¿Por qué crecen los mormones en Brasil?

"El movimiento de los Santos de los Últimos Días cuya rama principal es la La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es una agrupación religiosa cristiana de tipo restauracionista. Sus miembros aseguran que aceptan las enseñanzas de Jesucristo, tal como fueron restauradas por Joseph Smith (hijo) -Smith y Oliver Cowdery afirman que los ángeles Juan el Bautista, Pedro, Santiago y el apóstol Juan los visitaron en 1829 dándoles autoridad para restablecer la Iglesia de Cristo-. La base de su doctrina la constituyen la Biblia, el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y La Perla de Gran Precio, estos tres últimos textos basados en las revelaciones de su profeta."
 
Wikipedia
 
 
SÃO PAULO (O Globo) - Unos tres meses atrás, Carolina de Aquino Cidano, de 20 años, descubrió que estaba embarazada. Con su marido, Diogo de Oliveira Silva, de 23 años, desempleado y ella con sólo siete meses trabajando como vendedora, no parecía ser un buen momento para tener un hijo. Pensó en el aborto. Desistió. Estaba confundida y angustiada. La suegra, el ama de llaves, María de Lourdes Oliveira, de 55 años, pensó que su nuera necesitaba ayuda espiritual y la invitó a escuchar a los misioneros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD), más conocida como la Iglesia de los Mormones, a la que se convirtió hace 12 años.
 
Fue en un modesto edificio en Morumbi, São Paulo, donde Carolina encontró hace dos meses atrás, a los misioneros Tyler Ostlund, un estadounidense de 20 años; y Diego Amorim, 21, de Baia. Con corbatas, camisas blancas y placas negras con sus nombres escritos en el bolsillo de la camisa, los misioneros son la cara más visible de la iglesia donde sea.
 
- ¿Qué podemos hacer para ayudarte? – preguntó Elder (tal como son llamados los miembros experimentados de la Iglesia y los misioneros) Ostlund, en portugués perfecto.
 
Carolina habla del bebé habla, del arduo trabajo, del esposo desempleado. Dice que ama a Dios, que le gustan los niños, los animales y cantar. Es poco más que una chica confundida. La reunión dura una hora. Los misioneros rezan, dicen que "El Libro de Mormón" es una escritura sagrada como la Biblia, cantan himnos.
 
-Prometemos que si guardas los mandamientos de Dios, tendrás felicidad eterna, espiritual y materialmente - dijo Diego.
 
Carolina estaba más tranquila y se comprometió a ir a la iglesia. Ella será parte del 1,167 millón de miembros que la SUD proyecta tener este año en Brasil. El crecimiento se ha acelerado en los últimos años. Mantenido el ritmo, Brasil superará a México en 5 años (1,234 millón) como el segundo país más grande de mormones en el mundo, prevé la iglesia y quedará atrás de Estados Unidos, donde nació la religión y tiene alrededor de 4 millones de fieles. En todo el mundo, hay 14,1 millones mormones.
 
-A pesar del enriquecimiento de las economías emergentes, como Brasil, y de toda la tecnología, las personas experimentan un gran vacío espiritual- dice Elder Carlos Godoy, consejero de la presidencia de la SUD en el país, la única que no tiene estadounidenses en la cumbre. -Nuestra ventaja fue estar preparados.
 
Godoy se refiere al ejército de cuatro mil misioneros que circulan en de Brasil anualmente (50% Brasil, 50% estadounidenses). Aquí, ellos se distribuyen por las 27 regiones y durante 2 años, jóvenes de entre 19 y 26 años y mujeres de 19 a 40 peregrinan puerta en puerta tratando de convertir a las personas. El trabajo es siempre en parejas, por lo que tienen el sobrenombre Cosme y Damián, wn referencia irónica a los santos católicos.
 
En USA, los mormones están en aumento.
 
Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts, es un candidato del Partido Republicano y pelea por ser el opositor oficial de Barack Obama en las elecciones de este año.
 
En Broadway, el musical "The Book of Mormon", de los mismos creadores de "South Park", factura alto y fue el gran ganador del premio Tony en 2011.
 
Los mormones no creen en el proselitismo de masas. La predicación es "ojo en el ojo" (presencial). En un campo de 8.000 m2 en Casa Verde, zona norte de São Paulo, está el Centro de Capacitación Misionario (CTM), por donde pasan, a la semana, 70 jóvenes candidatos a misioneros. Allí, durante 3 semanas (los brasileños) o 9 (los estadounidenses) reciben clases de cómo convencer a las personas acerca de lo que dice "El Libro de Mormón" y el retorno a la tierra de Jesucristo, fundamentos centrales de la religión.
 
-Aprenden a lavar la ropa, reciben consejos de convivencia y descubren la forma de planificar la rutina, además de las mejores maneras de pasar el mensaje de la iglesia- dice Aldo Francesconi, director de CTM.
 
Tarea difícil en un país donde los porteros y intercomunicadores separan a los residentes de casas y edificios de la calle. Sin hablar de los que ven ese tipo de visita como más un aburrimiento que la salvación.
 
-Usamos muchos miembros de la iglesia, que recomiendan a conocidos la visita de los misioneros- dijo Marcus Martins, presidente de la Misión São Paulo Norte, una de las cuatro regiones que dividen el estado. -Esto evita el problema de la seguridad.
 
Lo que lleva cada joven al trabajo misionario -una formación que cuesta US$ 500 y es financiada por las familias– va desde la curiosidad a la idea de que eso mejorará sus vidas. Ese lo que piensa es el ama de casa Luzi Vandete dos Santos, de 46 años, quien hace unos meses despidió llorando a su hijo Jonathan dos Santos Silva, de 24, en la puerta del CTM. Después de la capacitación, ellos pasan al menos 2 años como misioneros, viviendo en casas alquiladas por la iglesia. En ese momento, pueden escribir correos electrónicos o cartas a la familia, pero sólo puede hablar con los familiares tres veces al año: Día de la Madre, Día del Padre y Navidad.
 
-Vuelven mejor- dijo ella, cuyo hijo Julio Cesar dos Santos Silva, de 27 años, también fue misionero.
 
Sin el atractivo mediático de muchas de las religiones neo-pentecostales que avanzan en Brasil -a pesar de que están presentes en Internet- la SUD tiene una estructura corporativa similar a la de las grandes empresas. 
 
Los aproximadamente 300 empleados del edificio-sede de la administración en Sao Paulo (el epicentro de la iglesia en Brasil, con el mayor número de seguidores, seguido por Ceará) se ocupan de todo para que las más de 1.900 congregaciones del país se dediquen solo a discusiones religiosas.
 
Allí, en medio de posters de Jesucristo caucásico (casi rubio), profesional proyectan y supervisan inversiones en edificios (cada nueva capilla para 500 personas cuesta R$ 3 millones -US$ 1.745.708-), digitalización de documentos (este año serán de 4,2 millones registros de nacimiento y matrimonio digitalizados, de servicios básicos para una iglesia que cree en el matrimonio después de la muerte), logística para la producción y distribución material de evangelización (hay 5.000 suscriptores de la revista "A Liahora", 200.000 ejemplares de "O Livro de Mormón "y 60.000 Biblias vendidas por año) y acciones de responsabilidad social (donación de tres mil sillas de ruedas al año y el programa de voluntariado Mãos que Ajudam).
 
Además, hay acciones que mejoren la vida de los fieles, como un fondo de educación que ayuda a pagar los estudios en familias que convertidas que no cuentan con las condiciones. En 2011 fueron 13.000 alumnos. Otro motivo de orgullo es el Centro de Reubicación de Empleos, que atiende a 3.400 personas desempleadas con Talleres de autosuficiencia y de reubicación.
 
-La Iglesia me da las herramientas para que pueda mejorar- dijo Juliana Ribeiro, desempleada hace cuatro meses, en una habitación con carteles donde el ex presidente de la SUD, Gordon Hinckley, explica la filosofía que impregna muchas de las iglesias de América: "Al Señor le encantaría que ustedes fueran exitosos".
 
Esta estructura está financiada por el diezmo de los fieles (10% de los ingresos de cada uno), cuidadosamente seguidos de cerca en los balances individualizados de cada año. Existe la percepción entre los mormones, de que el diezmo vuelve a la iglesia y a los fieles a través de esta estructura empresarial.
 
-Es una manera de mostrar que al Señor lo agradecidos que estamos por su bendición –explicó José Luiz da Silva, de 44 años, jefe de una familia de cinco convertidos.
 
Está el otro lado. A pesar de que la SUD niegue que el pago del diezmo es un requisito previo, muchos ex-mormones centran sus críticas en esta demanda, alegando que nadie participa activamente en las actividades religiosas o sociales de las congregaciones, si no está con el pago al día.
 
-Hay una clara relación entre el pago y la vida de la iglesia - relató el economista Antonio Carlos Popinhaki, de 48 años, quien fue miembro de la SUD durante 18 años, ocho de ellos como obispo de Santa Catarina, hasta abandonarla en 2005 y crear el blog "Sobre o momonismo". –La SUD no paga impuestos, y los obispos hacer donaciones a la iglesia como una forma de ellos mismos pagar menos impuestos.
 
El discurso hiperconservador sobre las virtudes es especialmente poderoso para quien vive débil en un mundo tan materialista e individualista. La apreciación de la familia es el centro de la doctrina, aunque parezca anacrónico frente a un Brasil, donde el divorcio sólo aumenta, y las mujeres juegan cada vez más la posición de jefes de familia. Pero a la iglesia parece no importarle.
 
La SUD no tiene obispos o autoridades solteros o divorciados, ni siquiera viudos. Familias de gays, ni pensarlo. El sacerdocio es privilegio de los varones y las mujeres se colocan en posiciones de liderazgo y se  ocupan de los niños y de los asuntos familiares. En teoría, los mormones no tiene relaciones sexuales antes del matrimonio, no toma café o té y no ingieren alcohol o drogas.
 
-Me gusta la iglesia, porque está orientada a la unión de la familia- dijo María José Gonçalves, de 46 años y nueve hijos.
 
-La sensación de ser parte de una familia numerosa, que parece protectora desde el principio, con termina convirtiéndose en opresora al final- contó Antonio Carlos.
 
-Las religiones que están más cerca de las personas cuyas vidas pasan por dificultades tienden a tener éxito. Ellas representan un grupo que alberga en un momento difícil– dice el teólogo Clemer Fernandes , del Instituto de Estudios de la Religión (ISER).
 
El mormonismo fue fundado en 1830 en los Estados Unidos por Joseph Smith Jr., que a los 14 años, dijo afirmó tener una visión de Dios y de Jesucristo . Le dijeron que ayudara a restaurar el cristianismo, preparando a los fieles (considerados santos) para el retorno del Mesías en el futuro (los supuestos últimos días). Eso llevó a Smith a la condición de profeta, citado y adorado como Jesucristo.
 
Aunque esencialmente en una iglesia cristiana, teorías sin fundamentos históricos (o católicos) no faltan en el fundamento teológico de la SUD. Como la idea de que el continente americano fue visitado por pueblos hebreos muchos años antes del nacimiento de Cristo. O que el mismo Cristo habría visitado el continente americano después de su resurrección. 
 
En 1823, Smith habría sido visitado por un ángel llamado Moroni, quien mostró las planchas de oro donde estaría la historia de esta civilización venida de Jerusalén a América. Las placas fueron traducidas y dieron lugar a libros, siendo el más importante, "El Libro de Mormón".
 
Por ser adepto a la poligamia (más tarde prohibida por el mormonismo) y de ceremonias masónicas, Smith y sus seguidores eran vistos por los religiosos protestantes estadounidenses de la época como miembros de una especie de culto, tacha que persigue a los adeptos de la religión hasta hoy. La iglesia se estableció en Salt Lake City, en Utah, sede mundial de la SUD. En Brasil, la religión llegó en 1926 a través de una pareja de inmigrantes alemanes, los Lippelt, que pidieron el envío de misioneros al país.
 
Malas noticias para el candidato Mitt Romney, una reciente encuesta de Gallup muestra que el 22% de la población estadounidense jamás votaría un candidato mormón, alegando que ellos son adeptos prácticas "típicas de adoración." Las ceremonias, llamadas ordenanzas, ocurren en los templos de la iglesia, cinco de ellos en Brasil. 
 
Allí, donde sólo se permite entrar a los miembros de la SUD vestido con ropas blancas especiales, se llevan a cabo rituales de matrimonio eterno (después de la muerte), de bautismo de los antepasados muertos (la ISUD tiene la mayor base de datos de la investigación genealógica del planeta y cree que los antepasados se pueden convertir al mormonismo), de perfeccionamiento de los santos (un camino que se traduce en la transformación de los seres humanos en dioses y diosas que habitarán en un planeta llamado Kolob, cerca de la morada de Dios), además de la entrega de códigos y claves que se le dan a los fieles para la entrada en el cielo propiamente dicho.
 
En febrero de 2011, la Iglesia lanzó una campaña nacional en los Estados Unidos llamada "I´m s mormón" ("Soy un mormón"), en la que las personas de diversas profesiones tratan de desmitificar la idea del mormonismo como una secta rara. Pero el estudiante Lucas Dias, de 19 años, convertido a la iglesia en el 2003 en Bauru, decidió dejar la SUD en el 2010 por lo que él llama "inconsistencias y rarezas de la religión".
 
-Las ceremonias en los templos son extrañas, y la trayectoria de la iglesia no tiene ningún fundamento histórico, por lo que tratan de hacer creer a ciegas en las escrituras inventadas por Joseph Smith-, dice él, que creó el año pasado, el blog "HumorExMórmon".

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