellos tiempos su importe era de $150), la AUH en pesos de marzo de 2017 (cuando tenía un valor nominal de $1.246), y el monto del Plan PROGRESAR en pesos de enero de 2014, cuando se lanzó.

Gráfico 5. Poder adquisitivo en alimentos y bebidas de la AUH ($ mar'17), PROGRESAR ($ ene’14) y del haber mínimo jubilatorio ($ 2001). Dic/13-jul/17.
Fuente: GERES en base a INDEC, Infoleg, DPE-SL, DGEC-CABA

Medida en poder adquisitivo en alimentos y bebidas, la Asignación Universal por Hijo, en un fenómeno que continúa la lectura que hiciéramos de esto en nuestro informe previo, ha superado el recorte que padeciera en 2016 y el dato promedio del segundo semestre de 2017 supera a los mismos períodos de 2016 y 2015 en alrededor de 5 y 4% respectivamente. Como este ingreso está atado a la fórmula que ajusta semestralmente el pago de jubilaciones, se encuentra para el haber mínimo jubilatorio un incremento similar (debiendo reiterarse en este punto que la inflación total estuvo por encima de la “alimentaria”). Todo lo contrario ocurre con el plan “PROGRESAR”. Periodísticamente, se le dio mucha visibilidad a la baja en 94.000 prestaciones de este tipo durante el mes de junio; dato que en realidad empalidece cuando uno observa la conversión a valores reales de los $900 que se otorgan a estudiantes: liberado a la degradación inflacionaria (sin un incremento nominal en 28 meses) el PROGRESAR actual (dato a julio) equivale a sólo el 62% de lo que fuera al momento de su lanzamiento. Dado que alrededor de un millón de jóvenes perciben ese ingreso, esta política de congelamiento equivale a haber dado de baja a 380.000 asignaciones de este tipo.

3.               La inflación en dólares: fuerte corrección

El primer cuatrimestre de 2017 se caracterizó por una significativa revaluación del peso: con el valor nominal del tipo de cambio sin movimientos (incluso, retrocediendo un -2,6% en febrero), el nivel de precios de la economía argentina expresado en dólares trepó a un nivel crítico (similar a aquel al que había llegado en noviembre de 2015). El período que va de mayo a junio vio operarse una importante corrección de ese rumbo: con un aumento en el valor de la divisa norteamericana del +14,5% -muy por encima de la evolución del IPC- el nivel de precios local (“dolarizado”) cayó un -9%. Si bien esto la estacionó (luego de las P.A.S.O. se está registrando una baja nominal del tipo de cambio) en un nivel similar al que precipitó la devaluación de 2014, las condiciones en las cuales esto se da son mucho menos apremiantes que en aquel momento (nivel de reservas y mayor acceso a la toma de deuda externa, básicamente).

Gráfico 6. Nivel de precios en dólares (Índice GERES, enero 2012 = 100). Ene/12-jul/17.
Fuente: GERES, en base a INDEC, BCRA, DPEs San Luis y C.A.B.A., LaNacionData

[11] A partir del mes de mayo de 2017 GERES retoma la serie de IPC publicada por el INDEC. Esto lo hacemos no solamente por constatar que fue repuesto personal de elevada credibilidad -para quienes suscriben este informe- en el área de precios del Instituto (nombramos a Marcela Almeida, para no hablar en abstracto) sino también tras haber verificado –durante un año- que el dato INDEC coincide casi perfectamente con el indicador de inflación minorista que fuimos construyendo para el período que arrancara en 2007 (ver informe GERES n°16). El cuadro 1, de todos modos, aún refiere a fuentes distintas (IPC de San Luis -para todo el período 2007-abr/2017-; el IPC de la C.A.B.A. -setiembre de 2012-abr2017- y el promedio de consultoras privadas).
[12] Remitiendo a lo expuesto en la nota al pie inmediata anterior, destacamos que a partir de mayo de 2017 empleamos el dato del IPC(Nacional) del INDEC para construir la inflación en el rubro alimentos y bebidas.

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