GARRAFAS SUBSIDIADAS
LOS CUPOS DE GLP REGRESAN A SU ORIGENMalestar entre los garraferos de Cristina
Las políticas asistenciales precisan contener mecanismos que aseguren su transparencia porque, de lo contrario, no sólo se desvirtúan sus objetivos fundacionales sino que se promueven negocios espurios. Es un concepto fácil de enunciar pero, según la historia argentina, difícil de concretar. Esto sucede con las garrafas subsidiadas.
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Un programa K (arrancó en 2003) intenta sobrevivir pero necesita transparencia y control técnico.
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Días complicados para el ministro Juan José Aranguren cuando él intenta que los sindicatos de camioneros (Sichoque, que conduce Hugo Moyano) y de la construcción (UOCRA, que dirige Gerardo Martínez), quienes tienen tanto impacto en los costos de los yacimientos no convencionales como los propios trabajadores petroleros, acepten la necesidad de reducir el costo de producción por pozo para que resulte viable el relanzamiento de Vaca Muerta. Es menester exhibir cuanto antes que hay avances en la iniciativa 2.0, y por eso se le reclamó a YPF anunciar acuerdos que todavía no están cerrados (sobre todo el de Capex, que implican más de US$ 2.700 millones de inversión). En ese contexto, y para evitar complicaciones, se anunció la continuidad del subsidio a la producción de petróleo y gas nuevo, política distorsiva de los precios de mercado, de acuerdo al punto de vista de gran parte del sector privado. El gran tema sigue siendo cómo lograr que arranque la economía, y mientras tanto hay que 'aguantar' tal como se pueda. Por ese motivo sucedió la 4ta. prórroga del programa "Precios Cuidados", que el ministro Francisco Cabrera planificaba reducir por considerarlo distorsivo de los precios. Pero tendrá que soportarlo sin cambios 4 meses más. Y también por ese motivo el Consejo Federal del Consumo (Cofedec) comunicó que el Programa Hogar, del Ministerio de Energía y Minería, destinado a proveer gas en garrafas a precios subsidiados en las zonas no alcanzadas por el gas natural, "continúa sin cambios en el inicio del año 2017”. Una historia K Es interesante recordar que los antecedentes del programa se remontan a 2003, es decir que no comenzó en la crisis de 2001 sino cuando ya había comenzado la recuperación, 2 años después. En aquel año, el Estado debía popularizar un proceso de legitimidad dudosa, en especial cuando el Ejecutivo Nacional estaba en manos de quien no habia ganado la 1ra. vuelta de los comicios, cuando obtuvo poco más del 20% de los sufragios, y su triunfo ocurrió por retiro de su adversario. En ese contexto de conseguir adhesiones se suscribió un acuerdo de estabilidad de precios en el marco del “Plan de Garrafa Social”, con los Productores, Fraccionadores y demás actores intervinientes en la cadena de comercialización del GLP. Dicho plan contemplaba esfuerzos conjuntos para el mantenimiento de las condiciones de mercado en determinados puntos de venta, a fin de facilitar a los usuarios de menores recursos, un porcentaje del producto comercializado a precio diferencial. El Plan no contemplaba ni subsidios ni compensaciones a las empresas por los menores ingresos que percibirían. Pero se creó un Registro Nacional de la Industria del Gas Licuado de Petróleo, por la Resolución °136 del 14/04/2003. En 2005, año de elecciones de medio término, cuando Cristina Fern ández de Kirchner debía derrotar a Hilda González de Duhalde en Provincia de Buenos Aires, Néstor Kirchner promovió la Ley Nº26.020, Régimen Regulatorio de la Industria y Comercialización del GLP, que tenía a la Secretaría de Energía como autoridad de aplicación; establecía el concepto de precios de referencia del producto; y creaba un Fondo Fiduciario para subsidiar al consumo de GLP a usuarios de bajos recursos. Sin embargo, tanta prisa no había porque el Fondo Fiduciario recién se instrumentó en 2008, 3 años después, en otro momento en que los Kirchner precisaban recuperar popularidad. El largo conflicto con el campo por la Resolución 125 los había deteriorado a un extremo que crónicas periodísticas de la época afirman que, entre enojado y desalentado, Néstor Kirchner intentó que s u mujer y 1ra. mandataria, Cristina Fernández de Kirchner, renunciara a la Presidencia de la Nación. En ese contexto, alguien recordó el Régimen Regulatorio pendiente, y mediante Decreto Nº 1.539/2008 se instrumentó el Fondo Fiduciario, creándose el Programa Nacional de Consumo Residencial de GLP envasado – Garrafa para Todos, universalizando el precio de las garrafas de 10, 12 y 16 Kg. de capacidad, estableciéndolo muy inferior al del mercado (de $34 de precio de mercado o más para la garrafa de 10 Kg. se acordó un precio de $16). ¿Quién lo pagaba? En teoría, las empresas productoras y fraccionadoras recibirían una compensación del Estado -vía el Fondo Fiduciario- para la venta del producto a un precio inferior, que trasladarían a toda la cadena de comercialización. Pero en la realidad, Néstor Kirchner constituyó el Fondo Fiduciario con aportes específicos y voluntarios de los Productores de Gas Natural, derivados de un porcentual del incremento tarifario autorizado en los sectores residenciales y comerciales de mayores recursos. Populismo demagógico para apuntalar lo que sería la campaña proselitista de Kirchner en 2009, comicio que, de todos modos, perdió. ¿Y por qué es posible sostener que el subsidio al GLP padece de extremada politización? Porque el entonces secretario de Energía, Daniel Cameron, sentó para la firma de la documentación a los representantes de las empresas productoras, fraccionadoras, distribuidoras y comercializadoras, junto con la Federación Argentina de Municipios (FAM, liderada por el alcalde K de Florencio Varela, Julio Pereyra) y la empresa Energía Argentina SA (Enarsa). Así comenzó el “Garrafa para Todos”, el 19/09/2008, con vencimiento inicial el 01/12/2009, una vez que hubiese ocurrido el comicio en el que Néstor Kirchner sería candidato. Los cupos Algunas empresas consideraron que había un pingüe negocio en el abastecimiento, fraccionamiento, comercialización y distribución del gas licuado de petróleo, y consiguieron liderar esa actividad hasta hoy día: Amarillagas, Extragas, Italgas, etc., beneficiarias de los cupos que estableció Energía. En la Resolución Nº532/2014, artículo 7mo., se reclama a las empresas productoras registrar diariamente la cantidad de producto (butano, propano y/o mezcla) que se encuentre en cada una de las plantas de almacenamiento de su propiedad, tomando como horario de medición de dicho producto las 6:00 de ca da día. Y en el artículo 8vo. se establece que las empresas fraccionadoras (las mencionadas), tendrían asignado provisoriamente durante 2014 (pero sujeto a revisión) el cupo asignado en 2013, por la Resolución N° 429. Así quedó constancia que había empresas fraccionadoras que tenían un excedente no utilizado. Y que los cupos eran incrementados periódicamente, con fundamentos arbitrarios. En marzo 2015, Cristina Fernández de Kirchner decidió un cambio de programa, que pasó a llamarse Hogares con Garrafa, con subsidios administrados por la Administración Nacional de Seguridad Social que lideraba el hoy diputado nacional Diego Bossio. El monto a depositar a cada hogar beneficiado, correspondiente al subsidio por 2 garrafas por hogar era de $ 154 ($77 por cada una de 10 kilogramos). Ya abundaban l as denuncias de que se detectaban "abusos" en comercios, en donde el precio de la garrafa superaba los topes. También que había productos con fecha vencida pero en circulación. O productos que contenían menos gas que el que prometían. Tal como toda ayuda social, ocurrieron deformaciones del sistema, en especial en la distribución y comercialización del producto. El ministro Aranguren y equipo llegaron al Ministerio conociendo lo que ocurría, y lo primero que hicieron fue eliminar la obligatoriedad de la contribución a esa suerte de gabela que resultaba contribuir al cupo del GLP. Aranguren y sus colaboradores evaluaron que no corría riesgo el abastecimiento del mercado precisamente porque había antecedentes, en cada ejercicio, de producto no utilizado. Las empresas que desistieron de seguir participando fueron muy cuestionadas por los fraccionadores. Pero, además, Aranguren & Cía. descubrieron que había una asociación ilícita de burócratas del ministerio que archivaban los reclamos y quejas por irregularidades que ocurrían en el sistema asistencial. Ocurrió, entonces, una confluencia de enojos: algunos sindicalistas estatales solidarizándose con los burócratas + algunas empresas fraccionadoras, a quienes se atribuyen las denuncias que inició la diputada nacional Elisa Carrió contra colaboradores de Aranguren, aunque no directamente contra el ministro que, en teoría, goza de su simpatía. Lo que viene Ahora, conociendo los antecedentes de las "revisiones" (en verdad,ampliaciones) que sucesivamente fueron otorgándose al cupo anual del GLP, el equipo de Energía decidió regresar a los cupos originales, antes de la distorsión que se ha acumulado. Esto ha provocado un considerable enojo en algunos porque, según se dice, empresas fraccionadoras que accedían a cupos mayores de los que 'engarrafaban' con destino asistencial, luego comercializaban el excedente en el mercado no asistencial, o sea de precio superior, obteniendo un diferencial de precios importante. En ese contexto, Araguren y su equipo observan que, en medio de sus otras tormentas en la actividad, cualquier día de estos puede caerles alguna ofensiva de parte de quienes pierden privilegios, muy frecuentes en las actividades prebendarias, pero inadmisibles en una sociedad que ambiciona recuperar no sólo la ética sino también la equidad. |
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