Comprar una camioneta de lujo tiene una ganancia del 30%

DESGRAVACIONES + DJAI HEREDADAS


Es hora de preguntarle a los contadores públicos (quienes acaban de reelegir a Humberto Bertazza, de la Lista Azul, como su presidente en Ciudad de Buenos Aires), pero todos los datos indican que entre un sedan y un utilitario doble cabina, no lo dude: la relación precio/prestación parece ser muy pero muy superior, y eso explica que Hilux, de Toyota, sea el vehículo más vendido en lo que va del año. Ahora Fiat intenta con la Toro.
Toro, de Fiat, una nueva oferta para el mercado de pick-ups.
La localidad de Monje, provincia de Santa Fe, fue el escenario de AgroActiva, que más que las innovaciones en granos y maquinarias presentó un “chiche” de la industria automotriz que atrapó la atención de la concurrencia rural: el Sport Utility Pickup intermedio que sacó Fiat, la Toro.

Se le había adelantado Renault, con la salida de la Duster Oroch dentro del segmento que combina confort para los ocupantes de un utilitario deportivo reconocido con la sigla SUV (Sport Utility Vehicle) con la capacidad de carga y robustez para el trabajo de una camioneta.

Se trata de vehículos destinados a una clase media alta que esperaba con los dólares en el colchón los cambios económicos del macrismo, y una vez eliminados el cepo y parte de las gabelas “anti-ricos”, durante los primeros meses del año comenzó a renovar su auto, en general de alta gama.

En la primera parte del año se vivió, entonces, una paradoja automotriz. Fuertes aumentos en las listas de precios que las fábricas enviaban a las concesionarias, por un lado,  coincidentes con un activo movimiento de unidades 0Km de camionetas como Toyota Hilux y VW Amarok, que saltaron en mayo al 26,3% y 16,6%, respectivamente, en el market share de los livianos y pesados, pelotón al que rápidamente se integró la nueva Duster Oroch, que alcanzó el 6,5% de participación a expensas del retroceso en las ventas de la Kangoo de la misma firma y de la Ford Ranger.

Como la tendencia urbana a comprar pick ups no era sólo una moda cool sino que la potenciaba ser consideradas vehículos utilitarios y por lo tanto excluidas de las 2 escalas tributarias que encarecían, sobre todo, a los SUV compactos regionales, el mágico lápiz de las concesionarias las convirtió en un negocio de oportunidad que llenó en los cinco primeros meses del año el vacío de operaciones en los salones debido al ajuste de los precios de todo el parque automotor.

Muchas de las fábricas metieron presión en la caldera con planes especiales de descuento para vehículos de alta gama que los vendedores ofrecían a las empresas directamente con los beneficios de práctica en la comercialización mayorista, con el propósito de que fueran transferidos al personal jerárquico para acceder a un 0Km en ventajosas condiciones. Como responsables inscriptas, cada unidad le representaba al empleador un crédito fiscal de 10,5% por reintegro de IVA, más la amortización en 5 años que se descarga del impuesto a las ganancias. Ese cóctel tributario, más los descuentos del valor de cada unidad por formar parte de una flota, representó en muchos casos una bonificación efectiva del 30% que retrotrajo en la práctica el valor devengado hasta los días previos a la devaluación.

Fuentes del sector comercial señalaron que, debido a que el año se había iniciado con fuerte derrumbe en las ventas, las terminales desplegaron una verdadera guerra de precios, no solo con financiaciones convenientes, sino con bonificaciones en algunos casos de entre $20.000 y $50.000 por unidad.
"Volkswagen y General Motors, que tienen los autos más vendidos del mes, hicieron descuentos superagresivos de hasta el 20% para poder vender más unidades", dijeron.

Pero hubo para el mercado de vehículos más caros un aditamento extraordinario para estimular operaciones que ni al “Zorro Plateado”, personaje del bestseller Ruedas escrito en los ‘70 por Arthur Hailey, se le hubiese ocurrido: la cantidad de DJAI (declaraciones juradas anticipadas de importación) que dejó el gobierno kirchnerista pendientes antes de irse. A medida que se fueron liberando ingresaron a plaza a los nuevos valores que son ahora entre un 30% y un 50% más caros que en Brasil y los países limítrofes.
Lo afirma el presidente de la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (ACARA), Dante Álvarez, al atribuir el crecimiento que hubo en las ventas hasta mayo a la mayor oferta de vehículos, porque el año pasado las concesionarias no tenían stock a la espera de que salieran los permisos para importar en trámite. El directivo extrapola datos de movimientos de unidades entre la Aduana y los salones para netear que sólo se vendieron 3.000 autos más que el año pasado.

Las cuentas respecto de 2015 cambiaron sustancialmente para que las automotrices pudieran proyectar sobre condiciones de mercado completamente diferentes: fue modificado el impuesto interno a los "autos de lujo", lo cual sinceró el valor de los vehículos de media y alta gama, se eliminaron las DJAI se liberó el acceso al dólar con paridad única.

De este modo, las terminales no sólo pudieron hacer números para tentar a los clientes de buen poder adquisitivo con ahorros en dólares a comprarse un utilitario de alta gama con ventajas impositivas y cambiarias, sino que decidieron, ya desde el año pasado, invertir recursos económicos y humanos en la renovación de sus pick ups. Tal es así que, en un plazo aproximado de un año y medio, todas las medianas del país habrán presentado su nueva faceta.

Lo hizo Toyota con la nueva versión de Hilux y la SUV que el impuesto kirchnerista había tornado inviable, sale Fiat, además, con la Freedom y la Volcano.

También Volkswagen reforzará todo su parque con Tiguan, Sharan, Touareg, Scirocco, Nuevo Passat.

Las condiciones actuales se mantendrán por lo menos hasta fin de año, según adelantó el ministro de Producción, Francisco Cabrera, al explicar que las modificaciones tendrán una vigencia de seis meses renovables. En ese período, Cabrera adelantó que el impuesto interno a los autos caros -que Cambiemos iba a levantar a fin de este mes- se mantendrá hasta fin de año, aunque posiblemente se eleve la base imponibles. Dijo que en ese lapso se evaluará si aumentan la producción y las inversiones de las terminales, que se comprometieron a desembolsar unos US$ 3.800 millones hasta 2017.

Hasta ahora pagan una tasa del 10% los autos cuyo precio de venta está entre $350.000 y $800.000 y del 20% los que superen los $800.000. Estudian subir esos dos valores a $400.000 y $900.000, respectivamente, aunque Alfonso Prat-Gay hacía anticipado que este tributo se iba a eliminar porque por esa vía no se cobraba nada.

Mercado segmentado

La demanda en general estará condicionada a los resultados de las paritarias, o la versión macrista de la añeja carrera de precios y salarios, con el aditivo crediticio que aporten las líneas hasta $300.000, a 36 meses con una tasa fija del 25% anual, para la compra de unidades 0 km lanzadas por el Banco de la Provincia de Buenos Aires para quienes cobran sus haberes en el Bapro. Y por otra parte, préstamos de hasta $450.000 con una tasa del 30% anual a 48 meses, a lo que hay que agregarle otro 5% que se paga a las terminales, que anunció el Banco Nación.

Así y todo, el directivo de las concesionarias no se atreve a proyectar un volumen de patentamientos para todo el año, cautela que se apoya en los “temas relacionados con la disminución de la demanda de Brasil y con el incremento de precios por parte de las fábricas".

En el habitual informe sobre los patentamientos, la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina informó que entre enero y mayo sumaron 281.908 unidades en total, con un 8,7% de mejora respecto del mismo período de 2015.

En el acumulado de 2016, los autos más vendidos, según ACARA, fueron el Chevrolet Classic (8.367 unidades), el Fiat Palio (8.302) y el Volkswagen Gol (7.236). En tanto, las marcas con más patentamientos en lo que va del año son Volkswagen, Chevrolet, Ford y Fiat.

Hoy un auto mediano cuesta en la Argentina entre $200.000 y $250.000, y hay una particularidad: en los últimos meses se produjo un fuerte aumento del precio de venta en dólares. En febrero de este año un auto medio valía $200.000 o US$ 12.500 (en ese momento el billete verde rozaba los 16 pesos), mientras que hoy ese mismo auto medio cuesta $230.000 o US$ 16.000 (con un tipo de cambio en $14,15). El margen de movimiento se ve acotado por la incidencia que tienen los impuestos directos e indirectos que gravan a los autos: 34,8% del precio neto, si se toma en cuenta todo lo que debe pagar el propietario durante el primer año de uso.

En la región, es sólo superada por Brasil que soporta una carga de 35,9%, pero está por encima de otros mercados como España (23,7% ), México (21%), Reino Unido (19,7%), Alemania (19,5%) y Estados Unidos (9,8%).

Los aumentos en combustibles y tarifas disparados desde el Ministerio de Energía representan otro condicionante, ya no en el precio sino en el mantenimiento. Para un potencial comprador de unidades, un auto nuevo hoy ya insume el doble de gasto que alquilar un departamento chico.

Considerando combustible, patente, seguro, peajes, mantenimiento, lavado, estacionamiento, sin contar las multas, la erogación implica entre $8.000 y $9.000 por mes. Esto da un gasto anual del orden de los $100.000, por lo que el dueño de un vehículo gasta anualmente la mitad de su valor por usarlo.

Así las cosas, se viene en el país una producción de pick ups medianas que se renovarán, las compactas que llegarán y los SUV chicos que harán su debut en el país.

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