ECOLATINA: MERCADO DE TRABAJO
Echando luz sobre el mercado de trabajo
El 16 de noviembre de 2015 el INDEC difundió su último informe de empleo hasta la fecha. En el mismo se comunicó un desempleo que tocó el piso de 5,9% junto con una tasa de subocupación demandante que rozó el 6%. Los datos que se desprendieron de aquel informe estuvieron cubiertos por el mismo manto […]
El 16 de noviembre de 2015 el INDEC difundió su último informe de empleo hasta la fecha. En el mismo se comunicó un desempleo que tocó el piso de 5,9% junto con una tasa de subocupación demandante que rozó el 6%. Los datos que se desprendieron de aquel informe estuvieron cubiertos por el mismo manto de duda que el resto de la información suministrada por el organismo de estadísticas público desde su intervención en 2007.
Poco más de un mes después y con el cambio de autoridades nacionales el INDEC dejó de publicar datos. Al declarar la “emergencia estadística nacional” el gobierno le dio al instituto la posibilidad de comenzar un proceso de limpieza y reconstrucción que dura hasta la actualidad.
Seis meses después de aquella medida, el INDEC volvió a informar algunos datos importantes entre los que se encuentran los referentes al comercio exterior, índice de precios mayoristas, salarios del sector formal y, recientemente, actividad industrial y construcción. El organismo estadístico aún no ha informado la fecha en la que comunicará el informe del mercado laboral correspondiente al primer trimestre del año, y se espera para agosto la publicación de los principales indicadores del segundo trimestre.
El actual vacío estadístico da lugar a estimaciones de todo tipo acerca del impacto que tuvo el set de medidas anunciado por el gobierno sobre el mercado de trabajo. Algunas estimaciones marcan que los despidos superarían los 150 mil en todo el país, mientras que desde otros sectores surgen números diametralmente opuestos.
La discusión sobre el empleo en un contexto de falta de indicadores confiables se trasladó al Congreso: a mediados de mayo la oposición aprobó la ley Antidespidos que fue posteriormente vetada por el Presidente. Si bien este episodio tuvo ganadores y perdedores en el plano político, ninguna de las dos posturas contó con datos objetivos que las sustenten, lo que dimensiona la importancia de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
Los datos disponibles permiten descartar un escenario de crisis
Existe una falta de indicadores que den cuenta de la situación actual del mercado laboral en el total del país (EPH). A pesar de esto, sí se cuenta con información parcial que permite dar una idea general de los cambios que sufrió este mercado en los últimos meses.
En primer lugar, hacia fines de mayo el Ministerio de Trabajo publicó los datos referidos a puestos de trabajo del sector privado registrado del primer trimestre en base al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Esta información se complementa con la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), elaborada por el mismo organismo, en base a una muestra representativa del dicho universo. Además, la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires publicó un informe sobre la situación del mercado laboral de CABA.Por último, el INDEC dio a conocer datos del empleo en la actividad de la construcción (provenientes del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción).
Tomando los datos de empleo privado registrado provenientes del Ministerio de Trabajo, en marzo se observó que en la comparación interanual no hubo destrucción de puestos, de hecho hubo una leve expansión (+0,2% i.a.), aunque menor al aumento demográfico en mismo periodo (en torno al 1%según proyecciones elaboradas por el INDEC).
Por otra parte, pese a que no se observaron grandes variaciones en el empleo formal agregado, sí se observaron importantes movimientos a nivel sectorial. Por caso, en marzo la mano de obra en la construcción cayó 9% i.a., casi el doble de la destrucción observada en minas y canteras (-4,6% i.a.), o agricultura y ganadería (-3,5% i.a.) en dicho período. En cambio, se observó una expansión del empleo en servicios sociales (+3,9% i.a.), enseñanza (+3,1% i.a.),e intermediación financiera (+2,9% i.a.). De hecho, en nueve de las catorce actividades en las que se divide el empleo privado registrado hubo aumento de dotaciones.
No obstante, al analizar la variación de marzo respecto de noviembre (mes previo al traspaso presidencial), se observa una reducción de 26 mil puestos, (-0,4% de la fuerza laboral en el sector privado registrado). Vale destacar que esta baja no responde a factores estacionales: la serie desestacionalizada arroja una caída de 0,5% entre noviembre y marzo.
Nuevamente se observa un cambio importante en la composición: se perdieron más de 45 mil puestos de trabajo en la construcción, más de 7 mil en inmobiliarias y algo menos de 10 mil empleados en la industria. El agro sumó 15 mil trabajadores, el comercio más de 10 mil y los servicios sociales, de salud y comunitarios, otros 10 mil. Al igual que en la anterior comparación, hubo más sectores que aumentaron dotación que los que la achicaron.
Asimismo, según una encuesta (EIL) elaborada por el Ministerio de trabajo (una muestra representativa del empleo privado registrado) destaca que en marzo, la cantidad de empresas que contrató nuevo personal (sin llevar a cabo ningún despido) creció respecto de noviembre 2,4%, aunque muy por debajo de lo que se incrementó la cantidad de empresas que despidió pero no contrató trabajadores (+25,1%). De esta forma, se estaría verificando una suba en la tasa de rotación, que, según los datos de la EIL, fue de 2,4% en marzo, el máximo en los últimos 12 meses.
Respecto de los datos de CABA (hay relevamientos similares a la EPH del INDEC), la tasa de desocupación alcanzó 8,6% durante el primer trimestre de 2016, elevándose mínimamente respecto del mismo trimestre del año pasado (8,4%). Este incremento no se debe a la caída del empleo (de hecho, trepó 3 p.p. interanual) sino a un aumento de la tasa de actividad (pasó de 52,6% en el primer trimestre del año pasado a 54,3% en los primeros tres meses de 2016).
Al comparar la performance del mercado laboral en CABA de los primeros tres meses del 2016 respecto del cuarto trimestre del año pasado 2015 se observa que la tasa de desempleo trepó casi 2 p.p. Sin embargo, cabe aclararse que la comparación no es válida por factores estacionales, todos los años es usual observar un menor ritmo de actividad y contrataciones al comparar el primer trimestre de un año con el último del anterior.
Por último, como se mencionó previamente, sí se ve un fuerte deterioro en el empleo de la construcción. Los puestos de trabajo en relación de dependencia de dicho sector, según el INDEC, mostraron en marzo una caída interanual de 11%, mientras que en el primer trimestre ISAC acumulan una baja de 7,5% i.a. (en este caso, también es muy común observar bajas en el primer trimestre, por factores estacionales). Es importante tener en cuenta que esta contracción sólo da cuenta de la realidad de los trabajadores registrados del sector, es probable que los trabajadores de no registrados (los primeros en ser echados ante cambios en la demanda) tengan una situación algo más preocupante.
Más allá de las variaciones estacionales y del caso puntual de la construcción, se puede observar un mercado laboral en el que aumentó el flujo de despidos pero que este no superó a las contrataciones. Conclusión, no se registró una destrucción significativa de puestos de trabajo durante el primer trimestre del año. Pero como tampoco hubo creación neta de empleo, estimamos que el desempleo creció en los primeros meses del año (el empleo tiene que crecer en línea con la población para que no aumente la tasa de desocupación).
Tras años de estancamiento, la creación de empleo podría acelerarse en 2017
Si extrapolamos los datos informados por INDEC al total de la población concluiremos que la cantidad de trabajadores mostró un incremento acumulado de 260 mil entre 2011 y 2015. Esta variación implica un crecimiento promedio anual de tan sólo 0,4%, menos de la mitad de lo que crece la población del país (1,1% por año).
Este año tampoco será la excepción puesto que lo más probables es que el empleo se mantenga (sólo en el mejor de los escenarios podría crecer mínimamente). Los datos conocidos del primer trimestre (empleo privado formal) son poco alentadores y es probable que el deterioro del mercado laboral se haya profundizado en el segundo trimestre. Recién en la segunda parte de 2016, podría estabilizarse el mercado laboral junto con la actividad.
Ahora bien, sí hay elementos para pensar que a partir del próximo año la economía volverá a crear puestos de trabajo de forma relevante (a un ritmo que permita reducir la tasa de desocupación). Esperamos que en los próximos años la inversión (privada, IED e infraestructura) se recupere traccionando el crecimiento del nivel de actividad y del empleo.
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