AEROLÍNEAS - El aumento para Comodoro Rivadavia - Aeroparque es 83%

El ajuste llegó al aire. Después de las quitas de subsidios a la electricidad, el gas, el agua y el subte, y a días de que se revele el misterio sobre el nuevo costo de los pasajes de colectivos y trenes para quienes no tengan la tarjeta SUBE, el Gobierno autorizó desde hoy aumentos en las tarifas de los vuelos de cabotaje que, en algún caso, superan el 80 por ciento.
El incremento ronda un 30% en promedio para el techo de la banda y un 18% para el piso o precio de referencia. Sin embargo, además se decidió una reformulación del esquema tarifario que permite que las subas se extiendan hasta un 40% en promedio.
La decisión oficial beneficiará principalmente al Estado, ya que está a cargo de la gestión de Aerolíneas Argentinas, firma que detenta más del 60% del mercado aerocomercial de cabotaje y que el año pasado recibió US$ 757 millones en subsidios. El restante 29% está en manos de LAN. Andes y Sol se reparten un marginal 1 por ciento.
 
"Permite atenuar el impacto de las cenizas del volcán Puyehue y de los aumentos de combustible", dijeron voceros de LAN. En tanto, en Aerolíneas no contestaron los llamados. Luego de los rumores sobre la reestatización de YPF, las denuncias por sobreprecios, y la embestida de anteayer por parte de los gobernadores, el Gobierno encontró un nuevo resquicio para atacar a su nuevo enemigo público: las petroleras.
En la resolución 23/2012 publicada ayer en el Boletín Oficial se explica que desde la fecha de la última modificación tarifaria -el 24 de mayo de 2011- hasta la actualidad, el incremento del combustible Jet A1, insumo básico para la estructura de costos del sistema aéreo, fue de un 18 por ciento.
El argumento es novedoso si se miran las últimas alzas autorizadas para el sector. En aquéllas se buscaban evitar "distorsiones" entre medios de transporte, hoy existentes, y garantizar la "prestación del servicio público". Nada se decía de combustibles.
La norma firmada por el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, criticó que la producción de ese combustible es local pero que se vende a valores internacionales. "La diferencia existente entre el precio internacional (spot) y los costos de producción representa para las petroleras un margen extraordinario de pesos cincuenta y cinco centavos ($ 0,55) por litro de combustible, así como un sobrecosto en concepto de tasa de aeropuerto respecto de lo realmente abonado, lo que ha motivado la denuncia por parte de las Empresas Aerolíneas Argentinas y Austral ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia", indicó la resolución.
Además se agregó que esa situación es consecuencia "de la alta concentración del mercado de combustible aeronáutico en el país para el cual existen sólo tres proveedores, configurándose una situación de abuso de posición dominante, lo que ha derivado en una asignación arbitraria de diferenciales en el precio del combustible, penalizando duramente la carga del mismo en el interior del país, afectando la operación de cabotaje de las empresas y generando un importante perjuicio para el Estado, las aerolíneas y los pasajeros".
Esas petroleras son YPF, Shell y Esso. Ayer, tanto en Esso como en YPF afirmaron que el precio del combustible para aviones subió desde mayo pasado, pero no el 18% que dice el Gobierno. En el sector, además, indicaron que el precio del Jet A1 en el país (US$ 0,7995 por metro cúbico) es de los más bajos de la región. En Perú es de 0,8863 y en Chile de 0,8949 dólares. Además afirmaron que el 87% del mercado de este combustible se concentra en Ezeiza, Aeroparque y Córdoba. En dos de esos aeropuertos operan las tres compañías y en el otro, dos. No obstante, YPF tiene la mayor porción de mercado.
El vuelo de Buenos Aires a Comodoro Rivadavia podrá cobrarse hasta $ 1288, cuando hasta la fecha tenía un tope de $ 704. Se trata de un alza de un 83%. Otro destino que subirá es El Calafate. El pasaje hacia allá tendrá un valor máximo de $ 1288, lo que marca un alza de casi un 70%. Los demás destinos muestran variaciones en la nueva punta máxima de la banda, que oscilan entre el 40% y el 66%. Justamente, la norma incorpora esa otra novedad al reformular el esquema de bandas existente y crear una nueva. Así se autoriza a las firmas a cobrar un precio más alto (suba promedio de 40%) que regirá sólo para "los últimos 10 días corridos previos a la fecha del vuelo de ida con un máximo de hasta el 30% de la capacidad de la aeronave".

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